La Auditoría Superior de la Federación encontró que dinero destinado a equipar el recinto de la Cámara de Diputados se utilizó para estéticas, obsequios, eventos o el pago de telefonía
Los diputados mexicanos se repartieron al menos 125 millones de pesos (250 mil pesos cada uno) por concepto de “subvención especial a los grupos parlamentarios”; y otros 193 –asignados
a la Cámara de Diputados para la operación y el equipamiento de la sede
legislativa–a se utilizaron en conceptos que nada tienen que ver con
ese fin, tales como telefonía, la organización de eventos, obsequios,
papelería y hasta el pago de estéticas, según encontró la Auditoría
Superior de la Federación (ASF).
En el Informe de la Cuenta Pública 2013, el órgano fiscalizador señaló que para el ejercicio fiscal de ese año se autorizaron 500 millones de pesos para la conservación de la sede de la Cámara de Diputados, pero 49.2% de esos recursos se gastaron en otras cosas y se desviaron al gasto corriente.
Entre esos gastos se encuentran 47 millones para Comunicación Social,
25 millones para alquileres y arrendamiento, 14 millones para telefonía
convencional, 8 millones para eventos, otros ocho para viáticos, seis
millones para papelería, 4.6 para alimentos, 582 mil pesos para
servicios postales, 89 mil para obsequios o 140 mil pesos para estética y peluquería.
Pero además de eso, la ASF identificó 16 partidas que sumaron un
presupuesto de 74 millones de pesos que no se ejercieron y, por lo
tanto, los diputados decidieron transferirlo a otras partidas.
“No es posible evaluar la razonabilidad del gasto o comprobar si los recursos se ejercieron en trabajos legislativos
por lo que persiste una limitada rendición de cuentas en el ejercicio
de los recursos por concepto de Subvenciones, sobre todo si se
considera que dicho concepto tuvo ampliaciones presupuestarias netas en
el ejercicio de 2013 por 308,136.0 miles de pesos que representaron un
35.4% adicional al presupuesto originalmente asignado”.
Asimismo, la Auditoría cuestionó la omisión del Senado de la República, que se negó a entregar los comprobantes de gastos de más de mil 200 millones de pesos que fueron ejercidos de forma discrecional en 2013.
“La documentación que sustenta la aplicación de los recursos no fue
proporcionada a la ASF, por tanto, no se pudo comprobar si estos se
ejercieron para llevar a cabo los trabajos legislativos”, indicó la
ASF, de acuerdo con un reporte del diario Reforma.
Asignaciones a grupos parlamentarios
En el Senado, la Auditoría se enfocó en analizar los recursos que
recibieron los grupos parlamentarios que ascendieron a 1,209 millones
580 mil pesos y también encontró que “no se pudo comprobar si éstos se ejercieron para llevar a cabo los trabajos legislativos”.
“dada la limitada rendición de cuentas que presenta la citada
partida, no se pudo comprobar que los recursos transferidos se
ejercieron en los conceptos para los cuales fueron autorizados; además
de que, al no ser comprobados adquieren el carácter de ingresos
gravables por lo que se debió efectuar la retención del Impuesto Sobre
la Renta correspondiente”.
A este informe sobre la Cuenta Pública 2013 los legisladores todavía pueden hacer aclaraciones.
La ASF insistió que, en ambos casos, las Cámaras deben justificar
cada caso en los que reciben recursos, lo que incluye los gastos por
viajes, que de no tratarse de algún asunto legislativo debe
considerarse como parte del ingreso del diputado o senador y por tanto,
ser objeto de impuestos.
Este es el informe de la ASF sobre el gasto en la Cámara de Diputados:
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