2/17/2015

Nuño de Los Pinos a San Lázaro?

Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto

Las otras señales que confirmarían al futuro líder parlamentario tienen que ver con que Osorio no dejará Gobernación luego de que el Presidente se negara a aceptarle su renuncia


Con la definición en puerta de las listas plurinominales del PRI (27 o 28 de febrero), el presidente Enrique Peña Nieto prepara una jugada audaz y pocas veces vista: sacar de la casa presidencial al próximo coordinador de los diputados priístas y mandar a San Lázaro a uno de los tres hombres más influyentes en su gobierno: el jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño Mayer.
En un movimiento que nunca lograron otros influyentes asesores presidenciales en el pasado mientras estaban en funciones, desde José Córdoba Montoya hasta Ramón Muñoz o Liébano Saénz, Peña Nieto busca asegurar el liderazgo de una eventual mayoría priísta en la segunda mitad de su mandato para un hombre de todas sus confianzas, aunque sin experiencia previa como parlamentario. 
Para nadie es un secreto el nivel de influencia que Aurelio Nuño, con sus 37 años y su poca experiencia política, ha logrado en la casa presidencial. Varios analistas lo han descrito como “el hombre que endulza el oído del Presidente” por la confianza ciega que le profesa Peña Nieto a este joven licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Iberoamericana y maestro de Oxford en Estudios Latinoamericanos, quien lo mismo iba de enviado presidencial a las negociaciones del Pacto por México que opera las crisis de gobierno y de imagen por escándalos como el de la Casa Blanca o la masacre de 43 normalistas de Ayotzinapa.
Las habilidades y la preparación académica de Nuño Mayer lo convirtieron en apenas dos años en un hombre “imprescindible” para el Presidente. Aunque llegó a la campaña y luego a Los Pinos de la mano de Luis Videgaray, a quien conoció en 2009 cuando fue su asesor en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados (una de las pocas referencias parlamentarias en su currículum), Aurelio se fue ganando poco a poco un lugar propio en el círculo cercano de Peña, gracias a sus disertaciones y estrategias llenas de referencias teóricas y académicas que sedujeron al presidente.
Convertido en el think tank de Los Pinos desde los primeros meses, lo demás llegó por añadidura. Desde hace meses, Nuño dejó de operar en las sombras y se volvió cada vez más visible ya con luz propia y sin la sombra de Videgaray. Fue tal la evolución de su poder que un periodista, amigo suyo, que lo visitaba una ocasión en su despacho le soltó entre en serio y en broma: “Oye a López Mateos que fue presidente de este país, y de los más populares, su nombre sólo le alcanzó para un salón en la residencia presidencial; a ti, en cambio, que tienes solo dos años aquí ya te mandaron construir un edificio completo para ti”, le dijo en alusión al moderno complejo de oficinas donde se ubica la Oficina de la Presidencia, construido ex profeso para el área que encabeza.
En ese proceso de volverse visible, muchos han visto la señal más clara de que Aurelio Nuño será enviado por el presidente a San Lázaro como primer lugar en las plurinominales . En los últimos meses se le ha visto cada vez más en los noticieros de Televisa lo mismo en giras por el Estado de México que encabezando actos públicos y dando discursos a nombre del Presidente, sin dejar de operar además las estrategias de comunicación y de política del gobierno.
Las otras señales que confirmarían al futuro líder parlamentario tienen que ver con que Miguel Osorio Chong no dejará la Secretaría de Gobernación luego de que el Presidente se negara a aceptarle su renuncia en diciembre pasado. “Yo no voy a dejar al Presidente en estos momentos”, ha comentado el secretario, quien seguirá en Bucareli.
El caso de César Camacho, todos lo ven en San Lázaro y algunos incluso insisten en que, de no ser Aurelio Nuño, él podría ser el coordinador, aunque cuando en una entrevista reciente alguien le preguntó al presidente Peña si el líder del PRI sería diputado, el mandatario respondió: “No necesariamente”.
Así que los astros parecen alinearse para que Aurelio Nuño, que sólo ha pasado por el Congreso en calidad de asesor, pudiera convertirse en el líder de la posible mayoría priísta, en lo que sería un salto cuantitativo en su muy corta carrera política. La duda de muchos es: ¿le dará para un salto tan grande al “joven maravilla” del Presidente o le pesará su falta de oficio político?
NOTAS INDISCRETAS… Los dados vuelven recargados después de una semana de ausencia. Una disculpa a los lectores, pero motivos de salud nos obligaron a guardar reposo. Y un agradecimiento a todas sus muestras de apoyo y solidaridad. Escalera doble. 
sgarciasoto@hotmail.com

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