El
primer día del próximo año será una fecha especial. No sólo por
significar el arranque del 2014 y la carga de simbolismos que encierra
el año nuevo, sino porque justo al amanecer de ese miércoles 1 de enero
se cumplen 20 años de un movimiento social, y en un principio armado,
que marcó la historia reciente del país y sacudió las conciencias de
una sociedad racista y opresora con sus habitantes originales.
La irrupción violenta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
no sólo dio voz a los marginados indígenas -primero de Chiapas y luego
de todo el país-sino que además fue el abrupto despertar de aquel falaz
“sueño del primer mundo” que el salinato nos vendía con la entrada en
vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.
Cuando en aquel 1 de enero de 1994 el flamante TLC iniciaba con la
apertura indiscriminada de la economía mexicana, el asalto a San
Cristóbal de las Casas por el EZLN le restregaba en la cara, al
gobierno y a todos los mexicanos, que la profunda desigualdad y la
marginación en que vivía un sector del país (más de seis millones de
indígenas que representan 7% de población) no era un tema que fuera a
resolverse ni con el libre comercio ni con la apertura de las fronteras
al comercio exterior.
Fue tal el impacto del EZLN que su aparición cambió el curso de
aquel fin de sexenio y marcó el inicio de una serie de eventos que
generaron inestabilidad política y social; esa guerrilla sui generis y
su mediático líder Marcos,
no sólo impactaron una campaña presidencial, como la del asesinado Luis
Donaldo Colosio, también hizo que el mundo volteara la vista a México y
sus profundas desigualdades convirtiendo al singular subcomandante del
pasamontañas y la pipa en uno de los primeros personajes del mundo
globalizado y en un fetiche para la intelectualidad tanto nacional como
extranjera.
Por eso, los 20 años de aquel movimiento difícilmente van a pasar
desapercibidos y llaman la atención tanto en círculos de inteligencia
oficial como en el medio político y mediático. Hay tres posibles
escenarios para este 1 de enero de 2014. El primero que haya sólo una
marcha conmemorativa de la aparición del EZLN con lo que le queda a la
fuerza zapatista en la región de Los Altos de Chiapas o en el mismo San
Cristóbal para recordar la toma del Cuartel de Policía que fue la
primera acción beligerante del zapatismo.
El segundo escenario es que las dos décadas queden como un
aniversario anecdótico que se registre sólo en los medios y en la
sociedad política. Pero el tercer escenario, y el que más preocupa lo
mismo en altas esferas del gobierno federal que en algunos gobiernos
estatales, es que la fecha sea aprovechada para la irrupción o
activación de grupos subversivos o incluso de la nueva expresión de los
llamados grupos de autodefensa vinculados al narcotráfico.
En este último escenario caben todo tipo de expresiones radicales y
violentas, desde la narcoguerrilla de los Caballeros Templarios en
Michoacán y Guerrero, que podrían aprovechar la conmemoración histórica
para lanzar algún tipo de ofensiva o acciones de sabotaje contra los
operativos federales, hasta las recientes expresiones de guerrilla como
las FAR-LP, derivación del ERPI, que hasta ahora han lanzado sólo
proclamas y amagos a través de las redes sociales.
Y si eso es en los estados, en el DF no se descarta que algunos
grupos radicales, vinculados a movimientos como los anarquistas, puedan
activarse en esa fecha o que haya algún tipo de manifestación del
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco, que tiene vínculos
activos con el zapatismo y apenas hace una semana, el 9 de diciembre,
denunciaron la destrucción de un mural zapatista que conmemoraba su
lucha en contra del fallido Aeropuerto de Texcoco por parte de “un
grupo de priistas”.
Así que la atención estará puesta en el amanecer de este 2014 en
diversos puntos del país. Si hace 20 años el país despertó de la resaca
primermundista con un grupo de indígenas que con unos cuantos rifles,
pero muchas y muy claras consignas, se hizo oír, la pregunta que flota
en el ambiente es ¿cómo será este 1 de enero del año al que el
presidente Enrique Peña Nieto ya bautizó como “el de la consolidación
de las reformas?”
NOTAS INDISCRETAS…Antes de guardarse en el cajón, con motivo del
descanso navideño de 24 HORAS, los dados quieren mandar desde aquí un
afectuoso abrazo para todos los lectores que día a día, con el favor de
su lectura y su muy respetable opinión, contribuyen a hacer de este un
espacio abierto a la crítica y el análisis, un ejercicio interactivo
del acontecer público. No hay palabras para agradecerles, pero sí hay
el deseo sincero de que a todos y cada uno de ustedes este 2014 les
llegue lleno de bendiciones, paz y salud. Nos encontramos el 6 de enero
para saber si el año nuevo nos trajo serpiente o escalera.
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