El primer conflicto es que el sistema no cumple su propósito de cubrir el retiro: BID
Enfrentará México
problemónde índole social por las pensiones
Cuestiona experto el ahorro forzoso que termina con la devolución de recursos a empleados
Advierte que los trabajadores con Afore recibirán en su vejez poco más de un salario mínimo
El BID indicó que México debe asegurar que los trabajadores reciban sus
pensiones, tanto aquellos que están en el modelo contributivo (IMSS),
como los que tienen Afore. En la imagen, protesta de jubilados en Paseo
de la Reforma, en marzo de 2017
México tiene enfrente
un problemóncon su sistema de pensiones, que cada día se acerca más a generar conflictos de índole social, advirtió el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El primer problema es que no otorga pensiones, no cumple con su propósito esencial, indicó David Kaplan, especialista senior del mercado laboral del organismo.
En México, los trabajadores del sector privado que comenzaron a
cotizar antes del primero de julio de 1997 tendrán una pensión que será
cubierta por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Para tener
el beneficio deben cotizar al menos 500 semanas y obtendrán alrededor de
70 por ciento del sueldo promedio de sus últimos cinco años laborados,
de acuerdo con datos oficiales.
Para quienes comenzaron a trabajar bajo el actual sistema de
Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) su pensión será el
resultado del ahorro logrado durante la vida laboral y, de acuerdo con
cálculos oficiales, será de alrededor de 30 por ciento del sueldo
promedio de los últimos cinco años, según cáculos también oficiales.
Tal como está diseñado,
el problema que yo señalaría es que es un sistema que no otorga pensiones, que no cumple con su propósito, resaltó Kaplan, quien esta semana participó en la presentación del libro El México de 2018: movilidad social para el bienestar, editado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
El objetivo de un sistema de pensiones no es generar un ahorro
forzoso que termina con la devolución de esos recursos –más su
rendimiento– cuando un trabajador llega a 65 años, expuso.
Eso no es una pensión; el propósito de un sistema de este tipo es entregar pensiones y si México no actúa pronto, el procedimiento, que ya ahora no opera muy bien, va a funcionar peor, planteó.
Para el especialista, existe la necesidad de que en México se pongan
en práctica políticas que hagan posible no sólo que los trabajadores
reciban sus pensiones, tanto aquellos que están en el modelo
contributivo (IMSS) como no contributivo (Afore),
sino que se asegure que sean vitalicias, un pago mensual, de eso se trata un sistema de pensiones, no de devolver los recursos, que ese es el destino de la mayoría de jóvenes que comenzaron a cotizar en una cuenta de Afore.
Otro de los aspectos que explora es el del monto a recibir,
sobre todo para aquellos trabajadores que comenzaron a cotizar bajo el
sistema de las Afore. La mayoría de quienes lleguen a pensionarse,
explicó, se van a quedar con el pago mínimo garantizado, que es poco más
de un salario mínimo.
La situación debe asustar un poco más: el sistema de pensiones otorga pocas de éstas y ese problema va a empeorar en el tiempo, planteó, durante la presentación del libro del CEEY.
Actualmente, sólo tres de cada 10 adultos mayores tienen una pensión,
que acumularon a partir de sus aportaciones al IMSS, antes de que fuera
reformada la ley. Ellos tuvieron que acumular 500 semanas de cotización
para gozar de este derecho, explicó.
Los trabajadores que comenzaron a cotizar a partir del primero de
julio de 1997, bajo la modalidad de las Afore, van a tener que aportar
durante mil 250 semanas para tener una pensión,
por tanto, la cifra de que hoy tres de cada 10 adultos tienen una pensión contributiva, va a bajar, planteó.
Agregó que
hay 2.3 millones de trabajadores domésticos, la mayoría mujeres, que ni siquiera tienen derecho a seguridad social. Existe una modalidad en el IMSS para inscribirse de manera voluntaria, y también los trabajadores independientes, que con la legislación actual no tienen obligación de cotizar a un sistema de pensiones, aunque envejecen y enferman igual que todos.
Recomendó posiciones más fuertes, que además de incorporar el ahorro
voluntario previeran cierta obligatoriedad, que la seguridad social sea
un derecho igual que para cualquier otro trabajador subordinado”.
Foto Alfredo Domínguez
Roberto González Amador
Periódico La Jornada
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