Dulce Olvera
Si se considera a los que no contestan en las encuestas, los que no votarán y los que aún no saben por quién lo harán, el voto de los indecisos representa entre un 15 y 30 por ciento del electorado, de acuerdo con casas encuestadoras. Pero a sólo ocho días de la elección y con una ventaja amplia del puntero, ese porcentaje no impactará de forma definitiva el resultado final, porque se distribuirá de manera parecida a como hoy están las tendencias del voto ya declarado hacia alguno de los cuatro candidatos a la Presidencia, estimaron analistas políticos del norte, centro y sur del país.
Sin embargo, considerando que el 80 por ciento del voto declarado rechaza al PRI, el candidato José Antonio Meade Kuribreña es el que menos puede beneficiarse por esos votos de último minuto, dijeron. Además, una parte de ese tipo de votante ni siquiera llegará a las urnas el domingo 1 de julio por hartazgo, falta de confianza en el sistema electoral o por tener otras ocupaciones.
Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).– El porcentaje de voto
indeciso está entre 15 y 30 por ciento, monto parecido a previas
jornadas, de acuerdo con encuestas. Sin embargo, analistas políticos de
diversas zonas del país coincidieron que no influirá de manera
determinante en el resultado final de la elección –donde hay un claro
puntero con unos 26 puntos de ventaja sobre el segundo puesto– ya que
ese electorado tiende a fragmentarse o incluso a abstenerse de ir a las
casillas. Pero prevén que pocos irían hacia el candidato del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) por el hartazgo social hacia el
tricolor: un 80 por ciento del voto definido lo rechaza.
Ciudadanos de edad adulta y que por primera vez votarán aún sin
definir su decisión expusieron que, luego de más de 29 mil spots y tres
debates, no creen en las opciones ofertadas, pero al que menos elegirían
es a José Antonio Meade Kuribreña de “Todos por México”, candidato que
lanzó el cuestionario “¿Estás seguro de tu voto?”. Esta herramienta
publicada en su página ataca con preguntas a sus dos principales
oponentes con el objetivo de atraer a este tipo de electorado. Esta
semana el ex Secretario de gabinete fue denunciado penalmente por el
Partido Acción Nacional y la iniciativa Ahora, grupo civil que
abiertamente apoya a Ricardo Anaya Cortés, por su supuesta relación con
el caso de sobornos de la constructora Odebrecht. El vocero de
Presidencia, Eduardo Sánchez, consideró que la intención de la acusación
es ganarle sus votos.
Una encuesta lanzada por Grupo Reforma en febrero pasado, al cierre de las precampañas, consignó que un 22 por ciento de entrevistados no quiso contestar. Casi cuatro meses después de intensos ataques y más de 2 mil millones de pesos gastados en campaña, una encuesta levantada entre los miembros de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) arrojó un 21.5 por ciento de indecisos y la de Reforma de mayo pasado terminó en 17 por ciento que no quiso dar respuesta.
Andrea Bussoletti, académico del Observatorio Electoral del Centro
Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de
Guadalajara, precisó que es un error creer que el voto indeciso se emite
en bloque sólo hacia un candidato y también es incorrecto considerar a
la categoría de personas que no responden su preferencia como
automáticamente indefinidos.
“Muchos de los que no contestan a una encuesta lo hacen porque tienen claro tentativamente, pero por prudencia o duda de fondo, prefieren no revelarlo al encuestador”, expuso. Excluyendo esa parte de “no sabe/no contesta”, los indefinidos se reducen a un 15 por ciento, de acuerdo con Alejandro Moreno, especialista en encuestas de El Financiero citado por el analista. “Pueden ser panistas no convencidos totalmente con el perfil de Anaya”, ejemplificó.
Víctor Alejandro Espinoza Valle, politólogo y director del
Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la
Frontera Norte (Colef), también especificó que en el paquete del
denominado voto indeciso al menos se identifican tres categorías:
aquellos abstencionistas que no acudirán, los que cuando se les
entrevista prefieren no contestar aunque hayan decidido, y los que
definitivamente no saben por quién votarán y lo harán de último momento.
“Es difícil saber con exactitud cómo se componen”, aseguró. Pero dado que los que ya decidieron su voto es un 70 por ciento, “entonces difícilmente van a cambiar el resultado ese 30 por ciento restante. Se va a fragmentar y se neutraliza el posible efecto”, explicó.
Othón Baños Ramírez, investigador en Procesos Políticos,
Instituciones y Cultura Política de la Universidad Autónoma de Yucatán,
aseguró desde el sur del país que el porcentaje de votos indecisos no
alcanza para revertir las tendencias actuales, ya que no es una elección
cerrada como ocurre en la elección para Gobernador de Yucatán, donde
prevé que ese tipo de voto dubitativo mueva la balanza hacia el PRI o
hacia el PAN.
“No me parece que el voto indeciso vaya a cambiar mucho. Hay dos posibles hipótesis para el voto indeciso. Uno, que ese voto pudiera recaer fundamentalmente en un partido determinado para poder cambiar todos los pronósticos que hay. Eso no va a ocurrir. Me parece que el voto de los indecisos se va a distribuir de manera parecido a como están actualmente las tendencias del voto declarado”, expuso sobre las elecciones presidenciales. “Mucha gente supone que el voto indeciso a la hora de la votación va ir a votar, pero no todo, diría que la mitad no va a acudir a las urnas. Generalmente es gente que está bastante alejada o molesta y enojada con la política”, agregó Baños.
El analista político José Antonio Crespo explicó que este porcentaje
de voto indeciso solamente podría modificar el tablero si votaran juntos
en bloque contra el puntero y que se concentrara sólo a favor de dos
candidatos, fenómeno que, expuso, no sucederá.
“Es difícil que todos voten en el mismo sentido”, determinó. “Además, muchos de ellos no van a votar porque no les interesa la política, se le perdió la credencial, no les da tiempo porque tienen otros asuntos pendientes, les da flojera el mero día o simplemente ninguno de los candidatos les llama la atención”, enumeró Crespo.
Víctor Espinoza del Colegio de la Frontera Norte (Colef), afirmó que
normalmente los abstencionistas no creen en el sistema electoral, tienen
sentimiento de hartazgo o todos los candidatos les parecen lo mismo
“porque paradójicamente hay gente muy despolitizada sin mucha
información que lo que tienen se alimenta de estereotipos”.
El analista Bussoletti, de la Universidad de Guadalajara agregó que
además del hartazgo y decepción hacia la política e instituciones, la
guerra sucia influye para inhibir el acto de ir a votar.
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¿VOTOS PARA ANAYA O “EL BRONCO”?
Alex, de 34 años, considera que “todos son el mismo discurso”, pero a
José Antonio Meade (PRI-PVEM-PANAL) es a quien menos le cree “pues
habla de acabar con temas que, para cambiar, deberían ser desde su
partido (inseguridad, corrupción)”. “El Bronco” es por quien menos le
molestaría votar porque le ha visto “propuestas con sentido”, argumentó
el habitante de la Ciudad de México. En un inició, contó a SinEmbargo,
iba a votar por Andrés Manuel López Obrador (Morena-PT-PES), “pero
después de ver a la gente que subió a su barco (muchos del viejo PRI) y a
quién tiene de candidata al DF [Claudia Sheinbaum, ex Delegada de
Tlalpan], la verdad me hizo dudar al grado de retirar mi intención de
voto”. Al segundo lugar Ricardo Anaya Cortés (PAN-PRD-MC), que busca
atraer el voto útil, lo calificó como “muy mentiroso, tira patadas de
ahogado, saca evidencia alterada y encima los escándalos que trae de
asuntos ilegales. Creo que está preparado… pero en echar choro”.
Por su parte, José de 57 años, siempre ha votado por el PRI sin meditarlo mucho.
“Con ese partido en el Gobierno federal me siento mucho más seguro económicamente hablando”, dijo el administrador de empresas. Pero en este 2018, ve “mucho más corrupción” y no sabe por quién tachar en la boleta. Aunque cuenta con una certeza: definitivamente no lo hará por López Obrador. “No me convence ninguno y a ninguno le creo. No hay propuestas firmes y no existe credibilidad. Eso es malo”, explicó. En las elecciones de 2012 no votó porque la lluvia de aquel julio mojó las casillas y se molestó. Ahora sigue indeciso a tal nivel que incluso ha considerado no volver a votar y pasar al porcentaje de abstencionismo. “Somos la gente trabajadora la que mantenemos el equilibrio económico”, aseguró.
En la recta final de la elección, el consolidado de las encuestas de Bloomberg
muestra que Andrés Manuel López Obrador de “Juntos Haremos Historia” es
el mejor posicionado con el 50.8 por ciento de la intención del voto,
mientras que Ricardo Anaya Cortés de “Por México Al Frente” se ubica en
el segundo lugar con el 24.8 por ciento, una distancia de 26 puntos
porcentuales.
“Es claro que el segundo lugar se llama Ricardo Anaya. El PRI quiere
hacernos pensar que ellos están en segundo lugar. No es cierto”, dijo en
entrevista radiofónica Mariana Gómez del Campo, vocera de Anaya Cortés,
quien mencionó una encuesta del equipo de campaña que al sábado 16 de
junio muestra un 22.4 por ciento de indecisos frente al 33.1 por ciento
que votará por López Obrador, 23.9 por Anaya y, como en ninguna otra
encuesta, un 6.7 por ciento por “El Bronco”.
Para el académico en procesos políticos Othón Baños, luego de hacer
una valoración, esa gente con dudas se inclinará más hacia el segundo
lugar como una forma de voto útil o hacia el puntero. “Hay una gran
molestia contra el PRI en general, así que no veo que vaya a recibir
muchos votos de los indecisos”, expuso desde Yucatán, donde “El Bronco”
no figura en las preferencias. “Acá no pegó para nada, ni las moscas se
sientan en sus mítines. La figura de los independientes se distorsionó”,
lamentó.
El politólogo del Colegio de la Frontera Norte, Víctor Espinoza,
coincidió en que esta decisión de último minuto pudiera irse más por
Anaya y López Obrador, y “muy eventualmente por el Bronco” ante el
rechazo por el PRI. “‘El Bronco’ no es muy bien visto. No levantó
expectativas. En esta parte de México, el noroeste, nunca ha tenido
mucha simpatía y su desempeño en el debate lo ha marginado aún más”.
Pero Crespo y Bussoletti difirieron. No se puede determinar por quién lo harían porque será de una manera diferenciada.
“Nada indica que algunos de ellos no vayan a votar por López Obrador”, dijo José Antonio Crespo. “Es indeciso alguien que ubicándose como de izquierda ve que en Morena confluyen figuras cuestionables y aliados de derecha como Encuentro Social, y también hay una parte de voto duro priista, que se ha ido rezagando y es más incierto que en 2012, que ahora está indeciso o incluso pensando en no votar”, determinó Bussoletti.
Meade Kuribreña se mantiene en la tercera posición en el conglomerado de Bloomberg con 21.6 por ciento y Jaime Rodríguez Calderón cuenta con el 3.7 por ciento. Este ejercicio no muestra a indecisos.
Aranza, estudiante de Química de Veracruz, tiene 19 años. En su
primera elección tiene dudas. Más de 14 millones de jóvenes de 18 a 24
años votarán por primera ocasión.
“Esta semana que me queda me voy a dar a la tarea de investigar mejor”, reflexionó Aranza.
“La mayoría de los candidatos tiene más ataques y desplantes que
buenas propuestas. A falta de explicar sus propuestas cuando se les dio
oportunidad, me quitó la convicción de querer votar por alguno de ellos.
No son serios”, comentó. Pero quien menos le molestaría elegir es a “El
Bronco”. Para Sara, de la misma edad pero residente de la capital del
país, no le disgustaría que ganara Meade, pero, hasta el momento, se le
ha hecho “difícil” elegir porque se considera “una persona que se deja
influenciar bastante en esos aspectos”.
El médico Sergio, de 24 años, de la Ciudad de México pero que vivió
en Puebla, no sabe por quién votará el 1 de julio, porque “de repente
aparece alguna ‘noticia’ de los candidatos que menciona algo malo o
bueno de los mismos o ‘desmintiendo’ algo”, por lo que ante el cruce de
datos, ha decidido leer las propuestas y escuchar los “argumentos
válidos” de familiares y amigos. Basado en ello, por quien menos le
molestaría sufragar es “por AMLO… creo”.
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