Pedro Echeverría V.
1. En pleno conflicto entre el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, López Obrador, y el sector privado del país, ha terciado la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme) apoyando modelo económico propuesto por López Obrador, declarando que “las cúpulas empresariales del país no los representan, como han afirmado”. En un comunicado esta asociación –que agrupa a cuatro millones de micros y pequeñas empresas en la región– desmintió que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) generen nueve de cada 10 empleos, como lo afirmaron.
2. Así como el CCE, CMN, son organismos empresariales vacíos, sucede los mismo con los partidos políticos en México cuyos directivos sólo están preocupados por saltar de un cargo a otro y seguir cobrando los más grandes salarios posibles. Se registra en el país un gigantesco descontento por falta de trabajo, por carestía, por salarios de hambre, y ningún partido proporciona solidaridad a las luchas de los trabajadores. Los maestros, los estudiantes, los electricistas, los mineros, los campesinos, muchas veces han salidos a protestar a las calles, sin que algún partido movilice a sus militantes en apoyo de esas luchas. ¿Por qué los trabajadores sí deben apoyarlos en las elecciones?
3. El 99.9 por ciento que en México se dicen representantes de algo, la realidad es que engañan con argumentos falsos. Me recuerda a Fidel Velázquez, el líder obrero de la CTM, que estuvo de 1936 a 1997 cuando falleció, como “máximo representante” de tres mil obreros mexicanos, así como de otras organizaciones. Nunca hizo ninguna huelga porque siempre se ponía de acuerdo con los patrones y el gobierno para seguir jineteando a los trabajadores. Y como él, otros miles de líderes obreros, campesinos, empresariales, al servicio del gobierno, haciendo negocios con él y recibiendo multimillonarias cuotas de sus afiliados.
4. Espero que López Obrador continúe por ese camino de denuncias solidarias –que al parecer inició con los mineros dirigidos por Gómez Urrutia, el líder perseguido por los últimos tres presidentes- que harán que los trabajadores y afiliados de organizaciones se den cuenta de la situación que viven y la verdadera causa de su miseria. ¿Qué harán los 50 mil electricistas del SME que fueron cesados por el presidente asesino Felipe Calderón y su secretario del Trabajo, Javier Lozano? ¿Cuál será la política de López Obrador con las organizaciones campesinas que se han manifestado varias veces en la CDMX exigiendo los derechos que les corresponde?
5. Estaba leyendo a Areli Villalobos en la revista Proceso en que grupos privados del PAN y la derecha neofascista que dicen que “no darán ni un paso atrás en la reforma educativa”. Desde hace varias décadas esos grupos fachos se dicen representantes de padres de familia a nivel nacional sin haber hecho siquiera una asamblea. Siguen fielmente a “Mexicanos Primero” de Claudio X González, hijo de papi empresario millonario, que durante años ha defendido a los colegios privados. Su sirviente es un señor Calderón Martín del Campo que usa al panista García Camarena de la UNPF y el diputado panista Francisco Landero. Han sido siempre estos “representantes” los grandes negociantes de las escuelas privadas.
6. Se mueren de miedo estos “representantes” de nada porque si llega López Obrador a la Presidencia nadie va a poder parar las protestas y las luchas que se van a desatar en México. Esa “Reforma Educativa” será barrida por los maestros porque ellos defenderán al fin la educación pública, gratuita, laica y popular. Por ello López Obrador no dará ningún paso atrás frente a esos “representantes” de organismos empresariales que no representan a nadie. La cosas tendrán que cambiar con profundidad a fin de que todos los trabajadores y afiliados a organización alguna obtengan una representación directa y colectiva. Basta ya de hacer negocios en nombre de sus “representados”. (7/V/18)
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