50 sombras de Grey, en cines. |
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- 50 sombras de Grey,
cuya trilogía ha sido traducida a 51 idiomas y vendido más de 100
millones de ejemplares, colocó 4.5 millones de entradas anticipadas en
todo el mundo para ver la versión cinematográfica que esta medianoche
será estrenada en mil 100 salas de México bajo clasificación C.
De acuerdo con diversos críticos, la cinta adaptada del best seller erótico-sentimental de la británica E. L. James no será tan “escandalosa” como sugiere su tráiler y la lectura del libro.
No hay sexo duro ni sadomasoquismo y las escenas eróticas no superan a las que se pudieron ver en cintas clásicas como Nueve y media semanas y El último tango en París.
Para algunos críticos, la cinta es la historia clásica del Príncipe y su Cenicienta tocada por escenas cargadas de erotismo.
“No he sentido que fuera necesario ser gráficos. Cuando veo películas, el erotismo es algo que acaba con la penetración. En cambio, la parte más erótica es cómo se llega hasta ahí, y en eso me he centrado”, declaró a The Hollywood Reporter la directora de la película, la también británica Sam Taylor-Johnson.
La película cuenta la relación entre Anastasia Steel, de 22 años de edad y el magnate Christian Grey, de 27, quienes sostienen una historia de amor muy poco convencional, en especial cuando el joven inicia a su pareja en las prácticas sadomasoquistas y de sumisión.
Steel, protagonizada por Dakota Johnson, es una estudiante de literatura que conoce al multimillonario Grey (Jamie Dornan) por azares del destino. Su compañera de piso, periodista, tiene pactada una entrevista con Grey pero enferma el día de la cita y entonces Steel la sustituye.
Lo demás, como en el libro, se vuelve predecible y reiterativo. La intimidad arranca con caricias aplicadas con una pluma de pavo real y cubos de hielo recorriendo la piel en una habitación preparada para prácticas sadomasoquistas.
De acuerdo con diversos portales, las expectativas despertadas por la película -se calcula que en su primer fin de semana recaude 60 millones de dólares– han mejorado las ventas de tiendas especializadas en lencería y juguetes sexuales.
Hay inclusive tinta escrita sobre el empresario ferretero que preparó a sus trabajadores para poder atender a los potenciales clientes que lleguen a solicitarles cuerdas, aislantes y accesorios relacionados con prácticas sadomasoquistas.
Cinépolis había colocado hasta ayer 215 mil boletos y Cinemex 39 mil. La película ya fue prohibida en Malasia e Indonesia.
De acuerdo con diversos críticos, la cinta adaptada del best seller erótico-sentimental de la británica E. L. James no será tan “escandalosa” como sugiere su tráiler y la lectura del libro.
No hay sexo duro ni sadomasoquismo y las escenas eróticas no superan a las que se pudieron ver en cintas clásicas como Nueve y media semanas y El último tango en París.
Para algunos críticos, la cinta es la historia clásica del Príncipe y su Cenicienta tocada por escenas cargadas de erotismo.
“No he sentido que fuera necesario ser gráficos. Cuando veo películas, el erotismo es algo que acaba con la penetración. En cambio, la parte más erótica es cómo se llega hasta ahí, y en eso me he centrado”, declaró a The Hollywood Reporter la directora de la película, la también británica Sam Taylor-Johnson.
La película cuenta la relación entre Anastasia Steel, de 22 años de edad y el magnate Christian Grey, de 27, quienes sostienen una historia de amor muy poco convencional, en especial cuando el joven inicia a su pareja en las prácticas sadomasoquistas y de sumisión.
Steel, protagonizada por Dakota Johnson, es una estudiante de literatura que conoce al multimillonario Grey (Jamie Dornan) por azares del destino. Su compañera de piso, periodista, tiene pactada una entrevista con Grey pero enferma el día de la cita y entonces Steel la sustituye.
Lo demás, como en el libro, se vuelve predecible y reiterativo. La intimidad arranca con caricias aplicadas con una pluma de pavo real y cubos de hielo recorriendo la piel en una habitación preparada para prácticas sadomasoquistas.
De acuerdo con diversos portales, las expectativas despertadas por la película -se calcula que en su primer fin de semana recaude 60 millones de dólares– han mejorado las ventas de tiendas especializadas en lencería y juguetes sexuales.
Hay inclusive tinta escrita sobre el empresario ferretero que preparó a sus trabajadores para poder atender a los potenciales clientes que lleguen a solicitarles cuerdas, aislantes y accesorios relacionados con prácticas sadomasoquistas.
Cinépolis había colocado hasta ayer 215 mil boletos y Cinemex 39 mil. La película ya fue prohibida en Malasia e Indonesia.
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