Urge personal capacitado psicológicamente en todas las áreas de atención
Para que las mujeres víctimas de violación sexual
se recuperen de los efectos psicológicos consiguientes a la agresión es
esencial que se les garantice el acceso a la justicia, por ello urge
capacitar en el ámbito psicológico y evaluar al personal encargado de
atender este delito en las Agencias Especializadas de Delitos Sexuales y
el Centro de Terapia de Apoyo a Víctimas de delitos sexuales (CTA),
dependientes de la Procuraduría capitalina, afirma experta en violencia
sexual.
La coordinadora y fundadora del Programa de Atención a la Violencia
Sexual (PIAV) Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México,
Patricia Valladares de la Cruz, asegura en entrevista con Cimacnoticias
que la recuperación plena de una víctima de violación depende de tres
factores: el apoyo familiar, la atención médica y psicológica
especializada, así como su acceso a la justicia tras el delito.
Con más de 20 años de experiencia en la atención psicológica a personas
víctimas de violación Valladares de la Cruz explica que la recuperación
tras el delito puede prolongarse e, incluso, no cumplirse hasta que las
víctimas saben que su agresor fue sentenciado, por lo que, dijo, “es
sumamente importante que los funcionarios de la Procuraduría General de
Justicia de la Ciudad de México (PGJDF) se sensibilicen con los hechos,
que estén capacitados para no culpar a las víctimas e investiguen y
sancionen a los responsables”.
LA ATENCIÓN PSICOLÓGICA
El PIAV se creó en 1988 como resultado de una época en la que
feministas, académicas y organizaciones civiles exigieron reformas al
Código Penal Federal y al modelo de atención a víctimas de violación en
las instancias de procuración de justicia. Desde entonces la maestra en
psicología y las académicas del programa universitario estudian las
consecuencias psicológicas del delito.
De acuerdo a los estudios realizados con base en el seguimiento de
diversos casos de violación y las características de la víctima, la
maestra en psicología precisa que tras el acto violento las y los
agredidos presentan el “síndrome postviolación”.
Este se caracteriza por miedo, vergüenza, culpa, pesadillas, escenas
retrospectivas del ataque y, de acuerdo a sus características personales
pueden presentar una “reacción aguda”, en esos casos “la gente explota y
se le ve completamente asustada y desesperada, es decir, tiene una
reacción abierta”, menciona.
Y explica que las víctimas que tras el ataque sexual continúan sus
actividades cotidianas sin hablar ni atender el mismo “presentan una
reacción cerrada” y, aún cuando los síntomas aparentemente no son
visibles, es importante brindarles atención psicológica.
Valladares de la Cruz menciona que el síndrome postviolación se agrava
de acuerdo al tipo de ataque. “El tipo de daño psicológico también
depende de las lesiones físicas en víctima, si la agresión fue
tumultuaria, con violencia y si el perpetrador puso en riesgo su vida,
de eso depende que la recuperación tarde de dos meses hasta años”,
asegura.
Por eso recuerda que las Agencias Especializadas en Delitos Sexuales se
crearon con la intención de dar a las víctimas una atención integral por
lo que no solo el personal especializado en psicología, sino también la
policía ministerial, los médicos legistas, abogados y trabajadores
sociales deben estar capacitados y conocer todos los síntomas del
síndrome postviolación.
“El personal tendría que estar capacitado para atender a las víctimas en
cada una de las fases del síndrome postviolación y las etapas
específicas: qué hacer con los miedos, si tienen depresión, lesiones, si
tienen o no que tomar fármacos. Tendrían que estar conscientes de todo
eso para saber cómo atender y contener las necesidades que tienen las
personas que pasan por esto”, afirma.
Por ello considera que aún cuando la idea original de las Agencias
Especializadas era contar con “personal altamente capacitado en el
tema”, la falta de preparación psicológica para los trabajadores se
refleja en los casos donde las mujeres que se acercan a las instancias
de justicia son agredidas por los trabajadores al cuestionar la
veracidad de su denuncia.
Las psicólogas del PIAV atienden cada año aproximadamente 120 casos de
personas víctimas de violación, muchos de ellos son de mujeres que tras
ser agredidas en las Agencias Especializadas, en el CTA o en institutos
de atención a la violencia de la Ciudad de México y el Estado de México
se acercan con las académicas para ser atendidas.
La psicóloga reconoce que en algunos casos las mujeres son atendidas de
manera eficiente, sin embargo, afirma, “la atención sin violencia de
género no tendría porque ser cuestión de suerte, no es un asunto de
opiniones, sino de que hay protocolos específicos de atención que
deberían cumplirse”.
SIN SEGUIMIENTOS
Valladares de la Cruz comenta que desde la academia se ha apoyado con
capacitaciones al personal médico y policial que trabaja con víctimas de
violaciones, sin embargo, afirma que corresponde a las instancias que
solicitan las capacitaciones dar seguimiento a que éstas realmente se
apliquen.
“Se deben hacer evaluaciones constantes al personal y entonces tomar
las decisiones pertinentes, si no cumplen con las características para
estar en las agencias por razones personales o por lo que sea los
tendrían que mover de área”, asegura.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Montserrat Antúnez Estrada Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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