Javier Flores
El gobierno del presidente
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha propuesto realizar una Cuarta
Transformación (4T) que sería del mismo nivel de tres etapas claves de
la historia de México: la Independencia, la Reforma y la Revolución.
¿Cuál es el papel que se asigna a la ciencia, la tecnología y la
innovación (CTI) para alcanzar este propósito? ¿Cuáles son los objetivos
y las estrategias propuestas en estas áreas en un mundo marcado por los
avances incesantes en los diferentes campos del conocimiento? El Plan
Nacional de Desarrollo (PND) enviado el martes a la Cámara de Diputados
puede ayudarnos a encontrar algunas respuestas a estas interrogantes.
Lo primero que llama la atención es que el apartado de ciencia y
tecnología se asocia con la economía y no con la política social o la
educación, ¿por qué? La respuesta es que el PND, tal y como fue
presentado, pone el énfasis, no en el desarrollo científico y
tecnológico per se, sino ligado a la innovación. Esto constituye una
definición de primer orden sobre cómo se entiende la política de ciencia
en la 4T.
En la actualidad la innovación se puede entender de muy diferentes maneras pero en el PND se define como
la aplicación de nuevas ideas, conceptos, productos y prácticas que puedan incrementar la productividad y la competitividad. Y se añade:
El gobierno de México impulsará el Sistema Nacional de Innovación para promover esta actividad en todos los niveles, se dotará a las personas de herramientas y habilidades que propicien soluciones creativas a problemas y que impulsen la investigación y el desarrollo de tecnología(p. 151).
De acuerdo con el Plan, el gobierno promoverá la confluencia de los
sectores académico, científico, productivo y social para que el avance
científico y tecnológico conduzca al desarrollo de nuevas capacidades en
los trabajadores y las empresas (todas y en especial las micro,
medianas y pequeñas empresas) y que la innovación responda a las
necesidades de la sociedad (p. 152).
Se ha dicho que el contenido de ciencia del PND expresa un desprecio
del actual gobierno y del Presidente hacia esta actividad pues se reduce
a cinco renglones; mi lectura del mismo no coincide con esta
apreciación, pues el programa para CTI está inmerso en la política
económica del Plan (pp. 150-156). El gran peso que se asigna a la
innovación como columna vertebral y articuladora de la investigación
científica y tecnológica, obedece en buena medida a la notoria ausencia
del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en la elaboración
de la propuesta.
Una consecuencia de lo anterior es que se rompe el equilibrio entre
los tres componentes de la ecuación (C-T-I), con predominio de la
innovación en detrimento de la investigación científica y tecnológica,
cuyas consecuencias pueden ser graves en el corto y mediano plazos. Pero
al parecer no hay mucho espacio hacia donde moverse, pues a juzgar por
el PND, así viene la 4T.
Paradójicamente, la responsabilidad de coordinar (no elaborar) el
Plan Nacional para la Innovación se le asigna al Conacyt. Se trata de un
programa en cuya elaboración participarán universidades, pueblos,
científicos y empresas (p. 58), tal y como ya lo había adelantado AMLO
el primero de diciembre al dar lectura a su programa de 100 puntos. Digo
que es paradójico, pues el Consejo que dirige la doctora María Elena
Álvarez-Buylla Roces ha expresado en diversas ocasiones su aversión por
la participación de las empresas en el desarrollo científico del país.
De hecho una de las primeras acciones tomadas por la dirección a su
cargo fue la cancelación, sin una evaluación correcta, del Programa de
Estímulos a la Innovación (PEI), dirigido en más de 70 por ciento a las
pequeñas y medianas empresas. Estas entidades (e incluso empresas más
grandes), como hemos visto, están en el centro de la la política de
innovación en el PND.
A menos que los legisladores hicieran una corrección muy de fondo al
documento en estos días las consecuencias para la investigación
científica, aunque son difíciles de prever no auguran nada bueno, y sin
duda también serán muy importantes para el futuro del Conacyt en este
sexenio.
En síntesis, los planteamientos sobre CTI en el Plan Nacional de
Desarrollo 2019-2024 (que es la hoja de ruta de la 4T) representan un
duro golpe al Conacyt, pues las aportaciones de este organismo en la
elaboración del Plan no fueron tomadas
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