Para evitarla, el Grupo
Atlacomulco ha desarrollado una estrategia que involucra al propio
gabinete de Peña y gobernadores que han echado mano de operadores
electorales con cuanto control tienen del aparato público.
Según
Morena, que con todo y las limitaciones de su candidata, Delfina Gómez,
se convirtió en una amenaza para el PRI en la entidad, la maquinaria
oficial está en pleno funcionamiento.
Desde el pasado día 19 está
operando un sistema de registro electrónico identificado como Prodem,
sobre la movilización de votantes por comunidad en cada una de las 20
regiones en que dividió la entidad para los comicios del próximo
domingo.
Algunas de ellas quedaron directamente en manos de
gobernadores, como responsables del despliegue de operadores electorales
con recursos de las entidades que gobiernan.
Entre ellos, la
estrategia menciona al “ecologista” Manuel Velasco, gobernador de
Chiapas, como responsable de Ciudad Nezahualcóyotl y a quien le atribuye
la negociación del PRD con Peña Nieto para que el candidato fuera Juan
Zepeda y se evitara una alianza opositora al PRI.
Entidades
colindantes con el Estado de México controladas por ese partido, como
Guerrero e Hidalgo, también se han distribuido las tareas. El gobernador
guerrerense, Héctor Astudillo, ha sido de los más notorios, como lo
documentó el lunes el corresponsal de
Proceso en esa entidad, Ezequiel Flores. Su centro de actuación es Huixquilucan.
El
gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, perteneciente al grupo político del
secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha desplegado su
operación electoral en Cuautitlán, Tecámac y Ecatepec; en este último
municipio de la mano del gobernador y expresidente municipal Eruviel
Ávila.
Según ese manual, el domingo 28 el PRI hizo un simulacro de
la cooptación de votos para comprobar el control que tiene cada
responsable en su comunidad, con los números telefónicos de los
electores incluidos.
Esos operadores, desde el miércoles 24
tendrían identificadas cuántas casillas habrá en su sección, dónde se
ubican y de qué tipo son (básica y contiguas). Para entonces, ya habrían
capacitado a las personas que enviarán la información a los lugares de
operación del PRI (“casas amigas”).
La recomendación es que sean
dos y que vivan lo más cerca posible de las casillas, además de que esas
casas tengan conexión a internet. La propuesta es disponer de una
laptop por cada 15 operadores.
El día de la elección, según la
denuncia, los operadores recibirán las direcciones electrónicas reales
del sistema y los responsables políticos (funcionarios estatales o
municipales) deberán asegurarse de que los operadores (“profesores”)
lleven a sus “alumnos” al “Congreso”; es decir, a votar, antes de las
15:00 horas.
Sólo hasta ese momento, dice el manual a los profesores,
“podrás regresar a tu lugar de origen, siempre y cuando tengas
garantizadas a las dos personas que te proporcionarán los resultados en
cuanto se publiquen”.
A partir de las 18:00 horas, se deberá monitorear la publicación de los resultados, fotografiarlos y registrarlos en el sistema.
Así
funcionan las maquinarias partidistas. El PAN lo hizo en 2006 y 2012. Y
lo hará ahora. López Obrador también. La diferencia es el uso de
recursos económicos a la mano. Falta por conocer esos otros manuales.
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