Reforma a la ley de residuos sólidos
Fabricantes de productos con esos materiales
deberán realizar la reconversión tecnológica
Congreso y Sedema
elaboraron los cambios
▲Basura (en su mayoría envases de plástico) acumulada en el Río de los
Remedios, a la altura de la calzada Vallejo, en la colonia Progreso
Nacional.
En enero de 2020 se iniciará la primera fase de una
reforma que prohíbe la comercialización, distribución y entrega de
productos de plástico y unicel desechables, de un solo uso, que tienen
muy baja tasa de reciclamiento.
El Congreso de la Ciudad de México aprobó ayer cambios y adiciones a
la Ley de Residuos Sólidos que elaboró junto con la Secretaría del Medio
Ambiente (Sedema), que restringirán para 2021 el uso de cubiertos,
palitos mezcladores, platos, popotes (a excepción de los destinados a
asistencia médica), bastoncillos para hisopos de algodón, globos y sus
varillas, vasos y sus tapas, charolas para transportar alimentos y
aplicadores de tampones que no estén elaborados con materiales
biodegradables o compostables.
Si bien la reforma incorporó al catálogo de definiciones de la ley el
concepto de plástico, que incluye el PET (tereftalato de polietileno),
la diputada Alessandra Rojo de la Vega, del Partido Verde Ecologista de
México, y el presidente de la Junta de Coordinación Política y
coordinador de Morena, Ricardo Ruiz Suárez, explicaron que los empaques
elaborados con dicho material no están incluidos en esta reforma, pero
serán regulados en otro momento.
El próximo año la prohibición solamente aplicará para las bolsas de
plástico, a excepción de las que sean compostables, tengan uso higiénico
o prevengan el desperdicio de alimentos.
Las empresas que elaboran dichos productos tendrán que realizar la
reconversión tecnológica para desarrollar el uso de materiales
alternativos biodegradables o compostables y se dispuso que la
Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación realice un
programa de asesoramiento a los productores de plástico.
En enero de 2021 también estará prohibida la comercialización de
productos con microplásticos añadidos intencionalmente, que suelen
contener artículos de limpieza, cosméticos, detergentes, pinturas,
materiales de construcción, entre otros, así como las cápsulas de café.
La secretaria de Medio Ambiente, Marina Robles García, quien estuvo
presente en la sesión del pleno, explicó que para elaborar el dictamen
se realizaron mesas de trabajo con fabricantes, quienes mostraron
disposición al cambio, dado que algunas de ellas han debido acatar
disposiciones semejantes en otras partes del mundo.
Estuvieron también en la sesión integrantes de las organizaciones
Greenpeace, Plastic Oceans y la Alianza México Sin Plásticos, que
promovieron la iniciativa.
Foto Francisco Olvera
Ángel Bolaños Sánchez
Periódico La Jornada
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