6/10/2015

¿Adquirieron los Bush parte del Acuífero Guaraní, el más grande del mundo de agua dulce?


Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

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George W. Bush en su quinto balance sobre el estado de la Unión, en enero de 2006Foto Ap

El consultor Jo-Shing Yang, quien se ha consagrado a escudriñar a los megabancos de Wall Street que compran el agua global (http://goo.gl/eMCZ52), dedica una parte de su investigación a la presunta compra por el nepotismo dinástico de los Bush de 121 mil 407 hectáreas que, en forma coincidente, contienen parte del Acuífero Guaraní, considerado el mayor del planeta y que cubre un millón 200 mil kilómetros cuadrados, con un volumen de 40 mil kilómetros cúbicos de agua (https://goo.gl/EoXdCv).
Jo-Shing Yang comenta que tal extenso reservorio subterráneo puede abastecer de agua fresca potable al mundo por 200 años.
Se trata de cifras imponentes: el Acuífero Guaraní equivale a un poco más del territorio de Colombia. ¡Superuf!
Su ranking es controvertido ya que otras fuentes colocan antes al Sistema Acuífero de Piedra Arenisca de Nubia –que se extiende en 2 millones de kilómetros cuadrados con 150 mil kilómetros cúbicos de agua subterránea–, cuya principal parte la posee Libia, según Bloomberg: un enorme reservorio geológico transfronterizo de agua que comparte con Egipto, Chad, y Sudán (http://goo.gl/FehjaN), lo cual fue motivo, entre otras causales, de la invasión tripartita de Estados Unidos/GranBretaña/Francia (http://goo.gl/rOY9nl).
En 2005 y 2006, durante la presidencia dinástica de George W. Bush, la familia Bush –desde Daddy Bush (hoy de 90 años), quien compró 80 mil 937 hectáreas, hasta su nieta Jenna (hija de Baby Bush), quien compró casi 40 mil 470 hectáreas– adquirió un total de 121 mil 407 hectáreas en Chaco (Paraguay), cerca de la truculenta Triple Frontera (Brasil, Argentina y Paraguay), a 200 kilómetros de la frontera con Bolivia, pletórica en gas.
El término guaraní se refiere a un pueblo indígena sudamericano que habitó en un territorio que se extendía desde el Amazonas hasta el Río de la Plata, hoy reducido a grupos aislados en Paraguay y Brasil.
El consultor Jo-Shing Yang explica que las tierras compradas por la familia Bush se asientan en el mayor acuífero tanto de Sudamérica como del mundo, el Acuífero Guaraní, que es compartido por cuatro países: Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, que equivale a Texas y California juntos.
The Earth Institute, de la Universidad de Columbia, expone que el Acuífero Guaraní es un recurso de agua poco conocido en Sudamérica (http://goo.gl/TGvlUI).
Perturba la ingenuidad hidráulica de los cuatro países transfronterizos del Acuífero Guaraní, que son asesorados por el Banco Mundial, que justamente promueve su obscena privatización exógena.
El territorio transfronterizo del Acuífero Guaraní es compartido por Brasil, con 850 mil kilómetros cuadrados (el equivalente a toda Venezuela); Argentina, con 225 mil kilómetros cuadrados (el equivalente a Rumania); Paraguay, con 70 mil kilómetros cuadrados (equivalentes a Irlanda), y Uruguay, con 45 mil kilómetros cuadrados (equivalentes a Dinamarca).
Una de las características del Acuífero Guaraní es que su parte subterránea se encuentra en gran medida debajo de la cuenca fluvial del río de la Plata, el más ancho del mundo, con el que conforma un sistema de retroalimentación de agua dulce y donde desembocan los ríos Paraná y Uruguay.
La Cuenca de Plata tiene una superficie de 3.2 millones de kilómetros cuadrados y es catalogada como la segunda cuenca hidrográfica más grande del mundo.
Las adquisiciones inmobiliarias de Jenna Welch Bush Hager –gemela de Barbara Pierce Bush– fueron consolidadas durante su extraño viaje de 10 días a Paraguay –rodeada de 10 guardaespaldas estadunidenses–, quien viajó en forma oficial bajo los auspicios de Unicef para visitar proyectos sociales (sic).
Durante su estancia rocambolesca, Jenna se reunió con el entonces presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, y el polémico embajador de Estados Unidos, James Cason, quienes, según los servicios de espionaje rusos, concluyeron la compra de terrenos en nombre de la familia Bush.
Como que el perfil de Jenna –autora, editora de la revista Southern Living y corresponsal de la cadena NBC News (propiedad de General Electric: uno de los pilares del complejo-militar industrial)– no coteja con sus actividades catastrales extracurriculares.
El grupo paraguayo de noticias Neike sugirió que la visita de Jenna tenía que ver con los terrenos adquiridos por su padre, próximos a las reservas de gas (¡supersic!) de Bolivia y a las zonas pantanosas de Brasil, al unísono de la presencia en Paraguay de 400 marines (http://goo.gl/0vJ8LI), quienes gozan de insólita inmunidad diplomática (http://goo.gl/lyM9ZV).
La mayor parte de la región de Chaco pertenece a empresas privadas y la adquisición de la familia Bush se encuentra a pocos kilómetros de la base militar estadunidense Mariscal Estigarribia (http://goo.gl/jXqnUm), cuya instalación aérea es más grande que el aeropuerto de Asunción (la capital).
¿Quién se puede interesar en la tierra semiárida de Chaco en el norte de Paraguay?
The Thinkering pregunta el interés de la familia Bush por Paraguay (http://goo.gl/FQCxkn) y sentencia en forma perentoria: quien controle el abasto mundial del agua, controla el mundo.
Aporta datos duros: “el agua representa 71 por ciento de la superficie terrestre (…) Solamente 2.5 por ciento del agua terrestre es fresca. Mil millones de personas carecen de acceso al agua fresca potable. En los países en vías de desarrollo la demanda de agua excede su abasto hasta en 50 por ciento”.
Una de las razones de la presencia de Estados Unidos en la base militar Mariscal Estigarribia, que tiene un aeropuerto internacional, yace en la importancia estratégica de su proximidad con la mítica Triple Frontera, además del Acuífero Guaraní, lo cual ha sido desmentido en forma solemne (http://goo.gl/t6lnMU) y sistemática por Estados Unidos (http://goo.gl/kjr66r).
En contraste, las filtraciones de Wikileaks exponen el poderoso interés de Estados Unidos en una extensa zona que abarca Paraguay, Bolivia y el norte de Argentina (http://goo.gl/aIw0tv).
Según Source Watch, la presencia militar secreta de Estados Unidos se debe a la vigilancia a “alrededor de 20 mil inmigrantes provenientes del Medio Oriente –mayormente de Líbano y Siria–, a los que la narrativa desinformativa de Estados Unidos atribuye las peores intenciones terroristas debido a su triple conectividad con Hezbolá, Hamas y Al Qaeda, donde se dedican a toda clase de tráficos: desde las armas pasando por las drogas hasta el lavado de dinero (http://goo.gl/crkY5g).
No importa que la guerrilla chiíta de Hezbolá y la guerrilla palestina sunita de Hamas sean enemigos acérrimos de los sunitas fundamentalistas de Al Qaeda. ¡La desinformación a lo que da!
Los mismos desinformadores ocultan la perturbadora relación de Prescott, el patriarca financiero de los Bush, y sus vínculos con Hitler (http://goo.gl/srQT3H), cuando existe amplia bibliografía que señala que Guaraní (Paraguay) fue una ruta de escape favorita para los criminales nazis de guerra.
Pareciera que Estados Unidos, desde Chaco, tenga en jaque simultáneo las pletóricas reservas de gas de Bolivia y al cuatripartita Acuífero Guaraní, sin contar la presencia catastral, con 400 mil hectáreas, del megaespeculador George Soros, presunto títere de los banqueros esclavistas Rothschild, en una de las mayores reservas agrícolas del planeta: la pampa argentina (http://goo.gl/UHeacq).
¡La macabra privatización financierista del planeta por los Bush y los Rothschild!

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