Renace esperanza para familiares de mineros de Pasta de Conchos
Hace
13 años que la mina 8 Unidad Pasta de Conchos, en el estado de
Coahuila, sufrió una explosión en la que 65 de los 73 obreros que se
encontraban trabajando quedaron atrapados.
Los meses posteriores al derrumbe pudieron rescatarse solamente 2
cuerpos, pero 63 permanecen desde entonces sepultados bajo los escombros
de la mina de carbón ya que la empresa responsable de la mina, “Minera
México”, anunció desde el 4 de abril de 2007, la suspensión del rescate
bajo el argumento que se ponían en riesgo las vidas de los rescatistas.
En los últimos 100 años, solamente los 63 mineros junto con un
ingeniero atrapado en 1973 en una mina, han sido los únicos cuyos
cuerpos no han podido recuperarse, pero esta historia podría cambiar
para las familias de los mineros de Pasta de Conchos, quienes ven una
esperanza para recuperar los restos de sus seres queridos tras la
reunión que sostuvieron la tarde de ayer con el Subsecretario de
Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
En entrevista con Cimacnoticias, la representante de la Organización
Familia Pasta de Conchos (OFPC) Cristina Auerbach, informó que el
funcionario les prometió que en la próxima semana se establecerá una
mesa para evaluar la recuperación de los restos en la que participarán
las Secretarías de Economía, de Trabajo, y de Relaciones Exteriores,
ésta última toda vez que el caso está en su etapa de fondo en la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Frente a las omisiones del Estado y la falta de debida diligencia e
investigación, las familias se unieron con el Centro de Reflexión y
Acción Laboral de Fomento Cultural y Educativo (Cereal), el Equipo
Nacional de Pastoral Laboral (ENPL) y el Centro de Derechos Humanos
Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) para presentar ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos una petición a fin de encontrar
justicia y la reparación integral del daño.
Cristina Auerbach confirmó que las familias están dispuestas a buscar
una solución amistosa, antes de un proceso ante la Corte Interamericana
bajo esta condición: “Sólo si empiezan con la recuperación de los
restos.” Las familias quieren enterrar a sus seres queridos y llevarles
flores al cementerio.
Se espera que la mesa elabore una propuesta técnica, jurídica y
financiera para la recuperación de los restos. Por el momento no se
tiene fecha para la entrega, pero las familias tienen confianza que será
posible ya que una propuesta con los mismos elementos fue presentada a
la CIDH, dijo Auerbach.
Las familias y las organizaciones acompañantes siempre han señalado
que la razón para suspender el rescate obedeció a que ello hubiera
evidenciado las pésimas condiciones de trabajo en la mina de carbón, lo
que implicaba sanciones penales y económicas para la empresa.
La Mina 8 tenía reportes de fallas de seguridad cuando menos desde el
año 2000, indicó el Prodh. En la última inspección, realizada el 12 de
julio de 2004, se asentaron 43 violaciones directas a la norma de
seguridad e higiene y se ordenaron 48 medidas, muchas de ellas de
extrema urgencia.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos en su recomendación 26/2006,
concluyó que “los servidores públicos de la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social toleraron que la referida empresa funcionara en
condiciones que no garantizaban íntegramente la salud y la vida de los
trabajadores y con ello, se transgredieron en perjuicio de los
agraviados los derechos fundamentales de legalidad, seguridad jurídica, a
la vida, a la integridad física y a la seguridad e higiene”.
En su informe “El Carbón Rojo de Coahuila: Aquí acaba el silencio”,
presentado en 2018, los familiares evidenciaron que en la mina no se
habían empleado medidas para contener las partículas de carbón propensas
a explotar cuando había mayores concentraciones. Los arcos de los
túneles no tenían separadores para evitar que “caigan como caigan como
piezas de dominó” en caso de una emergencia.
Los peritajes llegaron a la conclusión que el agua acumulada en la
mina podría portar bacterias peligrosas emitidas por los cuerpos de los
mineros, sin embargo, sostuvieron familiares en el informe, en el
momento que se hicieron estos peritajes, 13 meses después del siniestro,
“ya no hay material orgánico en los restos de los mineros”.
Grupo México empleaba maquinaria tan vieja que ya no existían piezas
de repuestos y los mismos trabajadores tenían que elaborarlas al mismo
tiempo que se hacían soldaduras dentro de la mina, según los testimonios
de los mineros en el informe.
Pese a todo ello “hasta la fecha no existe una investigación activa
para esclarecer exhaustivamente lo sucedido y procurar justicia para las
65 víctimas y sus familias”, ha sostenido el Centro Prodh, “tampoco se
ha demostrado voluntad política del Estado para hacer el rescate”.
Hace un año, el 19 de febrero, 2018, las familias y la Organización
Familia Pasta de Conchos instalaron un Antimonumento, con la cifra “65+”
en la Ciudad de México, en Avenida la Reforma, frente a la Bolsa
Mexicana de Valores.
Enfrente de él, esta mañana, familiares recordaron una vez más las
injusticias hacia los mineros y sus familias, y demandaron mejores
condiciones de trabajo para los mineros del país.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | Ciudad de México.
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