Concluye caravana de búsqueda con reclamos a las autoridades
La
Caravana de Madres Centroamericanas Buscando a sus Migrantes
Desaparecidos visitaron la Catedral Metropolitana | CIMACFoto: César
Martínez López
Por: Sandra de los Santos, corresponsal
Cimacnoticias | Tapachula.- Las mujeres que participaron en la Novena Caravana de Madres Centroamericanas Buscando a sus Migrantes Desaparecidos regresaron ayer a sus lugares de origen.
Como lo hacen cientos de migrantes a diario, las madres cruzaron en balsas el río Suchiate, justo en la frontera entre México y Guatemala.
Durante los 16 días de la caravana por nuestro país se logró la localización de 12 personas migrantes. Cinco fueron reencuentros personales, los otros se dieron vía telefónica porque las madres de las y los migrantes encontrados no viajaron en esta ocasión con la caravana, que este año recorrió 23 localidades en 14 estados.
La mitad de los encuentros se dieron en los últimos tres días durante el recorrido por la región fronteriza de Chiapas. Ayer se localizó a Elsi Patricia Quintanilla, quien fue encontrada sepultada en un panteón de Tapachula.
Las madres centroamericanas pidieron tanto al gobierno de México como el de sus propios países unirse a la búsqueda de sus hijas e hijos vivos o muertos.
“Hay 25 mil cadáveres no identificados en los semefos mexicanos; no sabemos cuántos muertos hay, muchos quedan en el campo, en las vías, nadie los va a buscar, nadie los va a encontrar”, dijo Martha Sánchez Soler, coordinadora del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM).
Las madres de Honduras denunciaron que han recibido cadáveres y que ellas mismas han tenido que pagar el traslado, y al abrir el ataúd se dan cuenta que no es el cuerpo de su familiar. “Una madre decía: mi hija era mujer y me la regresaron hombre. Ése no es el cuerpo de mi hija”, comentó Rosa Nelly Santos, del Comité de Familiares de Migrantes de Progreso, Honduras.
Existen dos casos documentados en ese país de madres que al abrir el ataúd proveniente de México lo que encontraron no fue el cuerpo de sus hijos, sino bolsas de arena. “Les dijeron que no abrieran los ataúdes por los químicos que se pusieron, pero las madres lo abrieron para ver a sus hijos y lo que encontraron fueron bolsas de arena. Eso no puede pasar sin la complicidad de las autoridades”, reclamó Rosa Nelly.
NULA ATENCION EN CONSULADOS
En algunos casos de localizaciones durante la caravana la constante fue que las y los migrantes se acercaron a su consulado para pedir información y ahí les aseguraron que nadie los buscaba.
“Los cónsules deberían de estar buscando a nuestros hijos. Nosotros le entregamos a ellos expedientes de 180 casos de desaparecidos en México y esos papeles sólo sirvieron para engordar a las cucarachas”, dijo indignada Santos.
En el trayecto de su recorrido por México, sólo el cónsul de El Salvador se acercó a las madres. El trabajo de los consulados de países centroamericanos en México es apoyar a las y los migrantes y residentes de los lugares donde están instalados.
Durante la caravana, que hace la misma ruta de las y los migrantes cuando pasan por México para llegar a Estados Unidos, las madres también recogen testimonios de migrantes que han perdido comunicación con sus familias.
En el parque de Tapachula, donde radica un número incalculable de migrantes centroamericanos, se colocaron las fotos de los desaparecidos y varios se acercaron para ver si no se encontraban en las imágenes.
Las madres centroamericanas dijeron que se van indignadas y preocupadas de comprobar la inseguridad y violencia que padecen sus familiares en México.
Las caravanas de madres de migrantes desaparecidos iniciaron en 2006. Desde esa fecha se han logrado 200 localizaciones.
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