Exigen medidas urgentes para frenarla
Pese al avance democrático en Sudáfrica en las últimas dos décadas y
los numerosos programas en favor de las mujeres, la violencia de género
se mantiene con altas tasas y especialistas recomiendan hoy tomar
medidas adicionales urgentes para frenarla.
Un reporte del Centro para el Estudio de la Violencia y la
Reconciliación (CSVT, por sus siglas en inglés) con respaldo de Oxfam
Sudáfrica, ofrece detalles de este fenómeno que padecen una cada cinco
sudafricanas mayores de 18 años y una cada tres de edades similares que
viven en entornos de mayor pobreza.
Esas estadísticas realizadas por el Muestreo Demográfico y de Salud
de Sudáfrica en 2016 son respaldadas por el Consejo de Investigación
Médica, que en 2009 reportó que tres mujeres mueren cada día en este
país en las manos de sus esposos, amantes o novios.
Bajo el título “Violencia contra la mujer en Sudáfrica, un país en
crisis”, el documento de 80 páginas aborda los distintos ángulos de este
serio problema que provoca una tasa de feminicidio/femicidio cinco
veces más alta que la del mundo. Sudáfrica se destaca por índices
superiores de violencia sexual.
Este panorama ocurre en un país que cuenta con fuertes legislaciones y
políticas alineadas con las Convenciones internacionales de protección a
las mujeres y de promoción de sus derechos, y con numerosas
organizaciones de la sociedad civil que ofrecen sus servicios
esenciales.
“No obstante, pese a las miles de protecciones legales e
intervenciones del Estado y de asociados no estatales, Sudáfrica
continúa experimentando extremadamente altas tasas de violencia. Esto
eleva las preocupaciones sobre la seguridad humana vinculada a las
mujeres en particular y al país en su conjunto”.
Sobre el tema, el informe agrega que esta situación hace preguntarse
por qué la violencia contra las mujeres persiste en Sudáfrica y qué es
necesario hacer para frenarla.
Al investigar el asunto, los especialistas confirmaron que las
sobrevivientes de la violencia la experimentaron varias veces a lo largo
de su vida.
Señalaron que estos actos están vinculados con relaciones de poder y
se alimentan de vulnerabilidades, incluyendo discapacidades, dependencia
económica, inequidades sobre bases de identidad y circunstancias
personales de mujeres y niños.
Es por esta razón, que los estudiosos consideran que las estrategias
para enfrentar esa violencia deben estar vinculadas intrínsecamente con
alcanzar la igualdad de género de manera más generalizada y con la
educación sobre el tema desde edades tempranas.
Dijeron que esa educación de niños y niñas para promover relaciones
respetuosas y la igualdad de género es muy importante porque es mucho
más fácil cambiar actitudes y comportamientos en la niñez y la juventud
que en la adultez.
Otro aspecto que abordan para enfrentar esta violencia es incrementar
el empoderamiento de las mujeres a través del fortalecimiento de sus
actitudes empresariales y los derechos laborales, promover el acceso
universal a la educación y ofrecerles financiamiento y control de esos
recursos.
En esta batalla contra la violencia infligida a las mujeres por sus
compañeros íntimos sugieren incorporar una amplia participación de la
comunidad, que deberá usar recursos ya existentes como se hizo en
Liberia, en particular en áreas rurales donde las mujeres carecen de
recursos adecuados.
Al analizar el fenómeno, las personas expertas constataron que la
violencia y negligencia de los padres tienen gran influencia en la
formación de masculinidades violentas, por lo que es necesario aplicar
estrategias de prevención para impulsar una crianza saludable, con lo
cual se requiere apoyo comunitario, de las escuelas y de la prensa.
Imagen retomada de psicólogoshuanuco
Por: Ilsa Rodríguez Santana Cimacnoticias/PL | Pretoria, Sud.-
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