El pasado 5, en el ex convento del Desierto de los Leones, el ocupante del Poder Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto,
firmó 10 decretos de reserva de agua para las regiones de los ríos Santiago, Ameca, Pánuco, Papaloapan, Actopan y Antigua, y Grijalva-Usumacinta, así como para la costa de Jalisco y las costas Grande y Chica de Guerrero(nota de Rosa Elvira Vargas, en La Jornada).
La atención pública estaba concentrada en esa fecha en la resolución judicial federal que echó abajo la
verdad históricay en las consecuencias jurídicas y políticas de la creación de una comisión de la verdad respecto del caso de los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala. También era destacada la información referida al diferendo entre grandes empresarios y Andrés Manuel López Obrador, ya
limadas las asperezasen ese día, según declaraba el tabasqueño. Peña Nieto, por su parte, concentró su discurso en la defensa de los marinos atacados en Ciudad Guzmán, Jalisco, por manifestantes que demandaban la aparición con vida de una persona.
Lo anunciado en esa ocasión por Peña Nieto respecto de los decretos
de reserva de agua es una puñalada al interés público, pues bajo el
disfraz de buenas intenciones entraña la cesión de la disponibilidad de
agua a entidades privadas, con grandes empresas mineras, energéticas,
inmobiliarias, agropecuarias y de otra índole, ávidas de recibir los
beneficios de las aguas nacionales.
El periodista Rubén Martín ha escrito que, con ese anuncio, Peña Nieto modificó
un estatus de veda que existía sobre 300 cuencas hidrológicas de las 756 que existen en el país. En ese 40 por ciento de las cuencas escurre 55 por ciento de las aguas superficiales del país.
Son escenas recurrentes en muchas partes de la República, donde unas y
otras bandas criminales aplican fórmulas eficaces para amedrentar a los
adversarios específicos y a la sociedad en general. Pero ahora, en
espiral creciente, esos métodos de salvajismo ejemplarizante han llegado
a la capital del país con frecuencia e insistencia que reflejan, en
primera instancia, la profunda descomposición del aparato de gobierno
que encabezó el ahora fugitivo electoral Miguel Ángel Mancera, huido de
su responsabilidad capitalina en pos de una senaduría de dedazo,
tramposamente aposentada en una circunscripción que incluye a Chiapas.
Pero, además de esa primera lectura sobre el arribo de la violencia al estilo narco a
la Ciudad de México, que en los peores momentos nacionales de ese tipo
de explosión criminal se mantuvo inalcanzada, ha de anotarse como una
perspectiva a confirmar el hecho de que el desbordamiento de la
criminalidad organizada podría tener referentes o consecuencias
políticas y electorales, vinculados como están ciertos grupos con
determinadas autoridades y partidos.
No es poca cosa el atrevimiento de desperdigar restos humanos
(presumiblemente de dos personas) en una vialidad tan importante de la
capital del país (la avenida Insurgentes, en su tramo norteño, haciendo
esquina con la Ricardo Flores Magón, en los límites de la colonia Santa
María la Ribera y el conjunto habitacional Nonoalco Tlatelolco).
Enmarcado en el pleito entre facciones criminales con sede en Tepito por
el control de las zonas de distribución de drogas, el tirar cuerpos
desmembrados fue acompañado de la instalación de una narcomanta amenazante.
El episodio narrado tiene como referencia una inusitada elevación de
los índices criminales en el país. Una administración federal rapaz y
las estatales que también serán renovadas han soltado ya cualquier asomo
de responsabilidad republicana y sus cuadros altos y medios se han
volcado en la más cruda acumulación de riqueza, con la tropa burocrática
en similar ejercicio de voracidad. Por otra parte, la imposición de la
violencia descarnada ayuda a inhibir el ejercicio del voto, a
condicionarlo y, eventualmente, a descarrilarlo.
Jon Lee Anderson es un
escritor y periodista estadunidense que se ha ocupado extensamente de
América Latina; posee el premio de periodismo María Moors Cabot.
Escribió para la revista The New Yorker un perfil de Andrés
Manuel López Obrador de 45 mil palabras. No lo hizo desde una
computadora en su oficina, sino que lo acompañó en varias etapas de su
campaña: lo vio en acción, habló con él, atestiguó la fuerza de su
movimiento, la fe de la gente que lo sigue, y también recogió las
opiniones de quienes no simpatizan con él. Eso le da gran valor al
documento, porque demuestra su objetividad. El título resume
inigualadamente el contenido: Una nueva revolución en México.
Cito un párrafo: “Ahora (…) México está en crisis, acosado desde dentro
por la corrupción y la violencia de las drogas y desde afuera por el
antagonismo de la administración Trump. Hay nuevas elecciones
presidenciales el 1º de julio, y López Obrador se está postulando bajo
la promesa de rehacer a México en el espíritu de sus revolucionarios
fundadores. Si las encuestas se pueden creer, es casi seguro que gane”.
Banquero excepcional
El banquero a quien se atribuye el mérito de conducir a
BBVA Bancomer a su posición número uno en México, Luis Robles Miaja,
dejará su cargo de presidente del consejo de administración. Será
propuesto como sustituto Jaime Serra Puche. En un comunicado, el grupo
bancario dijo que Robles Miaja optará por la jubilación voluntaria tras
25 años de servicio a partir del 30 de septiembre y en su lugar será
designado Serra Puche, miembro del consejo desde 2007. Éste ocupó la
Secretaría de Comercio en el gabinete de Carlos Salinas de Gortari, de
1988 a 1994; Ernesto Zedillo lo nombró secretario de Hacienda en
diciembre de 1994, cargo en el que permaneció sólo 28 días, pues ante la
grave crisis económica que desató el
error de diciembre, presentó su renuncia.
Dieselgate
La justicia alemana dictó prisión preventiva a Rupert
Stadler, presidente ejecutivo de Audi, filial de Volkswagen, decretando
así la primera encarcelación de un alto ejecutivo en el dieselgate.
Stadler, al frente de Audi desde hace 11 años, fue acusado a fines de
mayo por engaño y falsedad de declaración indirecta en la venta de
vehículos a diésel en el mercado europeo, equipados con un software
para manipular las emisiones de gases contaminantes y nocivos. Audi
confirmó la detención sin aportar más detalles, pero mantiene su
presunción de inocencia.
Casi todos los líderes
del mundo critican a Donald Trump por su política comercial
proteccionista. Sin embargo, la mayor parte de los países a los que
Estados Unidos ha cerrado sus puertas han respondido con la misma
moneda: si tú cierras tus fronteras, yo también impongo aranceles a tus
productos.
¿El proteccionismo es la política adecuada para México? Estoy
convencido de que no, pues lo único que traerá es freno a la producción,
mayor costo para los consumidores y creciente presión inflacionaria por
el aumento del precio de los productos importados.
Sin embargo, ante la debilidad de Enrique Peña Nieto, a quien se ha
tildado de entreguista con Trump, es difícil que no actúe de esa manera.
En caso de no haber respondido de la misma forma, se hubiera percibido
mayor debilidad del gobierno mexicano.
Se entienden las razones políticas, pero de nuevo Peña Nieto se
equivoca en su política internacional. Si de lo que se trata es del
beneficio de la población y de que nuestra economía se vuelva más rica y
eficiente, lo que menos conviene a México es seguir una política
proteccionista semejante a la de Estados Unidos.
Con la
reformaenergética, prometía Enrique Peña Nieto, Petróleos Mexicanos (Pemex)
va primero, y la nueva empresa productiva del Estado resultante de los cambios constitucionales
será más fuerte, más moderna y más competitiva. Ello, decía el inquilino de Los Pinos en diciembre de 2013, gracias a que
superamos mitos y tabúes, y dimos un gran paso al futuro.
La oferta, en el discurso, se escuchaba atractiva, pero, como
siempre, la realidad la tiró al cesto de la basura, y, en cambio, hoy
Pemex registra una situación financiera y productiva cada día más
endeble, que es la que el propio Peña Nieto, junto con sus aplaudidores,
heredará al gobierno entrante.
En el festivo ambiente por la reforma energética, el inquilino de Los Pinos presumía que
Pemex no se vende ni se privatiza, pero en los hechos nunca fue necesario proceder en ninguno de esos dos sentidos, pues con la política económica encabezada por Luis Videgaray la ex paraestatal fue llevada a una situación crítica en lo financiero y lo productivo.
Inmersa en un círculo pernicioso, del que difícilmente saldrá si las
cosas se mantienen como hasta ahora, la ahora empresa productiva del
Estado se ha endeudado hasta la coronilla, al tiempo que la Secretaría
de Hacienda le recorta el presupuesto y le succiona hasta el último
centavo por impuestos, derechos y aprovechamientos, sin olvidar la
enorme cuan jugosa cereza de la corrupción.
La propia información financiera de Pemex resume el estado en que se
encuentra la ex paraestatal: de diciembre de 2012 a marzo de 2018, la
deuda se multiplicó por tres (de 671 mil a un billón 950 mil millones de
pesos); el activo total apenas se incrementó 14 por ciento (de 1.87 a
2.14 billones de pesos), mientras el pasivo total aumentó 115 por
ciento. He ahí, materializada, la frase peñanietista de que con la reforma energética Petróleos Mexicanos sería
más fuerte, más moderna y más competitiva.
En su más reciente reporte trimestral (enero-marzo de 2018), la empresa productiva del Estado lanza un SOS:
El monto de los pasivos de Pemex es considerable y la entidad está expuesta a restricciones de liquidez, lo cual podría dificultar la obtención de financiamientos en términos favorables, afectar su situación financiera, los resultados de operación, su capacidad para pagar deuda y, finalmente, su capacidad para operar como negocio en marcha.
La ex paraestatal lo resume así:
Pemex tiene una deuda considerable, contraída principalmente para financiar los gastos de inversión necesarios para llevar a cabo sus proyectos. Debido a su fuerte carga fiscal, el flujo de efectivo derivado de las operaciones de la empresa en años recientes no ha sido suficiente para fondear sus gastos de inversión y otros gastos, por lo que su endeudamiento se ha incrementado significativamente y su capital de trabajo ha disminuido. Sólo para dar una idea, en los próximos tres años la ex paraestatal deberá pagar vencimientos de deuda cercanos a 30 mil millones de dólares.
Si las más ligeras e inofensivas
aproximaciones al jazz se convierten en todo un desafío para la
proyección o la subsistencia de un músico, los terrenos de la
improvisación libre resultan un tabú para la mayoría de los
instrumentistas. Pero cuando un buen músico se anima a navegar por estas
aguas, una nueva e inagotable forma de la belleza aparece ante nuestros
asombrados ojos de niño.
Así debió entenderlo Israel Flores, percusionista queretano que
después de batallar para organizar un festival de free jazz en su ciudad
natal, decidió irse a radicar a Wuppertal, Alemania. “Conocí a mi
esposa hace un año, durante el intermedio de uno de mis conciertos en
Querétaro –nos platica Israel. Ella es Milena Sawczuk, maestra alemana
de yoga, y decidimos mudarnos acá para formar familia; mi hija acaba de
nacer. Ignoraba que esta ciudad es la cuna del free jazz europeo”.
La situación de miles
de menores de edad hijos de inmigrantes indocumentados que han sido
separados de sus padres por las políticas persecutorias del gobierno
estadunidense ha llegado a un grado de escándalo que apela a la
conciencia mundial. Ciertamente, el acoso policial en contra de los
trabajadores y refugiados extranjeros no fue iniciado por el actual
presidente del país vecino, Donald Trump, pero éste lo ha acentuado y
llevado a un nivel de inhumanidad sin precedente, como lo exhibe el caso
de los centenares de niños que permanecen literalmente enjaulados en un
almacén de Texas, a la espera de que las autoridades decidan su
destino. Tan sólo en el curso de un mes, la Patrulla Fronteriza separó a
2 mil 342 menores de sus familiares en la zona fronteriza con México,
lo que equivale a 70 niños por día, de acuerdo con un informe enviado al
Senado por el Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en
inglés), en lo que, a decir de la senadora Jeanne Shaheen, es
una pesadilla repugnante.
Nota de la Redacción
Por un error de edición, la
fotografía publicada el 18 de junio en la página 16, en la sección
Política, aparece un encabezado y pie de foto incorrectos. Quienes
aparecen en la imagen, que son identificados como
familia de mexicanos en el estadio Luzhniki, durante el partido de la selección nacional contra Alemania, en realidad son el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, y su esposa Ivette Morán, quienes presenciaron el juego en la Plaza de la Danza, en la capital del estado.
Uno de los pocos
acontecimientos significativos del anterior debate presidencial, fue el
anuncio que hizo Andrés Manuel López Obrador (AMLO): nombrar a la
científica Elena Álvarez-Buylla para la dirección del Conacyt. La
ciencia ha sido un tema poco abordado en la política mexicana, no sólo
en estas elecciones, e incluso ignorada. Como veremos, las implicaciones
de la designación de AMLO permiten esperar un relanzamiento de la
ciencia, hasta situarla de nuevo como instrumento clave en la inmensa
tarea de regeneración nacional tras 30 años de neoliberalismo.
Todo indica que el
gobernador de Chihuahua, Javier Corral, desea consolidar un ejercicio
del poder de carácter compensatorio, esto es, que a cambio de algunas
acciones de gobierno relevantes la sociedad le justifique complicidades,
distorsiones y omisiones en su desempeño. Esta postura lo coloca en una
situación de incongruencia respecto de sus arengas contra la corrupción
y en favor de una
nueva revolución mexicana. Nadie puede cuestionar el triunfo electoral que a Corral le otorgaron los chihuahuenses en 2016, como tampoco se le pueden regatear sus méritos al revelar el modus operandi que las cúpulas del PRI y sus gobiernos han ejercido por muchos años en todo el país para robar el dinero público. Tampoco podemos ignorar su enfrentamiento con Peña Nieto en los esfuerzos por lograr la extradición de César Duarte. Sin embargo, estos logros que podrían haberse convertido en esperanzas de verdadero cambio se han visto opacados por al menos tres factores que ponen en entredicho a Corral.
AMLO inició su campaña
presidencial hablando de la corrupción; dijo siempre que era el peor
problema de México y no paró de hablar de ese tema; afirmó en línea
continua que no era en absoluto un asunto cultural, como lo había
expresado Peña Nieto, sino una pudridera de los de arriba. Quizá poco se
ha intentado en pos de un estudio macizo sobre la corrupción mexicana,
más allá de lo recopilado por la Wiki, pero seguramente una mayoría de
mexicanos supieron siempre de esta corrupción del poder sin medida ni
silencio; siempre vuelta más y más ostensible hasta figurar como el
espantoso vestido cotidiano de los hombres del panpriísmo.
Doña Luz apoya a Andrés
Manuel López Obrador. Cree que va a ganar las elecciones. El pasado 3
de junio fue a escucharlo a Tláhuac, la delegación en que vive desde
siempre. Se sorprendió del gentío que estaba allí. Nunca había visto
tantas personas juntas en su barrio. No se pudo acercar al candidato.
Tuvo que permanecer en la orilla del mitin. Aun así se asfixió con la
multitud.
El domingo pasado había
un ancho canal de comunicación entre el estadio del Complejo Olímpico
Luzhniki, a orillas del Río Moskova, y la glorieta del Monumento de la
Independencia, en el Paseo de la Reforma, y lo que ocurrió en el recinto
deportivo moscovita estremeció a la multitud congregada en la avenida
defeña. Desde luego, la onda expansiva de la inesperada victoria de la
selección mexicana de futbol sobre el equipo alemán –su verdugo de
siempre– se extendió por buena parte del territorio nacional, reventó en
cafés, bares y residencias, alcanzó a buena parte de la población y fue
celebrada y gritada en medios tradicionales y redes sociales, en
mensajes de Whatsapp, en conversaciones de viva voz y desde ventanas y
en puertas.
El tercer debate permitió que
afloraran algunas ideas de los candidatos a la Presidencia de la
República sobre el papel de la ciencia y la tecnología en el desarrollo
nacional. La inclusión de este tema en el acto realizado la semana
pasada en Mérida es relevante pues muestra que el futuro de estas
actividades en nuestro país ya forma parte de las preocupaciones de la
sociedad y es un aspecto sobre el que se esperan definiciones claras de
quienes aspiran a gobernar a México a partir del próximo primero de
diciembre.
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