12/19/2013

Honduras: campaña del miedo derivó en triunfo oficialista



   Previo a elección, mujeres padecieron hostigamiento y amenazas

CIMACFoto: Anaiz Zamora Márquez
Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.-

El miedo y la militarización fueron los recursos utilizados por el candidato oficialista hondureño, Juan Orlando Hernández, para llegar a la Presidencia del país centroamericano, pues desde el golpe de Estado perpetrado en 2009 son los más graves factores de riesgo que enfrentan las mujeres de esa nación.

De ello da cuenta el informe “Mirar desde las mujeres como recurso político, activo y creativo”, elaborado por el “Observatorio de Violaciones de Derechos Humanos y Resistencias de las Mujeres en el Contexto Electoral de Honduras 2013”.

Realizado a partir de la labor que llevo a cabo el Observatorio (integrado por defensoras y activistas nacionales e internacionales) del 19 al 30 de noviembre, el documento da cuenta de las vivencias y experiencias de las hondureñas de cara a los comicios del pasado 24 de noviembre, que de “manera fraudulenta” colocaron como vencedor al candidato del Partido Nacional.

En el informe se explica que desde junio de 2009 la población femenina, especialmente aquellas mujeres que se oponen al sistema y defienden y promueven los Derechos Humanos (DH), viven en un clima de miedo y temor generado por diversos factores, entre los que se encuentra en primer lugar la militarización de las calles, pues ésta derivó en severas violaciones a las garantías fundamentales.

En ese contexto, el Observatorio sostiene que la campaña de Orlando Hernández estuvo basada en “la intimidación y el miedo”, y se aprovechó del contexto de temor que ya vivían las mujeres para coaccionar el voto.

Pone de ejemplo las declaraciones de Gladys Lanza, coordinadora nacional del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, quien denunció que las mujeres acudirían a votar “bajo una situación de miedo, terror, de amenaza permanente”.

Y es que evidencia que desde semanas previas a la jornada electoral hubo un despliegue militar que intimidó a muchas de las votantes, así como a algunos medios de comunicación identificados con el Partido Libertad y Refundación (Libre), liderado por Xiomara Castro, y al cual el movimiento feminista hondureño era afín, pues fue la única fuerza política que abrió un puente para la comunicación.

Por ejemplo, días antes de las elecciones fueron militarizados los edificios del centro de telecomunicaciones Conatel, las oficinas del Ministerio Público, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Radio Globo y Cholusat Sur.

Además en los medios masivos de comunicación hubo una campaña de estigmatización por supuestas agresiones del Partido Libre, andanada que tuvo como fin inclinar las preferencias de las electoras que “clamaban por seguridad y paz para sus vidas”.

A través del informe el Observatorio recordó que un escenario de fuerzas y hombres armados coloca a las defensoras de la tierra, derechos sexuales y reproductivos, o de cualquier otro tipo, en una situación de alto riesgo.

Muestra de ello y como parte de la violencia directa durante el proceso electoral está el asesinato de la defensora María Amparo Pineda Duarte, dirigente campesina y presidenta de la Cooperativa El Carbón, quien fue ultimada en una emboscada la noche del sábado 23 de noviembre cuando regresaba de una capacitación para ser parte de las mesas electorales en representación del Partido Libre.

Finalmente, ante el triunfo “impuesto” del Partido Nacional el Observatorio manifestó su preocupación de que la política del nuevo gobierno se dirija de manera negativa contra las hondureñas, y se traduzca en “más fundamentalismos, más policía y más militares, más desempleo y flexibilidad laboral contra los derechos laborales de las mujeres”.
 

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