Eduardo Ibarra Aguirre
En tan sólo 10 minutos el diputado Ricardo Anaya realizó, el miércoles 18, la declaratoria de constitucionalidad de las reformas aprobadas por el Congreso de la Unión a los decisivos artículos 25, 27 y 28 constitucionales sin que convocara al pleno de la Comisión Permanente, mismas que hasta el mismo día y en apenas seis aprobaron 24 congresos, algunos de los cuales despacharon el tema en menos tiempo que el utilizado por el panista, a pesar de que era indispensable cuando menos leer 300 cuartillas, es decir: inventaron un revolucionario método de lectura: 30 cuartillas cada 60 segundos.
Con la mayoría parlamentaria construida por Manlio Beltrones y Emilio Gamboa –quienes se disputan el mérito porque recibirán reconocimientos tanto públicos como materiales por su jefe político que no el institucional, pues en teoría existe autonomía entre los tres poderes de la Unión–, resulta difícil encontrar la lógica política en los elementales descuidos y atropellos contra las minorías, el proceso parlamentario y el sentido común.
La única prisa previsible es que hoy, en Palacio Nacional, será promulgada la carísima reforma energética que para bien y para mal, más para lo segundo que para lo primero, sellará el presente y el futuro del país.
Cuando la autodenominada clase política entra de vacaciones y el funcionariado de los tres niveles de gobierno se dispone a hacer lo mismo, mientras otros con o sin creencias religiosas organizan desde ahora el convivio familiar del 24, pareciera que está contemplado que el señor obeso, de barba blanca y vestido de rojo aparezca en las sedes de las actuales Siete Hermanas con el gran regalo a cargo de "modernizadores" que, como Beltrones, hacen innecesario alarde:
"No es la primera vez que tocamos artículos que parecían invencibles o inmaculados (…) Para eso está el Congreso, para poder traducir las necesidades del país en reformas que permitan avanzar, salir de la mediocridad en la que nos hemos encontrado muchos años, que no nos ha dejado crecer económicamente y por ello genera pobreza, desigualdad e incluso hambre".
La extendida idea sobre la amnesia que padece la ciudadanía acerca de hechos trascendentes, no sólo es falsa como lo demuestra el rechazo de dos terceras partes de los consultados en torno a la drástica apertura al gran capital de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, privatizada en 40 por ciento y los costos de la electricidad no bajan, sino que no son pocos los que recuerdan que Beltrones Rivera se ocupaba de desazolvar el drenaje profundo del autoritario sistema político, mientras Carlos Salinas privatizaba como nadie bienes nacionales, para "llevar a México al primer mundo". Y el único que realizó con éxito el viaje fue él, los socios y familiares (premiados por el Judicial) que ingresaron a las ligas mayores de los dueños de la aldea global.
Cuando el sonorense que interrogó al primer Mario Aburto por encargo de su amigo Salinas, descalifica a los "hipócritas nacionalistas" está ajustando cuentas con las minorías parlamentarias que lo estigmatizaron como "traidor a la patria", pero exhibe el bagaje que obtuvo en el "partido prácticamente único".
Aún no está dicha, por lo demás, la última palabra. Viene una prolongada batalla por la consulta popular en julio de 2015. Y muchos de los "liberales" y "modernizadores" empiezan temprano a mostrar el cobre para que la sociedad no decida sobre un tema que, como dice Alejandro Encinas, constituyó una "modificación al pacto social que permitió la pacificación del país después de la Revolución de 1910-1917".
Acuse de recibo
"A través de un plebiscito podría darse reversa a la ahora aprobada reforma energética", concluye Ana Isadora Adam sobre la anterior Utopía (El asombro de Virgilio Caballero, 18-XII-13)… Bernardo Benítez agrega: "Lamentablemente este es un país colonialista y a partir de ahí se gesta mucha de la problemática actual. México durante muchos años fue un país que vivió perfectamente bien sin la petrolización de la economía: 1940-1978, y durante 30 años tuvo un crecimiento mayor al 6% del PIB (…)". Ifigenia Hache Salvatierra apunta: "Yo creo don Eduardo y don Virgilio, que el verdadero periodista es aquel que logra una reacción de sus lectores. Nuestra fundadora (la licenciada Lilia Cisneros), ha estado utilizando en sus ultimas entregas la ironía fina, pareciera que está de acuerdo con estos 'sátrapas' (así los ha llamado en más de una ocasión), pero lo cierto es que sus textos al igual que el de don Eduardo, provocan"… "Virgilio Caballero tiene razón. Las diferencias en el sector energético con empresas multinacionales se dirimirán en tribunales internacionales. Así sucede ya en otras áreas económicas del país y depende del clausulado en los contratos suscritos. Así sucede en los países que nos llevan una o más décadas de desarrollo (…)" La anterior opinión es de Rafael Cervantes de la Teja y la publicará Forum en Línea 280, número del aniversario 10.
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