En su edición digital, el periódico La Jornada asegura, en un mensaje diplomático clasificado de "SECRET//NOFORN" (secreto para extranjeros), fechado el 28 de marzo del 2008, que los cuatro estudiantes mexicanos asesinados y la graduada de la Universidad Autónoma de México (UNAM) herida en el ataque, estaban de visita en el lugar.
Según la fuente, los fallecidos Verónica Natalia Velázquez, Soren Ulises Avilés, Juan González del Castillo y Fernando Franco, así como la sobreviviente Lucía Morett, fueron a un congreso bolivariano en Quitoa y visitaron a los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El documento agrega que no tienen fundamento las acusaciones de que Morett era el principal nexo de las FARC en México, ni de que ella y sus compañeros recibían entrenamiento de la guerrilla.
El bombardeo, que concluyó en un desembarco terrestre, ocurrió el 1 de marzo de 2008, en la zona conocida como Sucumbíos, cuando en franca violación del territorio ecuatoriano, el ejército colombiano asesinó a varios guerrilleros, entre ellos Raúl Reyes, un importante jefe de las FARC y a los estudiantes de la UNAM.
Dicho cable, uno de los tres mil relacionados con México entregados por Wikileaks a La Jornada, descarta incluso versiones periodísticas de que Raúl Reyes tuviese en su poder una computadora con datos sobre un cargamento de droga que la guerrilla habría enviado a un cártel mexicano.
También niega que las FARC tengan actualmente presencia en México y solo reconoce discretas relaciones ideológicas con un sector de la UNAM, la cual se fomentó cuando en 1992 el gobierno mexicano permitió una oficina de la organización en el país, mientras se realizaban las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla.
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