Mathieu Tourliere
Migrantes centroamericanos protestan en Oaxaca. Foto: Jacciel Morales |
MÉXICO,
D.F. (apro).- Los datos actualizados de las autoridades migratorias
estadunidense confirmaron hoy lo que especialistas y activistas
anunciaban desde la puesta en marcha el verano pasado del Plan Frontera
Sur: por primera vez, el Instituto Nacional de Migración (INM) detuvo a
un mayor número de indocumentados centroamericanos en tránsito por el
país que su similar en Estados Unidos, la oficina de Aduanas y
Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la Oficina en Washington para América Latina (WOLA,
por sus siglas en inglés), entre octubre de 2014 y abril pasado, las
autoridades mexicanas detuvieron a 92 mil 889 centroamericanos, lo que
representa 22 mil más que los agentes migratorios estadunidenses.
Entre octubre de 2013 y abril de 2014, los agentes mexicanos
detuvieron a 49 mil 893 centroamericanos indocumentados, mientras sus
similares de la frontera norte arrestaron a 162 mil 751 de los
migrantes, en su mayoría provenientes de los países que conforman el
“Triángulo Norte” de Centroamérica, El Salvador, Honduras y Guatemala.
De acuerdo con las cifras del INM, las autoridades mexicanas
deportaron a 427 migrantes centroamericanos durante los primeros tres
meses del año, lo cual representa un aumento de 89% en comparación con
el mismo periodo del 2014.
Desde la implementación del Plan Frontera Sur, en julio pasado, las
organizaciones de apoyo a los migrantes reiteran los gritos de alarma
sobre la tragedia humanitaria que provoca el endurecimiento de la
política migratoria.
“Le pedimos a México que frene la deportación de migrantes, pues en
este proceso decenas de miles de niños y familias vulnerables son
devueltos sin tener la opción de buscar protección o un estatuto de
refugiado”, abundó Maureen Meyer, especialista en México y en derechos
del migrante en WOLA.
Ayer, la propia Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH)
expresó su preocupación ante las continuadas agresiones que sufren los
migrantes centroamericanos en tránsito, así como sus defensores, desde
la instauración del Plan.
Recordó a México sus obligaciones internacionales en materia de
respecto a los derechos humanos y le urgió a investigar de manera
efectiva las agresiones perpetradas contra los migrantes y sus
defensores, aun cuando los responsables son agentes del Estado.
Asimismo, recordó al Estado mexicano que según sus compromisos
internacionales, el gobierno debería considerar la detención de
migrantes como una excepcionalidad y no aplicarla de manera sistemática.
Y reiteró que la detención de menores de edad, así como los actos de
deportación colectiva son prácticas prohibidas en los estándares
internacionales.
El Comité de las Naciones Unidas para los Derechos de la Niñez se
alarmó ante las violaciones a los derechos de los niños migrantes,
quienes sufren secuestros, homicidios, o explotación por el crimen
organizado, mientras que al caer en manos de las autoridades
migratorias “son recluidos en centros de detención”, y posteriormente
son deportados “sin proceso preliminar para determinar su mejor
interés”.
Hoy, la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
respaldó los llamados internacionales a garantizar los derechos de los
niños migrantes, por lo que urgió al Estado a crear mecanismos de
protección efectivos para los menores de edad, particularmente aquellos
no acompañados.
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