Tatiana Coll
La
prueba PISA que aplica la OCDE desde 2003 es básicamente una prueba de
opción múltiple, que no evalúa el currículum escolar, que no se aplica
cada año, ni censualmente, sino de acuerdo con una muestra integrada
por cuatro características escolares diferentes (escuelas urbanas,
urbanas marginales, rurales, rurales marginales), que no se vincula a
un estímulo económico ni a una acción punitiva, todo lo cual la hace
significativamente diferente a la prueba Enlace elaborada por la SEP
desde 2006, que sirve básicamente para establecer sus rankings clasificatorios con los fines de premiar o excluir.
cerebros privilegiadoscomo mercancías altamente tasadas, por ello sus resultados son interesantes indicadores.
La primera gran sorpresa para todos los especialistas es la irrupción de Vietnam en un octavo lugar en ciencias, un decimoséptimo lugar en matemáticas y un decimonoveno en lectura, sobre un total de 64 países. ¿Cómo es posible que un país destrozado por la guerra imperialista, con una frágil economía y además socialista, se encuentre por encima de Francia, Alemania y Estados Unidos? Estas
desagradablessorpresas son interesantes. En Vietnam se valora altamente a los maestros, se les reconoce con buenos salarios y se ha reforzado la educación rural constantemente. Por aquí podemos empezar a compararnos y medir nuestros resultados en México.
La segunda sorpresa ha enmudecido seguramente a los que machacaron constantemente sobre el ejemplo Finlandia: este país ha caído del segundo lugar mundial al duodécimo. ¿Qué ha sucedido? Los finlandeses responden que pasó lo mismo en educación que con la compañía Nokia: ¡se durmieron sobre sus laureles, se descuidaron y les comieron el mandado! En realidad esta caída alcanza a todos los países europeos. Suecia representa el caso más dramático: cayó prácticamente 20 lugares, colocándose en el lugar 38, por debajo de la media. El primer ministro francés ha declarado que espera que estos resultados sean un electroshock para que Francia reaccione y se decida a enfrentar el problema del abandono y exclusión de las escuelas para migrantes confinadas a un régimen escolar totalmente diferente, que ha llevado a que un alumno inmigrante tenga 85 puntos menos, en promedio, que uno francés. En España el PP sólo acierta a reforzar medidas punitivas mientras los maestros gritan que la crisis ha precipitado un proceso brutal de desigualdad escolar con el cese de 61mil docentes. Estos planteamientos resultan muy interesantes para nuestra comparación: desigualdad, exclusión y recortes prevalecen.
La
no sorpresa en cambio son los resultados de nuestro país, totalmente
congruentes con la política educativa implementada en los años
recientes. Son congruentes con la devastación que prevalece en todos
los campos sociales, particularmente la salud, con los resultados
económicos producto de una obstinada política neoliberal que sigue
apostando a la privatización y mercantilización de todos los procesos.
México, se ha dicho, mejoró en PISA desde 2003, sí, pero cayó varios
puntos desde 2009. México está en el último lugar (34) de los países de
la OCDE y en el 53 de los 65 participantes. Basta con mirar las cifras
que el propio INEE ha proporcionado para vislumbrar el porqué de la
constante mediocridad y estancamiento: se evaluó a los estudiantes de
15 años que egresan de la secundaria general, técnica, telesecundaria o
secundaria comunitaria.
En el país hay 36 mil 500 establecimientos; de ellos, 50 por ciento son telesecundarias, desmanteladas, prácticamente unitarias, con un solo maestro al frente (que barre, es director y profesor, velador y tiene que buscar coperachas para pagar la luz). En todo el sistema de secundarias 50 por ciento de los maestros tienen contratos de horas y corren de una a otra escuela todo el día. No necesitamos del censo para saber esto. En estas condiciones, ¿acaso pueden sorprendernos los desastrosos y reiterados resultados?
PD. Una pésima noticia: la SEP ha decidido reinstalar la prueba Enlace.
En el país hay 36 mil 500 establecimientos; de ellos, 50 por ciento son telesecundarias, desmanteladas, prácticamente unitarias, con un solo maestro al frente (que barre, es director y profesor, velador y tiene que buscar coperachas para pagar la luz). En todo el sistema de secundarias 50 por ciento de los maestros tienen contratos de horas y corren de una a otra escuela todo el día. No necesitamos del censo para saber esto. En estas condiciones, ¿acaso pueden sorprendernos los desastrosos y reiterados resultados?
PD. Una pésima noticia: la SEP ha decidido reinstalar la prueba Enlace.
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