En
2013, las bancadas erogaron 1,992.6 mdp pero no justificaron todos esos
gastos, señala la Auditoría en su informe de la Cuenta Pública
Por Mauricio Torres
No se contó con la información que permitiera
evaluar la razonabilidad del gasto o comprobar si los recursos se
ejercieron en trabajos legislativos, por lo que persiste una limitada
rendición de cuentas en el ejercicio de recursos por concepto de
subvenciones
Informe de la ASF
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Los
grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados gastan recursos
públicos con "limitada rendición de cuentas", lo que se refleja en que
fallan en comprobar que todo el dinero que reciben es utilizado en
tareas legislativas, advierte la Auditoría Superior de la Federación
(ASF) en su informe sobre la Cuenta Pública correspondiente a 2013.
En el documento
dado a conocer este miércoles, la ASF señala que las bancadas gastaron
ese año 1,992.6 millones de pesos, una cantidad que representa 28% del
presupuesto ejercido por la Cámara de Diputados en el Palacio
Legislativo de San Lázaro en este periodo.
De ese dinero, 1,166.6 millones fueron de subvenciones a los grupos
parlamentarios y, según la ASF, éstos no presentaron todos los
documentos para comprobar las erogaciones.
"No se contó con la información que permitiera evaluar la
razonabilidad del gasto o comprobar si los recursos se ejercieron en
trabajos legislativos, por lo que persiste una limitada rendición de
cuentas en el ejercicio de recursos por concepto de subvenciones",
señala el informe, que recomienda a la Cámara baja modificar su
normatividad interna para mejorar sus mecanismos de fiscalización.
"Se otorgaron subvenciones especiales al amparo de acuerdos emitidos
en ejercicios anteriores, no obstante que son autorizadas en
situaciones excepcionales y tienen el carácter de únicas para atender
asuntos específicos", agrega.
El documento —que analiza otras instancias de los tres niveles de
gobierno— también menciona que, de los 1,992.6 millones de pesos
gastados por las bancadas, 219.7 millones fueron para "Apoyo para
transporte" de los diputados.
Al respecto, la ASF considera que el órgano legislativo carece de
mecanismos para asegurar que los legisladores utilicen ese dinero
"exclusivamente para los fines autorizados" y, en caso contrario, se
les contabilice como un ingreso por el que deban pagar impuestos.
En reiteradas ocasiones, organizaciones civiles han advertido que la
legislación actual favorece que las bancadas legislativas trabajen en
la opacidad, pues no hay reglas que las obliguen a realizar una puntual
rendición de cuentas.
Gastos en obras y personal
En otro apartado, el informe de la ASF critica el manejo que la
Cámara de Diputados dio a los recursos que se le asignaron en 2013 para
conservación, operación y equipamiento de sus recintos, cuya principal
sede es el Palacio Legislativo de San Lázaro, al oriente del Distrito
Federal.
La ASF detalla que el órgano obtuvo un presupuesto de 500 millones
de pesos, de los cuales se ejercieron 394.6 millones y se devolvieron a
la Tesorería de la Federación (Tesofe) 105.4 millones.
Del monto ejercido, según el informe, la Cámara baja gastó 200.6
millones (50.8%) en los conceptos previstos, mientras destinó 194
millones (49.2%) a otros rubros.
Algunos de ellos son comunicación social (47.8 millones), eventos
(8.6 millones), viáticos (8.2 millones), asesoría y consultoría (7.1
millones), papelería y material de oficina (6.9 millones), alimentos
(4.6 millones), telefonía celular (3.9 millones), estética y peluquería
(140,000 pesos), obsequios (89,800 pesos) y vales (78,600 pesos).
"(Se recomienda) que la Cámara de Diputados del H. Congreso de la
Unión fortalezca sus mecanismos de control y supervisión a fin de
asegurar que los recursos fueron programados y autorizados para un fin
específico se ejerzan en el mismo", indica la ASF.
Otro apartado del informe da cuenta de que en un año creció en 41.1%
el monto de dinero destinado a "Servicios personales", es decir, la
contratación y pago de personal para San Lázaro.
La ASF indica al respecto que la Cámara baja justificó ese
incremento argumentando que su número de comisiones ordinarias pasó de
44 a 56, lo que hizo necesario contratar más gente.
El informe de la ASF —que aún puede recibir observaciones— se da a
conocer a seis meses de que la actual Legislatura termine funciones a
finales de agosto.
Los 500 legisladores que la integran serán sustituidos por los
diputados que resulten electos en los comicios federales del domingo 7
de junio.
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