Tatiana Coll
Durante
años y años hemos venido escuchando y leyendo que las medidas de
recorte de matrículas y de presupuestos de las normales públicas
responden centralmente al hecho
incontrovertiblede que hay una saturación de maestros. A tal grado se hizo este planteamiento que la señora del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther, llegó a decir que las normales, sobre todo las rurales, tenían que cerrarse y convertirse en escuelas de turismo. Con esta idea se justificaron muchos de los embates que se realizaron contra las normales públicas, al punto de llegar a que más de 40 por ciento de las normales son privadas.
A pesar de la reiteración del planteamiento, al echar un ojo a las
estadísticas nacionales era evidente su falsedad: 43 por ciento de las
escuelas del país han sido y son unitarias y/o incompletas, ¿cómo puede
decirse que sobran maestros?, ¿acaso todos los niños mexicanos no
merecen tener escuelas completas y con un maestro por grupo?
No han pasado dos años y ahora el Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación (INEE) amanece con el planteamiento
contrario; en su informe 2015 sobre Los docentes en México
plantea que muy pronto van a hacer falta muchos maestros y que no
tienen las normales la capacidad de formar a los que se requiere (¡!).
Ahora con el argumento contrario se justifica que las plazas de
docentes se abran a cualquier profesionista. Tan incongruente fue el
primer argumento de la sobresaturación como lo es ahora el de la
escasez, parece que todo fluye para ajustarse a las políticas en curso.
2.- El INEE, en este informe, dedica el segundo capítulo a las
condiciones laborales de los docentes. Señala que cinco de cada 10
profesores de secundarias tienen contratos por horas y sólo 10 por
ciento trabaja de tiempo completo (¡si las matemáticas no mienten
deberíamos decir que nueve de cada 10 profesores!), pero que en
telesecundarias
casi la totalidad de los profesores se encuentra en esta mejor situación de contratación, pues el servicio está diseñado para operar con un docente por grado, el tamaño de estas escuelas es pequeño, y es frecuente que los docentes desempeñen diferentes tareas, entonces deducimos que las mejores condiciones laborales las tienen los maestros de telesecundarias, que en realidad están abandonados en su escuela y son intendentes, veladores, directores y profesores del grupo unitario.
3.- El informe del INEE no aporta ninguna cifra real sobre los
salarios de los maestros, presenta promedios engañosos nada más, cuando
sabemos que hay una escala de salarios bastante diferenciada. Concluye
que si bien los salarios
no son tan competitivos, como los de otras profesiones, existen ventajas, como son la
protección de su salario, la compatibilidad entre trabajo docente y el hogar y seguridad en el empleo. La última
ventajaes realmente una burla, ya que la nueva Ley del Servicio Profesional Docente (LSPD) eliminó el derecho laboral y condiciona la permanencia a las evaluaciones estandarizadas constantes. Tampoco aporta ningún dato sobre las dobles plazas, muchas concedidas por el SNTE, y sobre los montos de carrera magisterial.
4.-
Se cierra este capítulo diciendo: “No se pierda de vista que, además de
las ventajas mencionadas, el colectivo de maestros cuenta con un
sindicato que negocia con la autoridad incrementos salariales y
prestaciones cada año. Aunque estos incrementos se ajustan a las
políticas inflacionarias del país…” ¡qué gran suerte tienen los
maestros de tener ese SNTE tan ejemplar en la defensa de las
condiciones laborales del magisterio, que obtiene significativos
aumentos de 2 y 3 por ciento, tan estimulantes para el magisterio!
5.- El último capítulo sobre el
ingreso al servicio docentese concentra en alabar la práctica del concurso de oposición iniciado en 2008, el cual estableció también en 2014 una
convocatoria pública y abiertapara graduados de las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas y privadas, y presenta los resultados de la evaluación estandarizada aplicada.
Las normales públicas alcanzaron un 48.9 por ciento de
resultados idóneos, es evidente que el porcentaje de
idóneospara los que no han sido profesionalizados como docentes sería mucho menor, pero esto parece sorprenderle mucho. El INEE intencionalmente separa a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) del resto de las IES y particulariza sobre sus resultados como
los peorescon sólo 26.9 por ciento de
puntajes idóneos(igual que las IES privadas), sabiendo que la UPN tampoco es formadora de docentes, sino de profesionales de la educación con diversos perfiles, cuando, por otro lado, le solicitó de manera apremiante, a la misma UPN, que instrumentara en todo el país la formación de los docentes que deben fungir como
tutoresy evaluadores de los maestros de nuevo ingreso, de acuerdo a la LSPD. Su incongruente y grave conclusión es que la UPN en particular, y las IES en general, deben modificar sus planes de estudio para formar docentes
idóneosde acuerdo con los requisitos de sus exámenes estandarizados.
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