3/12/2012

Autoridades ineficientes frente al feminicidio

UNT_niunamas

Miriam Ruiz Mendoza

Toluca, México, marzo 12, 2012 (SEMlac).- Las madres de Ciudad Juárez tuvieron que contar la historia otra vez: las progenitoras de las víctimas de desaparición y feminicidio en el Estado de México también conocen del acoso y la ineficiencia de las autoridades que se niegan a reconocer la gravedad de este fenómeno.

Periodistas, activistas y madres de desaparecidas llevaron un mensaje contundente el 8 de marzo ante legisladores locales del Estado de México, entre los de mayores tasas de asesinatos de mujeres y resistencia a implementar una alerta de género: es grave el feminicidio en la entidad.

El Comité Pro Defensa del Periodista en el Estado de México convocó al tema con la ponencia "Feminicidios en el Estado de México, saldo pendiente". Esa entidad y el Distrito Federal concentran casi la tercera parte de la población mexicana.

Leticia Mora Nieto, madre de Georgina Ivonne, denunció que su búsqueda de justicia, al igual que en Juárez, pasa por soportar nepotismo y hasta acoso sexual de los funcionarios públicos que debieran ayudar.

Al dolor de la pérdida se suman los malos tratos, el pago a servidores públicos "para que puedan trabajar en nuestros casos. Consideran que buscar a personas desaparecidas es pérdida de tiempo", señaló.

Georgina Ivonne Ramírez Mora, de 22 años y desaparecida hace nueve meses, estaba radicada en Atizapán de Zaragoza, uno de tantos municipios que alimenta la fuerza laboral en el DF.

También Amparo Vargas Rodríguez, morena, muy delgada, madre de Eva, una de las hoy famosas víctimas de otro despreciable asesino serial con el mote "El Coqueto", pidió con furia la renuncia del actual procurador estatal Alfredo Castillo.

Castillo es responsabilizado por la fuga de César Armando Librado Legorreta, "El Coqueto", a principio del mes, asesino confeso de siete mujeres en un caso que hoy produce titulares en la prensa mexicana.

Como en Juárez, ella tuvo que iniciar su propia averiguación un 26 de noviembre de 2011, cuando le avisaron que su hija de 16 años había subido a un microbús pero nunca llegó a casa. Y tuvo que recibir su cuerpo tres días después de Navidad.

Invitada a hablar como especialista en el foro, la periodista Sara Lovera resumió el panorama: el Estado de México ha bajado esa constante a un noveno lugar, pero no por la disminución de la tasa o número, sino porque la violencia en las calles creció en Tamaulipas, Veracruz y Nuevo León.

Las cifras detectadas durante el gobierno de Felipe Calderón arrojan una disminución de maltrato en los hogares, "la violencia en zonas públicas ha crecido hasta 25 por ciento, en los últimos cuatro años", precisó Lovera.

La periodista feminista aludió a datos contenidos en "Algunos elementos para un diagnóstico del feminicidio en el estado de México: un análisis de las defunciones femeninas con presunción de homicidio en las entidades federativas", coeditado en 2011 por ONU Mujeres, El Colegio de México, el Instituto Nacional de las Mujeres y la comisión legislativa para dar seguimiento a los feminicidios en el país.

"El Estado de México se ha caracterizado por presentar las tasas de defunciones femeninas con presunción de homicidio" -en otro ámbito feminicidio- "más altas del país: ocupó el primer sitio nacional de 1988 a 1997, bajó un puesto en 1998 y otro en 1999, para volver al primer lugar en 2000, 2003 y 2005", agregó.

"En adelante, el Estado de México se acerca cada vez más al promedio nacional: los asesinatos de mujeres crecieron 38 por ciento en los últimos dos años estudiados contra 68,2 por ciento en el ámbito nacional, para alcanzar una tasa de 3,7, cercana ya a la nacional de 3,4, lo que ubica a la entidad en el noveno lugar del país", prosiguió.

Las víctimas son principalmente de municipios urbanos y altamente poblados. En 2009 se registraron 49 asesinatos de mujeres en Ecatepec, que tiene el primer lugar; Toluca, la capital estatal, con 47; Naucalpan, 32, Nezahualcoyotl y Tlalnepantla, con 20.

En 2005, 62,6 por ciento de mujeres solteras habían dicho padecer violencia comunitaria; 52 por ciento de casadas reportaban incidentes de violencia de pareja en el último año y 41,6 violencia emocional. Todos estos porcentajes representan cerca de 20 por ciento más que la media nacional.

El Estado de México y el Distrito Federal concentran casi la tercera parte de la población del país. Pese a los datos duros, el Estado de México se ha negado a implementar un alerta de género, mecanismo legal disponible para priorizar y atacar la violencia contra ese sector poblacional.

En contraste con el Distrito Federal, la legislación en el estado mantiene en sus códigos una atenuante a "emoción violenta" cuando se agrede a la pareja por infidelidad y en caso de asesinato; si bien es agravante cuando se trata de esposa o concubina, no se considera igual cuando es otra pareja o expareja.

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