5/29/2017

Los periodistas pal café. . . .



A María de Jesús Patricio Martínez le dicen Marichuy. Nació en la comunidad nahua de Tuxpan, Jalisco, el 23 de diciembre de 1963 y ha dedicado buena parte de su vida a preservar y a aplicar la medicina tradicional y herbolaria. Desde ayer es la vocera y candidata independiente a la Presidencia de la República por parte del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), en el que participan representantes de decenas de pueblos indígenas y mandos militares y bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Marichuy (cuyos dos apellidos coinciden con el nombre y primer apellido del priísta que gobernó Chihuahua de 1998 a 2004 y actualmente es senador: Patricio Martínez García) fue electa este domingo en una sesión realizada en territorio zapatista de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a partir de una convocatoria emitida durante un congreso nacional indígena que se realizó en los últimos días del año pasado y principios del presente. Es decir, a nadie debería sorprender el cumplimiento de un proceso anunciado, pero, aun así, la candidata, y la decisión de esas organizaciones de hacerse presentes en los comicios de 2018, constituyen una disrupción, es decir, una rotura o interrupción brusca de un curso electoral que es determinado, con sus altibajos, por los partidos y los candidatos tradicionales, en una especie de aceptación matizada de las reglas de un juego cíclico.
Sin obsesión por el triunfo formal derivado de las urnas, deseosa sobre todo de dar más visibilidad a la realidad de los indígenas mexicanos y de quienes como ellos luchan en otras partes del país, esta candidatura presidencial independiente contrasta de manera natural con los esfuerzos que se nuclean en Morena, con Andrés Manuel López Obrador como candidato por tercera ocasión, quien exhorta a otros competidores a unirse en torno a su figura. No son solamente diferencias de forma, sino de fondo, de estrategia para alcanzar un cambio trascendental y profundo.
La campaña de Marichuy transcurrirá, además, en escenarios populares e indígenas cada vez más golpeados por la violencia de los grupos del crimen organizado y por la voracidad corrupta, cada vez más desatada e inocultable, de segmentos políticos y gubernamentales que afectan la riqueza natural de los pueblos y están provocando formas de protesta popular inusitada en varios lugares.
De la revista Tukari, espacio de comunicación intercultural, publicada por la Universidad de Guadalajara, se toman referencias autobiográficas de la ahora candidata Patricio Martínez, en edición de 2010: Recuerdo que durante mucho tiempo sólo hubo luz y empedrado en el primer cuadro de mi pueblo; las casas eran de adobe y teja, y se tenían que hacer largas filas para surtir el agua que emanaba únicamente de tres llaves. En ese entonces tenía que cargar el agua con dos botes colocados a los extremos de un palo fijado a mi espalda, y cuando era de noche y necesitaba hacer algún mandado, prendía un ocote para divisar el camino, si es que la luna no lo iluminaba (https://goo.gl/6GKpDz ).
Por un problema familiar que no encontraba solución en la medicina tradicional, se asomó a los métodos de los curanderos locales: Una curandera me dijo que si yo decidía curar, no debía lucrar con mis saberes, pues la luz que me protege se extinguiría, y no podría hacerlo de nuevo. La tía Luz me orientaba sobre las limpias y las curaciones de ojo, susto y empacho, y poco a poco fui ganando la confianza de quienes acudían conmigo a aliviarse. Además, mi conocimiento se fue enriqueciendo mientras impartía talleres sobre plantas medicinales en la comunidad y en la sierra de Manantlán.
La batalla por el estado de México cumplió ayer con la etapa de los cierres masivos de campaña en ciudades significativas. Delfina Gómez lo hizo en Nezahualcóyotl, el terruño del perredista Juan Zepeda, y éste a su vez realizó un mitin en Ecatepec, donde nació el actual gobernador priísta, Eruviel Ávila, quien fue presidente municipal en dos ocasiones. Josefina Vázquez Mota escogió Huixquilucan, una zona conurbada con la Ciudad de México, de altos ingresos económicos, que presidió Alfredo del Mazo. En términos generales, los tres cierres de campaña de los opositores al PRI transcurrieron sin incidentes declarativos ni políticos. Una conferencia de prensa de Vázquez Mota, en la sede nacional del PAN, había generado versiones de que declinaría en favor del perredista Zepeda, lo cual resultó falso.
En todo caso, ciertos signos especiales provinieron del flanco priísta, que prefirió la cercanía física con el centro de ejecución del poder, Toluca, para realizar un acto masivo en el que estuvieron presentes secretarios de Estado, gobernadores de todo el país, ex mandatarios del estado de México, senadores, diputados federales y locales, además de grupos populares, como si se buscara emitir una declaratoria de fuerza y unidad cupulares, de la élite del poder priísta nacional decidida a conservar el poder en el estado emblemático.
Dos menciones hechas por Alfredo del Mazo Maza, quien pasó buen rato detallando la lista de asistentes especiales, generaron aplausos y porras también significativas. A Enrique, Enrique, Enrique, en referencia a Peña Nieto. Y a Eruviel, para señalar al gobernador actual del estado. En esa dupla se concentra la esperanza de triunfo formal de un PRI que no despegó y cuyo candidato, Del Mazo, jamás pudo mostrar algo parecido al carisma y el liderazgo. A una semana de las elecciones, el PRI-gobierno está listo para oponer el aparato de poder, los recursos de toda índole, frente a Morena, su principal opositor, el de mayor viabilidad en la historia de la hegemonía nonagenaria de tres colores en esa entidad.
Y, mientras la crisis del yerno de Trump, Jared Kushner, por relaciones peligrosas con funcionarios rusos, afecta a su desnacionalizada vertiente local, la de Videgaray-Meade-Nuño y demás que esperaban que ese yerno y la Casa Blanca les apoyara para 2018, ¡hasta mañana!, Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



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Sería pasmoso que los ciudadanos votaran por el PRI en el estado de México –el partido del gasolinazo, la devaluación, la República ensangrentada, la corrupción, el cinismo, la impunidad. Sin embargo, puede suceder. ¿Habrá resultados definitivos la noche del domingo 4 de junio, o el PRI, o algún partido, impugnará y el expediente terminará en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)? Ahí esperan siete magistrados, que algunos fueron previamente premiados por el PRI con una extensión de sus funciones hasta por seis años, a fin de que califiquen también la elección presidencial. Delfina Gómez necesita ganar con una ventaja contundente, de 10 por ciento mínimo, a fin de que el asunto no se judicialice. Y aun así, ¿quién sabe? En cierto modo, el Edomex es el laboratorio para saber cómo funcionará el TEPJF en caso de que el PRI enfrente una situación difícil en 2018.
El cierre de campañas
El candidato priísta, Alfredo del Mazo, eligió Toluca para el cierre de su campaña por el gobierno del Edomex. La elección será el domingo 4 de junio. Reunió a una buena parte del gabinete presidencial: José Narro, de Salud; José Calzada Rovirosa, de Agricultura; Rafael Pacchiano, de Medio Ambiente; Enrique de la Madrid, de Turismo, y Gerardo Ruiz Esparza, de Comunicaciones y Transportes. También los gobernadores Eruviel Ávila, del Edomex, y Manuel Velasco, de Chiapas, y los ex mandatrios mexiquenses Arturo Montiel y Alfredo del Mazo González (padre del candidato). A Delfina Gómez, abanderada de Morena, la acompañó la dirigencia nacional de su partido: Andrés Manuel López Obrador, Martí Batres y Horacio Duarte, así como los líderes en la CDMX y el Edomex. También los diputados Laura Esquivel, Vidal Llerenas y Araceli Damián. Óscar González, del Partido del Trabajo (PT), quien declinó su gubernatura en favor de Delfina. El cierre de Gómez Álvarez fue en el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl, bastión electoral del candidato perredista Juan Zepeda (quien cerró en Ecatepec). ¿Y Josefina? ¿Ya cerró? Casi pasó desapercibida desde que comenzó.
Otro hachazo al bosque
El predio El Mexicanito –una extensión del Bosque de Chapultepec– ha tenido mala suerte. Primero, cuando era delegado de Miguel Hidalgo el perredista Víctor Romo, fue acusado de embolsarse una cantidad millonaria de aportaciones para rehabilitarlo. La delegada panista, Xóchitl Gálvez, lo denunció, pero el expediente parece haber sido olvidado. Ahora los concesionarios del Metrobús sobre Paseo de la Reforma (línea 7) se preparan a darle un moche al terreno –aparte de cualquier otro que hayan dado presuntamente por la concesión– a fin de abrirle el paso. Se trata de una de las zonas con mayor afluencia, a la salida del Metro Auditorio, donde el Metrobús hará conexión con un servicio complementario que llegará hasta Santa Fe. Por otro lado, se comenta que hay permiso para que un bar tenga una terraza justo en ese lugar, con vista al Bosque de Chapultepec. Nada está claro respecto de El Mexicanito, de acuerdo con Gustavo García, abogado y activista ambiental y perteneciente a un grupo vecinal de la delegación Miguel Hidalgo. No hay que olvidar que existe un amparo en trámite de la Academia Mexicana de Derecho Ambiental contra la línea 7.
Optimista
Ante la ola de violencia que se ha desatado alrededor del robo de combustible, existe la duda de si se estará enfriando el entusiasmo que generó en diversas compañías la apertura a los capitales privados de las actividades de transporte y almacenamiento de combustibles que trajo la reforma energética. De acuerdo con Iván Sandrea, director general de la empresa petrolera Sierra Oil & Gas, “es un tema que obviamente le preocupa a todo mundo... y sí afecta, pero no cambia el panorama ni la necesidad por esos servicios, dijo.BP, Exxon Mobile, Shell, Oxxo Gas, Petro-7 y Grupo Gasolinero Hidrosina, entre otros, están en la fila de los interesados.



Nada me provoca algarabía mayor que los lunes por la mañana, cuando miembros de la multitud, de diferentes sexos, edades, actividades, cultos y lugares de residencia me escriben para darme alguna opinión sobre el tema abordado por la columneta, corregirme datos o proponerme maneras más legibles para mis textos.
El lunes 22, no llegaba aún La Jornada a mi casa, cuando ya tenía dos correos de estos que, además de regocijo, me dieron grato pretexto para la conversa en el inicio de semana. El remitente, además de sapiente, tiene un claro sentido del humor, que ya lo enfila a que yo procure hacerlo mi cuate, aunque sea por la vía epistolar, que tan de moda puso en el siglo XVIII don Johann Wolf­gang von Goethe. Recuérdese la novela que estalló la etapa del romanticismo en la literatura alemana y promovió la ola de suicidios más intensa de su época: Las amarguras del joven Werther. En los actuales tiempos tal vez esa historia tendría un fin menos trágico, porque el correo electrónico, el WhatsApp, el Skype, el Facebook y todos los demás instrumentos electrónicos habrían permitido una solución menos patética y sin faltas de ortografía.



Cada vez es más evidente que la insidia de la que se valió Donald Trump para llegar a la presidencia de Estados Unidos ha cristalizado en una renovada actitud discriminatoria contra los migrantes, particularmente los procedentes de América Latina y de algunos países árabes. La forma en que azuzó a las capas más racistas y xenófobas a desplegar sus peores instintos, mediante su discurso protofascista, está enseñando ahora su cara más cruel.
Entre las anécdotas que a diario relata la prensa en relación con la creciente xenofobia en aquel país hay una que revela hasta qué punto se ha distorsionado la forma de pensar y actuar de los ciudadanos más comunes hacia la población migratoria. En un restaurante del sur de California una mesera exigió un documento que probara su residencia en Estados Unidos a cuatro jóvenes, cuyo aspecto y forma de hablar era presumiblemente de origen mexicano, como condición para servirles. Independientemente de lo aberrante de que cualquier ciudadano se sienta con derecho a realizar funciones que corresponden a las autoridades migratorias, este hecho revela una creciente actitud racista y xenófoba de amplios segmentos de la sociedad que se han mimetizado con la insultante retórica del presidente. Al margen de que la empleada fue sancionada por el responsable del establecimiento, es preocupante la forma en que han aumentado actitudes similares en Estados Unidos. A ello sin duda ha contribuido la atrabiliaria actitud con que en ocasiones actúan las autoridades migratorias dependientes del Departamento de Seguridad estadunidense. Desafortunadamente, algunas personas, en lugar de alarmarse por las arbitrarias detenciones masivas de indocumentados, interpretan el hecho como si el gobierno estuviera cumpliendo su obligación de exterminar a estos seres malignos que acosan al país.



Según cifras de la Secretaría de Turismo, la actividad hotelera en México cuenta con aproximadamente 554 mil cuartos disponibles (cifra estimada de 2015), esto es, hay una disponibilidad de 201 millones de cuartos/noche al año. De éstos se ocuparon 113 millones en el año, lo cual arroja un porcentaje de ocupación en 2015 de 55.9% de la capacidad hotelera nacional (Gráfico 7).
Del total, los hoteles de cinco estrellas tienen el más alto número de cuartos (185 mil) y también el mayor porcentaje de ocupación (68.5%).
Al total del sistema hotelero nacional llegaron 107 millones de turistas/viajeros en 2015, de los cuales 86 millones (80.4%) fueron nacionales y 21 millones (19.6%) extranjeros. El promedio de estadía fue de 2.1 noches para el total de huéspedes, aunque los nacionales estuvieron 1.7 noches en promedio y los extranjeros 4.0 noches.
De una selección de 50 destinos según su capacidad de hospedaje, las localidades con mayor número de cuartos disponibles en 2016 fueron: Ciudad de México con 52 mil cuartos y ocupación del 66.7% (Gráfico 8), seguida de la Riviera Maya 37 mil (y ocupación del 80.2%), Cancún 32 mil (76.8%), Acapulco 19 mil (40.2), Guadalajara 18 mil (53.4), Monterrey 13 mil (66.2), Los Cabos 13 mil (68.1), y Puerto Vallarta 12 mil cuartos (71.9% de ocupación)



Casi tres décadas atrás, en 1980, el entonces inquilino de Los Pinos, José López Portillo, celebraba que hace dos años en la sonda de Campeche, sólo el mar; ahora, un espectáculo alucinante, de trabajo y eficiencia. Los tiempos negros están olvidados. Cuidémonos de la ambición y envidia de los zaratustras. Ganó México. Ganamos todos. Era la fiesta por Cantarell, la mágica cuan enorme fuente de hidrocarburos y, por ende, de riqueza para la nación (para unos cuantos, en realidad). Era la pieza fundamental de la administración de la abundancia.
Campeche tiró todo a la basura, con la actividad camaronera en primer lugar, y se dedicó a gozar de la abundancia y del festín petrolero que, en los hechos, sólo vio de lejos… cada vez más lejos. Y a casi tres décadas de distancia, con la crisis del petróleo a todo lo que da (precios, producción, refinación, distribución, rapiña privada y gubernamental, corrupción a paso veloz, huachicoleros, narco, los Mouriño y todo lo demás), el gran estado productor de crudo –el primero del país, por mucho– permanece hundido y celebra que acumula 14 años al hilo de caída en su producto interno bruto (pues la entidad depende del oro negro en 80 por ciento) a una tasa anual promedio cercana a 4 por ciento.
En efecto, resultó un espectáculo alucinante (JLP dixit) lo sucedido en el Campeche petrolero (toda una puerqueza, como dijo el ex gobernador Carlos Sansores Pérez, de acuerdo con su brillante aportación a la lengua castellana, casi al finalizar la década de los 70). Y los tiempos negros (ídem) nunca se fueron; de hecho, se enraizaron, porque el espejismo del oro negro hizo que la entidad tirara por la borda la posibilidad de transformarse en económicamente multiproductiva para depender en grado sumo de la alberca de Cantarell.
Y a lo largo de los años se secó la fuente de la abundancia, y además de miseria para los más y creciente riqueza para los menos (allí te hablan Carlos Mouriño), lo único que los campechanos vieron y padecieron fue una cauda de gobernadores depredadores impuestos desde el centro, como el actual, Alejandro Moreno Cárdenas, digno representante de la frivolidad inherente al nuevo PRI (una suerte de Rafael Moreno Valle, también marca Miguel Ángel Cornejo), cuya máxima gracia es besar los zapatos, cotidianamente, al inquilino de Los Pinos.
Campeche no es el único estado alucinante en esta República de discurso, pero se ubica en la parte más profunda del hoyo en el que todos los demás estados de la República conviven de muchos años atrás. Como lo han documentado los especialistas, su PIB es el único que cae constantemente entre 2003 y 2016, y de manera pronunciada. En ningún otro estado, ni a escala nacional, cae el PIB como tendencia.
Sirva este alucinante espectáculo para dar entrada al más reciente análisis del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP: la estructura productiva de los estados petroleros del Golfo de México y la crisis económica. El caso de Campeche), de la Cámara de Diputados, que en su parte medular concluye lo siguiente. Va, pues.
La información oficial, los análisis de organismos empresariales y del Fondo Monetario Internacional permiten concluir que, efectivamente, nuestro país atraviesa por un largo periodo de lento crecimiento económico que tiene probabilidades de prolongarse en el tiempo; en tanto, los principales estados petroleros (Tamaulipas, Veracruz y, particularmente, Tabasco y Campeche) atraviesan por una profunda crisis económica y de desempleo que no ha sido atendida debidamente por las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Dada la gravedad de la crisis padecida por estos cuatro estados, peor aún en los últimos dos citados, las medidas adoptadas por el gobierno federal, mediante el Programa de Reactivación Económica y Desarrollo Productivo de los estados de Campeche y Tabasco, resultan insuficientes. Esas crisis son estructurales y no de liquidez. Se requieren medidas económicas, financieras, productivas y crediticias de mediano y largo plazos, no sólo temporales o de corto plazo. Además, medidas coherentes resultado de un análisis profundo y serio, integradas en una planeación económica regional-sectorial y nacional.
Se necesitan no las medidas paliativas de dicho programa, sino unas que modifiquen drásticamente sus estructuras productivas. De otra manera, esos estados no podrán superar sus crisis. El caso de Campeche es ejemplo de lo que le podría suceder a los otros tres estados, y a México, en la medida en que el petróleo se agote. Fuera de la producción de petróleo, la economía de Campeche es frágil, endeble.
Es ejemplo de la política neoextractivista petrolera que no es sino la versión actual, en la era de la globalización económica, de la vieja política extractivista, ya vivida en México desde la época colonial, que después de haber sustraído indiscriminadamente la riqueza minera de oro y plata de las zonas mineras, ha dejado verdaderos pueblos fantasmas. El petróleo de Campeche ha sido saqueado indiscriminadamente, sin que se le haya retribuido presupuestalmente.
Posiblemente se requiera para Campeche un plan de desarrollo regional sectorial alrededor de la construcción de una refinería que incluya recursos financieros de Pemex; el impulso a sus sectores de petroquímica y de fabricación de maquinaria y equipos, así como de la agricultura sustentable ecológicamente.
La inversión extranjera directa esperada para el sector petrolero de los cuatro estados, como efecto de la reforma energética, difícilmente modificará y mejorará la estructura productiva de los mismos, pues viene a obtener rápidas ganancias altas en la exploración y explotación del petróleo crudo, principalmente para su exportación; por ejemplo, Exxon informó que invertirá 20 mil millones de dólares en proyectos en el Golfo de México hasta el 2022, para expandir sus plantas químicas y de refinación en la costa estadunidense de esa zona.



La decisión del presidente municipal de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, de rentar los camiones que recolectarán la basura del municipio los próximos tres años en lugar de adquirir un lote de vehículos y mejorar así un servicio público que tiene sus complejidades en una ciudad asentada sobre un lomerío, amenaza con ser el fantasma que lo perseguirá toda su administración si no aclara las bondades de haber firmado un contrato con Turbofin SAPI de CV, empresa de Jaime Rogozinsky.
El alcalde dio a dicha empresa un anticipo de 20 millones de pesos, con los cuales la arrendadora compró los primeros siete camiones que recibió la administración panista. En agosto la empresa entregará el resto de los vehículos para sumar 52 unidades.
Los argumentos de Gastélum son que resulta más barato rentar los camiones que comprarlos porque el arrendatario se comprometió a mantenerlos en perfecto estado, sin costo extra para el municipio, y que es más rápido rentar que comprar porque la segunda alternativa implica una licitación, y el problema es apremiante, pues la mayoría de los camiones disponibles son inservibles.




La semana pasada, en este mismo espacio, se realizó un recuento de las torpezas y tropiezos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su gira por Europa: el tono áspero, prepotente e injerencista con el que el magnate neoyorquino exigió a la Unión Europea (UE) que hiciera más ante Rusia y el combate al terrorismo, que adoptara las posturas de Wa-shington en la beligerancia en contra de los migrantes y que los gobiernos europeos incrementaran sus gastos armamentistas.

Contra la represión y supresión de las ideas
Los abajo firmantes estamos en contra de la supresión de la libertad de ideas por opinar contra la corrupción, discernir sobre la antidemocracia en los ámbitos académicos y contra el hostigamiento laboral. Es la noticia detestable en contra de un académico destacado por sus investigaciones críticas y propositivas que comparte entre alumnos e investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). Es el caso desafortunado del doctor Fermín Carreño Meléndez, a quien, por denunciar la falta de transparencia académica en el proceso de elección del rector, no se le admite impulsar la socialización de los saberes críticos como parte de la actividad de toda universidad. En cambio, recibe amenazas, hostigamiento laboral y se le prohíbe denunciar la represión al participar en la contienda para la rectoría. Exigimos se respeten sus derechos de libertad de pensamiento y expresión consagrados en la Constitución Política de México. Asimismo, demandamos que tenga la oportunidad de organización independiente en los espacios democráticos de la propia UAEM.

¡Entre más me golpean políticamente, más digno me siento! Ponciano Arriaga
La oposición política en México ha escrito gran parte de nuestra historia; gracias a revolucionarios, así como hombres y mujeres de libre pensamiento, este país se ha logrado levantar de tantos percances y saqueos.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado en 2011 por el poeta Javier Sicilia, hizo de la frase ¡Estamos hasta la madre! su bandera de lucha. Con la creatividad que caracteriza a la juventud, integrantes del movimiento #YoSoy132 diseñaron serigrafías compuestas de la imagen de la Virgen de Guadalupe con la expresión: ¡Hasta la Madre dice ya basta! Este giro lingüístico cuestionaba el carácter sexista del dicho popular, asumido como bandera de lucha por el Movimiento por la Paz. Seis años más tarde, las madres mexicanas y centroamericanas dicen ¡Ya basta!, convirtiéndose en la conciencia social del país, denunciando la violencia y la impunidad.

Cada vez más la gente distingue entre actividad política hecha en forma abierta y franca, bien intencionada y en búsqueda del bien común y la otra política tradicional, mentirosa, marrullera y manipuladora. Es muy difícil, pero no imposible lograr el cambio de raíz que México requiere; hay un nuevo ingrediente, los mismos beneficiarios del sistema alejados de los altos cargos y fuera de las élites, las infanterías de la burocracia, los militantes de base de los partidos, los simples mortales, abren los ojos y ponen su esperanza en un cambio que se ve posible y cercano.

Al inicio de este sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto, sus amigos que lo acompañan en los cargos más importantes de la administración pública y los gobernadores del partido en el poder, aseguraron que México sería otro en 2018. Sí, ya lo es: más violento y con el mayor número de asesinatos; corrupción e impunidad desbordada (OHL, HIGA y Odebrecht, como ejemplos emblemáticos); con grave distanciamiento social y económico entre la población y más concentración de la riqueza en pocas manos. Con los grupos criminales apoderados de varias regiones por la inoperancia de los cuerpos policiales y la ausencia del Estado. Con más denuncias que siempre por violación de los derechos humanos, muerte de periodistas y desaparición forzada de personas. Y serios problemas ­ambientales.

Sí, es verdad, cuando en México se asesina a periodistas o se prohíbe la entrada de un reportero de La Jornada a un acto oficial, por parte del Ejército, o cuando Donald Trump se niega a reconocer las evidencias del cambio climático global en una reunión de países en Sicilia, o cuando continúa la matanza en Siria y en varios países de Medio Oriente, o cuando en Manchester mueren o son heridos decenas de niños por un atentado terrorista sin nombre, o cuando Corea del Norte procura culminar su programa de desarrollo nuclear lanzando misiles o explotando bombas nucleares de diferentes magnitudes, podemos decir que se acerca el fin del mundo o que lo rozamos con nuestras conductas.

La política monetaria no es una cuestión de magia, aunque el lenguaje utilizado para su exposición suele ser obtuso. Entonces, parece incomprensible excepto para los especialistas.

Donde dice la obra del sexenio debe leerse el negocio de su vida. Les tomó más de 15 años salirse con la suya pero ya mero, ya merito. Y con inverosímil mérito: ¿no acaban de otorgarles en Londres el premio al Emisor de Bono Verde más grande del mundo? Hasta de la preocupación por el cambio climático saca raja la devastación bárbara y abusiva de estos Atilas del neoliberalismo terminal, para edificar a como dé lugar el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) en los valles de Texcoco, aunque había mejores alternativas reales.

Foto
La alemana Diane Kruger y el estadunidense Joaquin Phoenix Foto Afp y Ap
Black Mirror. Para su primer largometraje, ¡Huye! (Get out), el realizador afroaestadunidense Jordan Peele ha elegido una estrategia narrativa original y provocadora. Un posible drama social, con destellos humorísticos, sobre un joven negro y la novia que lo lleva a visitar, por vez primera, a sus padres liberales blancos, se aventura en el género de horror que tanto fascina al gran público, en especial a espectadores jóvenes, y sale airoso del intento.

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