Autor:
Érika Ramírez @erika_contra
Pemex donó más de 1 mil 800 millones de pesos sólo en 2016. Más del 80 por ciento se usó en fines distintos a los establecidos, incluida la compra de un helicóptero en el gobierno de Tabasco. Por visos de corrupción, el presidente López Obrador canceló este tipo de gastos en todo el gobierno federal
Petróleos Mexicanos (Pemex) donó más de 1
mil 800 millones de pesos sólo en 2016, con el fin generar un
“beneficio” en los espacios donde opera: reparaciones en carreteras,
rehabilitación de zonas dañadas ecológicamente, obras de infraestructura
y hasta contribuir en la compra de aeronaves.
Parte de los donativos se entregó con
transferencias de dinero por más de 63 millones de pesos, y en especie,
por más de 1 mil 200 millones. En más del 80 por ciento del monto total
habría anomalías, como que los gobiernos estatales beneficiados no
entregaron la evidencia de cómo fueron utilizados los recursos
transferidos.
Ejemplo de ello es que Pemex eludió dar
seguimiento de los apoyos, como el entregado al gobierno de Tabasco por
15 millones de pesos para la compra de un helicóptero. El monto
finalmente se reintegró al erario.
En tanto, en Tamaulipas, Veracruz y
Oaxaca no hubo verificación del destino de los productos petrolíferos
donados, por más de 110 millones de pesos, por lo que pudieron haber
sido rematados a terceros. Y es que la Gerencia de Responsabilidad y
Desarrollo Social de la petrolera no daba puntual seguimiento a cómo era
utilizado el dinero.
A Tamaulipas, gobernado por Francisco
Javier García Cabeza de Vaca, le fueron entregados más de 250 millones
de pesos; a Veracruz, entonces bajo la administración de Javier Duarte
de Ochoa, más de 110 millones; y a Oaxaca, en el mandato de Alejandro
Murat, 17 millones.
La unidad encargada de la dispersión de
estos apoyos en Pemex es la Gerencia de Responsabilidad y Desarrollo
Social, con oficinas en 12 entidades prioritarias: Campeche, Coahuila,
Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis
Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
Esta unidad ha operado sin los procedimientos adecuados ni las bases para su buen funcionamiento, muestran informes internos.
El Estatuto Orgánico de Petróleos
Mexicanos indica en su artículo 10 que el Director General tendrá entre
sus funciones: “Recibir las solicitudes y autorizar los apoyos en
materia de responsabilidad y desarrollo social que otorgan Pemex, sus
Empresas Productivas Subsidiarias y, en su caso, Empresas Filiales,
relacionados con donativos en numerario, donaciones en especie, obras de
beneficio mutuo, y cualquier otro mecanismo análogo, en términos de la
Ley y de la normativa que emita para tal efecto el Consejo de
Administración y fijar con base en éstas, las directrices para el
análisis y dictamen de las solicitudes, y el seguimiento de su
aplicación, así como instruir el establecimiento y operación del
programa de apoyo a la comunidad y medio ambiente”.
Las donaciones
Los donativos de Pemex se hicieron con
referencia al capítulo 4000, denominado Transferencias, Asignaciones,
Subsidios y Otras Ayudas. Y se trata de “asignaciones destinadas en
forma directa o indirecta a los sectores público, privado y externo,
organismos y empresas paraestatales y apoyos como parte de su política
económica y social, de acuerdo con las estrategias y prioridades de
desarrollo para el sostenimiento y desempeño de sus actividades” (Diario
Oficial de la Federación).
Actualmente, la Comisión de Presupuesto y
Cuenta Pública de la Cámara de Diputados –encabezada por Alfonso
Ramírez Cuéllar– pedirá a Pemex que informe el destino de las donaciones
de combustible y asfalto a estados, municipios y organizaciones
sociales durante la pasada administración, pues dicha práctica se
desarrolló sin control alguno y terminó por convertirse en un negocio.
“En realidad nunca se supo bien a bien
cuáles eran los criterios (para hacer las donaciones); había
funcionarios, incluso familiares de funcionarios, que estaban como
intermediarios de ayuntamientos y eran gestores, y lo que debían ser
donativos, pues se convertía en un negocio”, declaró Ramírez Cuéllar al
diario Novedades Campeche.
Los donativos son uno de los mecanismos
de transferencia de recursos a los que el gobierno de Andrés Manuel
López Obrador ha cerrado la llave, bajo el argumento de que había muchas
prácticas de corrupción.
Por ello, el presidente ordenó que ya no
se transfieran recursos del presupuesto a organizaciones sociales,
sindicatos ni organizaciones de la llamada sociedad civil, o
asociaciones filantrópicas: “Ya nada de eso se va a permitir. Todo el
apoyo del gobierno, el ejercicio del presupuesto, se va a entregar de
manera directa a los beneficiarios”.
Según el protocolo de otorgamiento de
los donativos, para ser beneficiario se debía presentar una petición en
escrito libre dirigido al director general de Pemex, en el que se debía
indicar el tipo de apoyo requerido (donativo en numerario o donación en
especie: productos, bienes muebles e inmuebles), así como, referir el
uso que le pretende dar al apoyo solicitado.
Érika Ramírez
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