En su mensaje con motivo del Quinto Informe
de Gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto habló de la mejora en el
poder adquisitivo y añadió:
“Aquí destaco las buenas relaciones laborales entre empresarios y
trabajadores. En 46 meses, prácticamente no ha habido huelgas de
carácter federal, no obstante que se han realizado 39 mil revisiones
salariales y contractuales”.
Mintió.
La afirmación que pretende informar que en lo que va del sexenio no
hubo huelgas, la han repetido al menos desde finales de 2016, tanto Peña
Nieto como el secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Alfonso
Navarrete Prida.
Para confirmarlo de manera oficial, se realizó una solicitud de
acceso a la información a la STPS, en cuya respuesta se exponen los
siguientes datos:
Del 1 de diciembre de 2012, al último día de febrero pasado, han
estallado 22 huelgas de jurisdicción federal, además de que 33 mil 417
emplazamientos a huelga fueron conjurados.
En diciembre de 2012, se registró una huelga, pero el año de mayor
conflictividad fue 2013, cuando estallaron 18 huelgas, a las que se
suman dos en 2016 y una enero de 2017, año este último en el que no se
contabilizaron los meses de mayor conflictividad en la respuesta a la
solicitud, o sea de marzo a mayo, cuando concluyen numerosas revisiones
contractuales.
Una curiosidad del registro de huelgas es que, al revisar en qué
entidades ocurrieron, resulta que ocho de las 22 fueron en el Estado de
México, entidad de donde es oriundo el mandatario y gran parte de su
gabinete, incluyendo a Navarrete Prida.
La cifra tendría que ser superior pues existe evidencia de huelgas
que estallaron pero que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje
declaró ilegales, como es el caso de lo ocurrido en la Universidad
Autónoma Agraria “Antonio Narro”, en Coahuila, apenas en febrero pasado.
Aunque se había cumplido con todas las formalidades la Junta Federal
de Conciliación y Arbitraje (JFCA) la declaró ilegal por considerar que
se había incumplido con un requisito de forma en el emplazamiento pues
el sindicato puso “ejido Buenavista. Domicilio conocido”, algo que es
correcto pues la localidad es ocupada por la Universidad y no tiene
nomenclatura. Sin embargo, eso le valió la declaratoria de ilegalidad,
según denuncio Roxana Cuevas, la dirigente sindical.
Por detalles como ése, el derecho a la huelga se ha visto
menoscabado, de acuerdo al laboralista Manuel Fuentes Muñiz, que ha
registrado prácticas inhibitorias y extralegales de la JFCA, por forzar
negociaciones entre trabajadores y empresarios.
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