8/31/2010

Sin avance en la justicia, “queremos estar con la gente que él estaba”

Visitan padres de activista finlandés plantón de triquis en Oaxaca

Por Nadia Altamirano Díaz, corresponsal

Oaxaca, Oax. 30 ago.10 (CIMAC).- A cuatro meses del asesinato de la maestra Beatriz Alberta Cariño y el ciudadano finlandés Jiry Jaakkola, cuando en una caravana intentaban llevar ayuda humanitaria a los habitantes de San Juan Copala, las mujeres triquis en resistencia se reunieron con Eve y Raimond Jaakkola, padres del activista, en el zócalo de esta ciudad, donde mantienen un plantón indefinido para exigir justicia por éstos y otros 20 asesinatos más.

“Nuestro hijo estaba aquí, queremos solamente estar con la gente con quien él estaba”, dijo ayer brevemente Eve, la madre de Jiry, quien aclaró que no tienen previsto reunirse con autoridades locales, como ocurrió en la capital del país, donde se encontraron con personal de la Procuraduría General de la República, instancia que atrajo la investigación.

Unas 20 mujeres, que desde el pasado 7 de agosto mantienen un plantón indefinido frente al edificio que antes funcionaba como Palacio de Gobierno, marcharon ayer en el zócalo oaxaqueño para volver a exigir al gobierno del estado su intervención, tanto para esclarecer los asesinatos, como para mejorar las condiciones de vida de unas 50 familias en San Juan Copala.

“Autonomía y resistencia triqui”, era el lema que se leía en una manta blanca que al frente de la marcha sostenía una pareja de niños originarios de San Juan Copala.
Otro niño, sostenía una cartulina azul en la que se leía: “La autonomía de los pueblos es el único futuro con dignidad”. Un mensaje similar estaba en otra cartulina del mismo color: “La autonomía es el grado más alto de conciencia en el ser humano”.

Desde enero del 2007, la agencia de San Juan Copala, perteneciente al municipio mixteco de Santiago Juxtlahuaca, se declaró municipio autónomo y se deslindaron del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT) creando otra organización independiente (MULTI), que junto con la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT), son las agrupaciones sociales que se disputan el control de la zona.

Las mujeres de San Juan Copala señalaron nuevamente a los integrantes de la UBISORT y el MULT, como los responsables de que en su comunidad no haya servicios básicos ni profesores para iniciar el ciclo escolar 2010-2011 y de que el 21 de agosto hayan asesinado a tres de los organizadores de la caravana que hace una semana planeaba salir rumbo a la ciudad de México.

“Por ese dolor y la rabia que sentimos suspendimos la caravana que es muy arriesgado que siga, vamos a mantener el plantón, hasta que se haga justicia”, dijo Mariana Flores, una joven triqui que se ha convertido en la vocera de las mujeres en resistencia.

Las indígenas triquis han denunciado también que han visto que gente del MULT y la UBISORT las vigilan pero “no les tenemos miedo, lo que ellos quieren es que abandonemos el plantón y dejemos de exigir”.

Con una flor y una veladora en la mano, o con sus hijos en brazos, las mujeres marcharon en el zócalo y luego realizaron un rosario en su campamento como una especie de novenario por los tres organizadores de la caravana que fueron asesinados hace nueve días, cuyos nombres fueron escritos en los tapetes con figuras religiosas que instalaron en el suelo, rodeados de veladoras.

“El MULT y UBISORT que atacó a nuestros compañeros que fueron heridos… son financiados por el gobierno del estado, quien no ha dado ninguna respuesta a pesar de que saben quiénes son los asesinos de los activistas y hasta ahorita no tenemos a ningún responsable”, denunció Mariana Flores.

Dijo que las autoridades estatales ponen como pretexto que no pueden seguir investigando porque los testigos no acuden a la Procuraduría General de Justicia del Estado a declarar.

“Es otro pretexto del gobierno porque no quiere detener a los asesinos, porque protege a los asesinos”, dijo antes de indicar que en San Juan Copala las balaceras se presentan todos los días y las 50 familias que aún viven ahí no pueden salir.

La situación en la que viven los pobladores de San Juan Copala fue la razón para que una primera caravana intentara ingresar el 27 de abril pasado para llevarles víveres, pero unos cuatro kilómetros antes de llegar fueron atacados y murió Bety Cariño, junto con el activista finlandés.

Posteriormente, el 8 de junio, un grupo de diputados federales encabezó una segunda caravana que tampoco pudo ingresar a San Juan Copala porque integrantes de la UBISORT, principalmente mujeres y niños, bloquearon el acceso a esa comunidad. Las 30 toneladas de alimentos recolectados se quedaron en Huajuapan de León.

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