2/19/2018

Los periodistas pal cafe...


Más que los discursos y las escenografías de este domingo de confirmación de las candidaturas presidenciales tan sabidas, resultan especialmente significativos los movimientos internos, los reacomodos grupales y, en especial, las postulaciones a las cámaras legislativas.
Dos de los candidatos ya oficiales (hasta ayer aún eran precandidatos que habían hecho precampañas) mantuvieron un control personalísimo sobre los rangos importantes de las listas de aspirantes a diputaciones federales y senadurías: Andrés Manuel López Obrador, en Morena, se permitió incluso el exceso de colocar en lugares viables al dirigente sindical minero Napoleón Gómez Urrutia (llamado Napito en razón de haber heredado el control de ese sindicato de su padre, Napoleón Gómez Sada, quien duró 40 años como jefe de ese gremio, al clásico estilo priísta). Gómez Urrutia fue acusado de desvío de recursos por más de 50 millones de dólares de trabajadores mineros, por lo cual, y ante las evidencias de acción penal en su contra por parte del foxismo-calderonismo luego del accidente de Pasta de Conchos, se fue a vivir a Canadá, obteniendo una visa humanitaria, al declararse perseguido político, y luego la nacionalidad canadiense, según informó en su momento el abogado Marco Antonio del Toro (el mismo defensor legal de Javier Duarte de Ochoa y de Elba Esther Gordillo).
Además de esta designación, resulta polémica y contradictoria la incorporación del ex presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Germán Martínez Cázares, miembro del grupo central que operó el fraude electoral de 2006 y defendió la imposición de Felipe Calderón en términos jurídicos y políticos. Martínez Cázares publicó en días pasados un artículo periodístico en el que narró que le había sido ofrecido el formar parte de una terna que López Obrador presentaría, de llegar a Palacio Nacional, para ocupar la Fiscalía General de la República. No aceptó esa propuesta, pero ayer apareció en la lista de aspirantes al Senado, en un lugar relevante.
Ricardo Anaya Cortés también acomodó los futuros asientos legislativos de su partido conforme al interés de su candidatura presidencial. Ello le causó un revire tan enjundioso como luego negociable por parte del gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, quien hizo en una sesión interna de la cúpula de Acción Nacional una denuncia detallada de las maniobras e irregularidades cometidas por el grupito de Anaya. El enojo oratorio de Corral tuvo como telón de fondo que el frío y traicionero Anaya no incluyó en lugares preferentes, rumbo al Senado, a César Jáuregui Robles, actual secretario general del gobierno de Chihuahua, y a Gustavo Madero, el ex presidente nacional del PAN (impulsor de Anaya, a quien creyó que iba a manejar al dejarle la presidencia del partido de blanco y azul). La aparente ruptura de Corral con Anaya y el PAN hizo que en Morena le hicieran guiños de bienvenida, pero el chihuahuense aclaró que no hay tal posibilidad de migración y reiteró que, a su juicio, López Obrador es un político mezquino.
Los enojos internos en Acción Nacional provienen de los métodos inducidos por el grupo de Anaya para acotar las propuestas regionales y acomodar los segmentos privilegiados de las listas legislativas al pago de las cuentas políticas que éste suscribió en el proceso de hacerse de la candidatura presidencial. En primer lugar para el Senado aparece Josefina Vázquez Mota, a pesar del expediente oscuro de los más de mil millones de pesos recibidos del gobierno federal para apoyo a migrantes y que, triangulados, fueron ejercidos por personajes del josefinismo. Recuérdese que Vázquez Mota fue candidata a gobernadora del estado de México y desde que fue postulada, en febrero de 2017, se filtró la información de que había aceptado esa jugada electoral de sacrificio a cambio de ser candidata segura al Senado.
En segundo lugar de la lista del PAN fue aprobado Miguel Ángel Mancera, político sin registro partidista pero, al mismo tiempo, figura central del perredismo y controlador de la presidencia del comité nacional, ahora con Manuel Granados y hasta hace poco con Alejandra Barrales en ese cargo. Mancera cobra así el hacerse a un lado para que Anaya fuera candidato presidencial, lo mismo que Rafael Moreno Valle, el ex gobernador de Puebla que está encaminado a lograr un escaño, luego de ceder el paso al mismo Anaya (Moreno Valle, además, logró que su esposa sea candidata a gobernadora de Puebla).
En el bando priísta las batallas internas no se reflejan tanto en las listas de aspirantes a cargos legislativos como en la búsqueda de controlar la campaña del candidato presidencial, su entorno decisorio y su discurso. José Antonio Meade sigue impedido de desplegar algo parecido a una propuesta propia: lo mantienen atado a las figuras desgastantes de Los Pinos y de Enrique Peña Nieto. Ha dicho que no se va a deslindar de estas figuras. En todo caso, ayer ensayó algo parecido a una cierta crítica: dijo que los priístas, y él en lo personal, deben atender el malestar social y hacerse cargo (¡oh, cuán rudo concepto!) de la decepción y el malestar de la población por la violencia y los escándalos de corrupción. Ah, y en un tuit anunció que creará un Registro Nacional de Necesidades de Cada Persona.
En lo que queda del Partido de la Revolución Democrática (PRD), lo más notable fue un pleito a sillazos entre miembros de corrientes internas. De las candidaturas al Senado por la vía de la representación proporcional resaltan las designaciones de Emilio Álvarez Icaza, quien aspiraba a ser candidato presidencial por la agrupación Ahora; de Jesús Zambrano, directivo del grupo de los chuchos, y la panista Xóchitl Gálvez.
Para cerrar la presente entrega, estas palabras dichas ayer por López Obrador: “Soy terco –es de dominio público–, necio, dicen obcecado, perseverante o como suele llamarse a quienes defienden principios o alguna causa. Con esta misma convicción actuaré como presidente de la República: con necedad, con perseverancia, rayando en la locura, de manera obcecada, voy a acabar con la corrupción”. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero,Facebook: Julio Astillero,Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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La codicia de Los tres cochinitos (los asambleístas del PRD Mauricio Toledo y Leonel Luna, y el panista Jorge Romero) ha conducido a la desintegración de la Comisión para la Reconstrucción de Ciudad de México, creada tras el sismo del 19 de septiembre pasado. Ricardo Becerra, Mauricio Merino y la periodista Katia D’Artigues renunciaron. En el centro del desencuentro están 8 mil millones de pesos que los porcinos quieren agandallar, aparentemente para beneficio personal y también para apoyar a la candidata frentista Alejandra Barrales. El ex comisionado Becerra dijo que las condiciones normativas de la comisión que presidía habían cambiado, y ahora las decisiones provienen de la Asamblea Legislativa de la ciudad. Por su lado, Mauricio Merino anunció su renuncia por su inconformidad con las facultades para vigilar y regular los recursos que se autoasignaron Toledo, Luna y Romero, que anulan la tarea de vigilar los recursos con transparencia. Katia D’Artigues también dimitió. “Dejo a la comisión –creada por la Ley de Reconstrucción de Ciudad de México–, a la que fui honrosamente invitada, en un limbo jurídico que no da claridad ni certeza a nadie”, expresó en un mensaje de su cuenta de Twitter. Y, mientras tanto, los damnificados siguen esperando apoyo.
El fuero como refugio
¿Qué tienen en común tres futuros senadores del PAN? Se trata de Josefina Vázquez Mota, Rafael Moreno Valle y Miguel Ángel Mancera. Son aspirantes fallidos a la Presidencia de la República y además necesitan la tranquilidad que da el fuero. A Josefina la persiguen los recursos (mil millones de pesos, aproximadamente) que su asociación, Juntos Podemos, recibió del gobierno de Enrique Peña Nieto. Fue su contendiente por la Presidencia y corrió a declararlo ganador. A Moreno Valle se le acusa de dejar una deuda cuantiosa a su paso por el gobierno de Puebla y un estado lastimado por una serie de violaciones a los derechos humanos y por una ola de feminicidios. Renunció a sus aspiraciones presidenciales a cambio de que su esposa, Martha Érika Alonso, sea la candidata del PAN a gobernadora de Puebla. A Mancera lo persiguen sus presuntos negocios con el pulpo inmobiliario, la destrucción de Paseo de la Reforma por la línea del Metobús R7 y los anuncios, y el manejo de los recursos destinados a apoyar a los damnificados del S-19.

Los antecedentes de crímenes masivos no son nuevos en Estados Unidos. Tienen antecedentes que datan de años. El recuento de los más recientes es doloroso, porque la mayoría de los que murieron fueron niños y jóvenes.
En 1999, 13 estudiantes murieron en una secundaria de Columbine, Ohio; 24 resultaron heridos. En 2007, 32 en el Tecnológico de Virginia; en 2011, seis en Arizona durante una mitin político; en 2012, 12 en un cine en Aurora, Colorado, y hubo 70 heridos; también en 2012, 20 niños y seis profesores en la primaria Sandy Hook, en Connecticut; en 2015, 14 en San Bernardino, California, durante una reunión social, y hubo 21 lesionados; en 2016, 49 en un centro nocturno de Orlando, Florida; en 2016; 58 en Las Vegas, Nevada, y cientos fueron heridos; en 2018, 17 estudiantes y maestros en una secundaria de Parkland, Florida.
En todos los asesinatos, las armas que se usaron eran semiautomáticas.
Un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud encontró que, entre las naciones de más alto ingreso, 91 por ciento de jóvenes y menores de 15 años que fallecieron por esa misma razón eran de Estados Unidos.
Los legisladores estadunidenses no han querido admitir o entender que la segunda enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho a poseer armas, fue producto de una coyuntura en un país que había vivido una etapa cuando éstas eran necesarias para luchar en contra del ejército enemigo. A menos que alguien piense que en la actualidad Estados Unidos puede ser invadido, dicha enmienda debería revisarse y, en su caso, actualizarse a la luz del siglo XXI. Para los niños, jóvenes y maestros asesinados, la lectura anacrónica y convenenciera de la segunda enmienda ha sido consecuencia de su temprana muerte. Sólo algunos legisladores que están atados a los cánones e intereses de la industria que produce armas son capaces de argumentar que el país vive en las mismas condiciones que en 1791, cuando fue escrita la segunda enmienda constitucional.

La prerrogativa que otorga a todo ciudadano el derecho a aspirar a ser Presidente de los Estados Unidos Mexicanos está asentada en el artículo 35 de nuestra Carta Magna. Los requisitos que deben cubrir quienes quieren ostentar tan alto encargo se describen, tanto en los artículos 82 y 83 como en las leyes en materia electoral, que fijan los requisitos, condiciones y términos que todo ciudadano debe cubrir si toma la decisión, ¡Y qué decisión! de enfrentar a la aguerrida partidocracia que nos domina y disputarle, en solitario (independiente se dice, y yo pregunto, ¿de quién?) el botín pluripartidista.
Al respecto de estas candidaturas, los pros y contras son infinitos. Yo, lo declaro públicamente, estoy formado por el sí. Considero que un régimen que se declara, se ostenta, como popular, democrático, representativo, republicano, laico, no puede de entrada ser, por motivo alguno, excluyente.
Es inimaginable regresar a los tiempos del PAN fundacional (me refiero obviamente al siglo XlX), cuando el derecho al voto y no se diga a ser votado, estaba condicionado a que los electores tuvieran bienes suficientes o ingresos de consideración que los hicieran, evidentemente, gente honorable. Contaba también, por supuesto la tez, el origen y la correcta pronunciación y comprensión de rediez, Aranjuez y no jodéis.
Pienso que el pueblo llano debe tener derecho a escoger, aún a quienes lo van a dejar más llano todavía, merced a la infamia de un voto cooptado, inducido, cambalacheado gracias a las carencias y urgentes necesidades que van desde un tambo de agua, un tinaco o la esperanza de un sufragio que reditúe, ahora, lo que nunca me llegará mañana. No comparto la demagógica, ridícula y fantasiosa pretensión de que el pueblo, nada más por serlo, siempre tiene la razón o que nunca se equivoca. Por el contrario, estoy convencido que amplios sectores de ese enorme conglomerado identificado como el pueblo, están en condiciones muy precarias para identificar lo que verdaderamente es correcto, cierto y conveniente. Mínimos conocimientos, información insuficiente, pobre manejo de la castilla para expresarse y darse a entender y las miles de carencias, limitaciones de todo tipo que son, al tiempo, causa y consecuencia del atraso, la marginación, la sobrexplotación.
Han transcurrido 12 larguísimos años desde la explosión del 19 de febrero de 2006, y el empresario responsable del homicidio industrial (el tóxico Germán Larrea, junto con su Grupo México) se mantiene impune e incrementando su de por sí enorme fortuna, mientras 63 cuerpos de los 65 mineros muertos en Pasta de Conchos, Coahuila, permanecen bajo toneladas de rocas y tierra, y los deudos sin respuesta alguna.
El primer reporte del accidente en aquella mina coahuilense (que a todas luces se pudo evitar si las constantes denuncias de los trabajadores hubieran sido atendidas) señalaba que la acumulación de gas metano (muy por encima de los estándares legales para poder trabajar) provocó la explosión y derrumbe de Pasta de Conchos, ubicada en San Juan Sabinas. El accidente ocurrió a 150 metros bajo tierra en la madrugada del domingo 19 de febrero. Trece trabajadores fueron rescatados y hospitalizados con golpes y quemaduras. El equipo de auxilio señaló que las labores de búsqueda se realizan con lentitud debido a las condiciones en que quedó el sitio. Los familiares se mantienen en zozobra. Y éstas así se han quedado, en espera del rescate de sus seres queridos”.
En su informe 2006 Grupo México dijo que ocurrió un trágico accidente en la unidad de carbón Pasta de Conchos y la empresa dio respuesta inmediata y decisiva a este grave accidente en los trabajos de rescate y luego de búsqueda de nuestros mineros, así como el apoyo humanitario a sus familias de índole económico, educativo, de salud y social, sin precedente en México para las familias de nuestros mineros. Sin embargo, en los hechos, esa respuesta inmediata y decisiva nunca trascendió el discurso y, con la anuencia del gobierno foxista, apenas cinco días después de la explosión se suspendió la búsqueda de los mineros. Y nunca se hizo el menor esfuerzo para rescatar los cuerpos.
Pero a los barones de la minería les fue de maravilla. El 12 de marzo de 2006 en este espacio se comentó que no se sabe cuándo rescatarán a los mineros muertos en Pasta de Conchos, pero en medio de la tragedia los legisladores trabajaron como nunca, con asombrosa cuan sospechosa velocidad, para garantizarles un filón adicional a los empresarios de la minería. El Legislativo aprobó reformas a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional y a la ley minera con el propósito de entregar al sector privado la explotación del gas metano asociado a los yacimientos de carbón, mejor conocido como gas grisú, con lo cual los empresarios de la minería obtendrán al menos 550 millones de dólares anuales adicionales que les permitirán elevar sus ganancias, en especial a Grupo México (Larrea), Peñoles (Bailleres), Autlán (Rivera Larrea) y Grupo Acerero del Norte (Ancira), por medio de sus subsidiarias Minera Carbonífera Río Escondido, Minerales de Monclova y algunas trasnacionales con las que estos corporativos mexicanos se han asociado.
Desde entonces, tres han sido los inquilinos de Los Pinos (Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto) y la única ruta por la que esa tercia transitó fue la de garantizar impunidad a Larrea (como a otros barones), otorgarle más y más concesiones mineras, ofrecerle “nuevas oportunidades de negocios (como el petrolero) y protegerlo de cualquier responsabilidad por todo tipo de accidentes tóxicos, como la contaminación de los ríos Sonora y Bacanuchi, en agosto de 2014 (léase el derrame de cuando menos 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico de la mina Buenavista del Cobre, antes Minera Cananea, propiedad del tóxico empresario; el gobierno peñanietista los calificó como el peor desastre ecológico minero en la historia de nuestro país, pero no le canceló la concesión ni hizo mayor cosa para no ofender al magnate).
Así, a lo largo de ese periodo la fortuna de Germán Larrea se multiplicó por 14 (de mil a 14 mil millones de dólares), siempre a costillas de los bienes de la nación, al tiempo que este personaje y sus cancerberos afirman que Grupo México no tiene dinero para rescatar los cuerpos de los mineros sepultados en Pasta de Conchos. Sin embargo, la mayor parte del complejo de carbón y coque de Nueva Rosita, Coahuila, (propiedad de Larrea) sigue en operación. De hecho, en su más reciente informe financiero, Grupo México detalla que en esa zona opera una mina a tajo abierto con una capacidad de producción de 350 mil toneladas de carbón al año y que al 31 de diciembre de 2016 las reservas de carbón para la planta de Nueva Rosita eran de 95.1 millones de toneladas. Pero no hay dinero para el rescate.
Entonces, en los 12 años transcurridos se han sucedido tres inquilinos de Los Pinos (Fox –quien al igual de Germán Larrea, nunca se apersonó en la zona de desastre ni dio la cara a los familiares de los mineros fallecidos–, Calderón y Peña Nieto); cinco secretarios del Trabajo (Francisco Javier Salazar Sáenz –sucesor de monseñor Carlos Abascal–, Javier Lozano Alarcón –ahora senador y vocero priísta–, Rosalinda Vélez, Alfonso Navarrete Prida, ahora secretario de Gobernación, y Roberto Campa, recién estrenado en el cargo); siete procuradores generales de la República y un encargado de la tienda (Daniel Cabeza de Vaca, Eduardo Medina Mora –actual embajador ministro de la Suprema Corte–, Arturo Chávez, Marisela Morales Ibáñez –cómodamente instalada en el consulado de México en Milán, Italia–, Jesús Murillo Karam, Arely Gómez (ahora secretaria de la Función Pública), Raúl Cervantes Andrade (el fracasado fiscal carnal) y Alberto Elías Beltrán.
Con el neoliberalismo inicio un proceso de concentración regresiva del ingreso y la riqueza.
En México el impacto neoliberal ha sido demoledor para la economía del país y para el 80% de la población, y la degradación se manifiesta cada vez con más intensidad en todos los ámbitos. Hoy analizamos sus efectos en la concentración del ingreso, causa primaria de sus contrapartes: pobreza, marginación, desempleo, erosión salarial, corrupción, inseguridad,...
De la riqueza generada cada año por todos los que participan en una economía, su distribución entre los factores de la producción la definen como socialmente en desarrollo o en regresión.
Tras un lento avance, México llegó a su mejor momento distributivo en 1976, cuando del Ingreso Nacional los asalariados recibieron el 43.5% (60% o más en los países avanzados) y el capital 52.9%. Diez años después, ya en la fase neoliberal, el salario (trabajo) sólo recibió 34.8% y la ganancia 60.7%. En 2016 (último año con cifras) el salario recibe el 32.2% y el capital 59.5 (que en realidad es el 80% del PIB dado que 20.5% se contabiliza como consumo de capital fijo, que es la depreciación de activos fijos: maquinaria, equipo, construcciones) (Gráfico 1).
“Estamos juntos aquí porque si lo único que puede hacer nuestro gobierno y el presidente es enviar sus condolencias y oraciones, entonces es momento de que las víctimas sean el cambio que necesitamos ver”, declaró Emma Gonzalez durante un mitin contra las armas el sábado en Fort Lauderdale, cuatro días después de sobrevivir a la matanza en su preparatoria en el pueblo de Parkland, Florida, a unos kilómetros de donde hablaba con voz firme y entre lágrimas de ira y tristeza.
Gonzalez, de 18 años, señaló que ya todos conocen las estadísticas sobre los tiroteos masivos y cómo se repiten estas tragedias por todo el país. De hecho, ella y sus compañeros se han sumado a los más de 150 mil estudiantes en más de 170 escuelas primarias, secundarias y preparatorias que han atestiguado un tiroteo en sus instalaciones desde la matanza en la preparatoria Columbine, en 1999, según un análisis del Washington Post.
“Vamos a ser los jóvenes de los cuales ustedes después leerán en sus libros de texto. No porque vamos a ser otra estadística sobre tiroteos masivos en Estados Unidos, sino porque vamos a ser el último tiroteo masivo (…) vamos a cambiar las leyes”, prometió a los más de mil estudiantes, padres de familia y otros que se congregaron para decir ya basta.
Si el presidente quiere presentarse frente a mí y decirme en mi cara que esto fue una tragedia terrible y que nunca debió haber ocurrido, y si quiere seguir diciendo que nada se puede hacer al respecto, felizmente le preguntaré cuánto dinero ha recibido de la Asociación Nacional del Rifle. Y ¿quieren saber algo? No importa, porque ya sé: 30 millones de dólares (...) A todo político que recibe donativos de la NRA (Asociación Nacional del Rifle): vergüenza, y en ese momento cientos de sus compañeros y padres de familia corearon: vergüenza, vergüenza.
La decisión del consejo estatal del PAN de quitar al diputado federal Jorge Ramos Hernández la primera posición en la candidatura al Senado por Baja California, y darla a la también diputada federal Gina Cruz, fue un golpe inesperado al equipo de quien se perfila como el candidato de Acción Nacional a la gubernatura, que se disputará el próximo año.
Cuando se registró como precandidato al Senado se le dijo que encabezaba la fórmula y no tendría contrincante masculino. Quienes van en primera posición tienen asegurado que si su partido queda en segundo lugar entran como primera minoría. José Guadalupe Osuna Millán, quien también aspiraba a esa posición, se rezagó cuando apoyó públicamente a Margarita Zavala y retó al partido a que lo expulsara por ello.
El diputado ya fue alcalde de Tijuana y tiene más presencia política y mediática que Gina Cruz, esposa del secretario general de gobierno, Francisco Rueda, así que todo indicaba que con Osuna Millán de lado, el grupo de Jorge Ramos había logrado acuerdos de largo alcance con el del mandatario, Francisco Kiko Vega. Pero el viernes pasado le aplicaron un descontón, y nadie sabe si las encuestas tuvieron algo que ver. En el reacomodo se vislumbra que la esposa del gobernador, Brenda Ruacho, sea la suplente de Gina Cruz.
Nadie sabe para quién se deja crucificar. Si el buen Jesús de Nazaret o de Belén o de donde usted prefiera hubiese imaginado el enredo, diferencias y enjuagues en que se iba a convertir su visión de la vida y del ser humano con las subsecuentes versiones que de ésta harían sus seguidores, seguro se habría disfrazado y huido lejos de Jerusalén, del Monte Calvario y de su optimismo por salvar almas en un mundo cuyos habitantes sólo han aprendido a multiplicarse, en buena medida gracias a... ¡las religiones!
A lo largo de la historia las diversas corrientes de simpatizantes, seguidores y practicantes del supuesto mensaje de Cristo, pues éste nunca escribió (católicos, decenas de denominaciones protestantes, ortodoxos y coptos con sus respectivas estructuras jerárquicas, burocracias y caudales), no han logrado dar testimonio de armonía de sí mismos, entre sí y con los demás, precisamen-te por su notoria incongruencia entre lo que dicen creer y lo que hacen, así como por su feroz intolerancia, sean perseguidores o perseguidos. Aquel mensaje de amor original fue abortado por el afán de poder y confundido con la procreación irresponsable.
En la madrugada del 19 de febrero de 2006, hoy hace 12 años, una explosión de metano dejó atrapados a 65 obreros que laboraban en las profundidades de la mina Pasta de Conchos, en Coahuila, y lesionó a otros 13 que fueron rescatados con vida. En las horas y días siguientes, el gobierno federal, entonces encabezado por Vicente Fox, y la concesionaria de la excavación, Grupo México, reaccionaron en forma omisa ante la situación y en lugar de agilizar los trabajos de rescate los obstaculizaron con innumerables pretextos y desinformaron deliberadamente a la sociedad sobre la situación de los infortunados mineros con datos contradictorios e inverosímiles. Más aún, seis días después del accidente fue surgiendo información sobre la negligencia de la empresa y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, que entonces encabezaba Francisco Javier Salazar, en materia de seguridad laboral.

Posverdades y plusmentiras
Deseo felicitar a La Jornada por fomentar la discusión con el brillante artículo de Fernando Buen Abad Domínguez, quien pone en evidencia las enormes ramificaciones que tienen los grandes medios (mass media) internacionales y que con frenesí difunden sus planteamientos, que se convierten frecuentemente en dogmas en tanto machacan a toda hora sus sentencias. Jueces del mundo, fiscalizadores de conciencias, los grandes mainstreams de la información se han convertido en difusores de la llamada absurdamente posverdad. Así han actuado en Venezuela, en Bolivia, en Argentina, diseminado odio, calumnias y confundiendo la nota roja con el análisis político.

En mi anterior artículo sobre la nueva guerra fría de Donald Trump y la reciente gira del secretario de Estado Tillerson a América Latina, dijimos que una de las fórmulas del presidente estadunidense para seguir manteniendo el control de los países del continente era sin duda la doctrina Monroe, ya vieja de un siglo pero muy eficaz para el imperio y para mantener el estatus favorable a sus intereses en esta parte del mundo.
La lucha de un pueblo para sacudirse un sistema económico y político injusto y opresor no es fácil; los cambios requieren sacrificios, unidad de quienes se comprometen a lograr el objetivo, pero también de aliados y esto amplía las necesidades a una seria reflexión, a un debate sobre estrategias y métodos para el día a día de la batalla por el cambio. Durante mucho tiempo la lucha, primero del gobierno legítimo, después del movimiento precursor y ahora del partido Morena, recayó en un sector indignado e informado de la sociedad.
Cada que puede, Andrés Manuel López Obrador proclama que en México manda la mafia del poder, formada por funcionarios, empresarios, políticos y sus voceros. Todo lo malo que nos pasa es culpa de ella, afirma. Pero hay otras mafias que disponen de recursos públicos y manejan instituciones financiadas por el erario.
Los maestros han sido botín político de las cúpulas sindicales y de sus fricciones internas en esta coyuntura electoral. Mediante Nueva Alianza, Juan Díaz de la Torre oferta el voto magisterial al PRI, su partido protector; Elba Esther Gordillo Morales, por conducto de las Redes Sociales Progresistas (RSP), de sus familiares y de su operador más notable, el ex secretario general del SNTE Rafael Ochoa Guzmán, ofrece el voto de los maestros y sus huestes electorales a Morena.
La generación de riqueza, su acumulación y apropiación tienen hoy rasgos particulares y diferentes a los que definían convencionalmente al capitalismo como forma de producir y de distribuir ese producto.
Si le hemos de creer a Fahrad Manjoo, comentarista de tecnología en New York Times, los días del texto, es decir, de la escritura, están contados. Así de simple. Podemos deducir que su disolución será paulatina, desaparecerá cuando lo haga el último humano capaz de leerlo. Pero Manjoo lo considera inexorable y ofrece ejemplos de innovaciones digitales que lo respaldan. Nos recuerda que cuando nació Internet, las computadoras sólo leían texto, poseían sus propios idiomas o lenguajes. Pero ya hace rato que dotamos las máquinas de ojos y oídos.

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