En referéndum, 66.4 por ciento de la población vota a favor
El
festejo y las emociones no pudieron ser más grandes cuando la multitud
que se había reunido este fin de semana en el patio del Castillo de
Dublin, sede del gobierno irlandés, conoció los resultados del
referéndum sobre el aborto.
Este país ultracatólico, hasta ahora con una de las leyes más
estrictas de Europa sobre el aborto- sólo se permite en caso de que la
vida de la madre esté en riesgo- había votado con 66.4 por ciento a
favor de derogar esta ley.
De este modo, las irlandesas podrán acceder a un aborto legal hasta
las doce semanas de gestación, por cualquier motivo. Después de este
periodo, será legal cuando la vida de la mujer esté en riesgo o cuando
el feto no tiene probabilidad de vivir fuera del cuerpo de ésta.
Muchas de las mujeres presentes no pudieron contener sus lágrimas al
conocer este voto histórico. El periódico británico “The Guardian”
entrevistó a la defensora Sheila Aherne, quien describió el dramático
cambio que ha vivido el país en los últimos 40 años en donde la Iglesia
católica siempre ha tenido una influencia muy fuerte en esta isla al
oeste de Inglaterra.
A inicios de los años 80, estaban prohibidos el divorcio y los
anticonceptivos. En otro referéndum, las y los irlandeses votaron con
gran mayoría de establecer la ley de aborto que ahora fue derrocada,
dándole al feto el mismo derecho a la vida que a la mujer. En estos años
nadie hablaba de aborto, narró Sheila, las discusiones se produjeron
por el simple hecho de dar información.
En ese entonces, Sheila publicó en una guía de estudiantes, los
números telefónicos de clínicas en Inglaterra, donde el aborto era
legal. Por eso, sus vecinos la escupieron y la llamaron “asesina de
bebés”, aparte de toda una batalla legal y amenazas de cárcel que
enfrentaba. “Ahora tengo 59 años y no pensé que iba a vivir ese día”,
confesó la defensora al diario.
El resultado del referéndum que vemos hoy se basa en una lucha de 35
años de muchas mujeres valientes que han pagado un precio muy alto por
eso, dijo al mismo diario, la directora de fondos de la campaña “Juntos
para un “Sí”, Denise Charlton.
La campaña fue la que juntó los esfuerzos de todas y todos los
activistas en los meses anteriores al referéndum. Es notable que en su
material de información no hay ninguna referencia al feminismo, “para no
espantar a la población conservadora”, observó la dramaturga Louise
White en entrevista con El País.
Por cierto, las voces que pidieron un “Sí” antes del voto hablaban
más de “compasión”, y la necesidad de regular un fenómeno que existe a
pesar de las leyes estrictas. El lema central de la campaña fue “Una
mujer que amas podría necesitar tu Sí”.
Ésta fue tal vez una de las cifras más citadas por las personas
votando “Sí”: Según las estadísticas del Seguro Médico Nacional
británico, nueve mujeres irlandesas se someten a un aborto en el país
vecino cada día. Otras dos, según las estadísticas, piden la “píldora
del día después” vía internet y la toman sin la supervisión de un médico
o una médica.
En conclusión, argumentó la campaña, el aborto no ha cesado de
existir en las últimas décadas. Sólo el acceso a servicios de salud se
ha complicado, sobre todo para mujeres de bajos recursos. El caso
particular que causó una ola de indignación, y que fue el inicio de los
esfuerzos que llevaron al referéndum, fue el de Savita Halappanavar.
Esa dentista de entonces 31 años se presentó en una clínica de
Galway, Irlanda, con complicaciones en su embarazo en el año 2012. Los
médicos se negaron a interrumpir el embarazo. Dos días después, el feto
se murió, pero la septicemia ya había tomado el cuerpo de Savita y ella
también falleció.
A pesar de este caso tan emblemático, Irlanda tiene niveles de
mortalidad materna muy bajos. En los últimos cinco años, la Razón de
Muerte Materna fue de 8 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, según la
Organización Mundial de Salud. En México, país donde el aborto es legal
por ciertas causales, la razón fue de 38.9 en 2014, según el
Observatorio de Mortalidad Materna en México.
La cifra de mortalidad materna fue uno de los argumentos de la
campaña a favor del “No” en Irlanda, pero no impactó. De hecho, no
solamente en la Ciudad de Dublin, sino también en las zonas rurales ganó
el “Sí”. Sólo en uno de los 40 departamentos que votaron, la fracción
anti-aborto tuvo la mayoría.
Por el otro lado, las historias de jóvenes irlandesas e irlandeses de
la diáspora mundial volviendo a casa para votar “Sí”, se hicieron
virales. Dieron vuelta las fotos de jóvenes en sus suéteres “Repeal”
(Deroga, en inglés), en diferentes aeropuertos del mundo.
Compartieron como hicieron el esfuerzo de volver de Buenos Aires,
Vietnam, Australia y otros lugares “para hacer historia” y modernizar a
su país, como ya lo habían hecho hace tres años cuando Irlanda votó a
favor de legalizar el matrimonio igualitario.
Esos esfuerzos les dieron esperanza a las veteranas y veteranos de la
lucha pro-aborto. “Estando en el castillo de Dublin y viendo a todas y
todos esos jóvenes, sentí que el futuro está seguro en sus manos”, cita
el Guardian a Frank Crummy, de 81 años, quien trabajó en una de las
primeras clínicas de planificación familiar en Irlanda.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, fue uno de la mayoría de
políticos y políticas que votaron por un “Sí” y que ahora espera
convertir el voto popular en ley. Se espera que el proceso hasta que se
apruebe en el parlamento irlandés tomará hasta finales del año.
Imagen retomada del Twitter Libres y Combativas
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario