Diputados aprueban la reforma con 389 votos en favor y 60 en contra
La rectoría total del Estado en la educación impartida a
niños, jóvenes y universitarios se constituye en el pilar de la reforma
educativa aprobada en los primeros minutos de este jueves en la Cámara
de Diputados en lo general y en lo particular, con 389 votos en favor,
60 en contra y dos abstenciones.
El dictamen y las adiciones a los artículos tercero, 31 y 73 de la
Constitución recibieron el respaldo de la mayoría de partidos que
integran la Cámara de Diputados, excepto el del PAN. El ex secretario
particular de Enrique Peña Nieto y la ex secretaria de Aurelio Nuño lo
hicieron en contra.
Esta madrugada se concretó la aprobación del dictamen con proyecto de
decreto con las adiciones y las reformas promovidas por el Senado,
instancia a la cual se devolvió la minuta para ser dictaminada en ese
órgano legislativo.
En el documento se pondera el reconocimiento a los docentes como ejes
de la educación, la pluriculturalidad, evaluación diagnóstica sin
efectos laborales, la inclusión de la universalidad, el sistema de
capacitación continua y permanente de los maestros y se sostuvo la
autonomía universitaria.
El acuerdo para aceptar los cambios promovidos por el Senado entre
Morena, PRI, MC, PT, PVEM, PRD y PES se evidenció desde la reunión de
las comisiones unidas de Educación y Gobernación, donde el PAN presentó
argumentos sustentados en el reglamento del Congreso para señalar un
supuesto atropello por la premura en la convocatoria del encuentro entre
ambos grupos de trabajo, incluso los panistas abandonaron el salón
verde del Palacio Legislativo,
La sesión única de periodo extraordinario en San Lázaro se matizó por
la conjunción de fuerzas políticas en torno a las adiciones y reformas
al dictamen, el respaldo de los diputados pertenecientes a la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la
oposición intransigente del PAN.
Pasadas las nueve de la noche, al someterse a votación en lo general,
396 diputados aprobaron el documento, uno se abstuvo (José Angel Pérez,
del PES) y 68 en contra: 66 panistas y Jorge Francisco Corona Méndez
(PVEM), quien fue secretario particular de Enrique Peña Nieto cuando fue
gobernador del estado de México y presidente de la República, así como
Cinthia Iliana López Castro (PRI), cercana al ex secretario de Educación
Pública Aurelio Nuño y al priísmo mexiquense.
Durante la maratónica jornada prevaleció el respaldo al dictamen de
la mayoría de la oposición. No obstante, Tonatiuh Bravo, coordinador de
MC, reclamó que no es suficiente el impacto presupuestal elaborado por
Hacienda.
Es un faltante importante, que se atienda. Adelantó que las leyes secundarias conservarán de manera irrestricta el respeto al texto constitucional, aplicándose el consenso.
La inconformidad del PAN, que se dejó ver como única fuerza opositora a la reforma educativa, reclamó que
la única urgencia del Presidente de la República y de Morena es darla de regalo del 15 de mayo a Elba Esther Gordillo, es empoderar a la CNTE; queda blindada la complicidad del Ejecutivo federal con Elba Esther Gordillo y un grupo de maestros, elevó la voz desde tribuna Felipe Fernando Macías.
En ese momento, tanto la imagen del Presidente de la República como
la de la lideresa magisterial fueron objeto de escarnio de los panistas,
quienes mostraron fotografías ampliadas de ambos al pie de la tribuna
cameral.
El PRI, por conducto de Ana Lilia Herrera, primero reprochó que
la educación no puede dictarse desde un memorando. Esta fue una iniciativa presidencial plagada de ocurrencias. Nos pareció inadmisible sustraernos de esa grave responsabilidad. Sin embargo, anunció el voto en favor del dictamen.
El golpeteo panista se multiplicó, Ricardo Villareal –hermano de Luis Alberto Villareal, denunciado como promotor de los moches– acusó que con la reforma,
respaldada por 42 seudomaestros de Morena, volveremos a los viejos tiempos en los que las plazas se vendían o, en el mejor escenario, se entregaban por sorteo. Renunciamos a que los futuros profesores concursen por méritos propios, se acabó con los méritos y se volvió a los privilegios, qué vergüenza.
Así, con la amenaza de los diputados panistas de recurrir a una
controversia constitucional contra la reforma educativa por haber
incurrido en
desaseolegal, se aprobó el dictamen que de última hora fue objeto de una modificación promovida por el PRI y Morena al artículo décimo quinto, que fue aceptada por el pleno, por el cual se exige que adicionalmente se establezca un fondo especial para garantizar la educación superior y se considere necesaria la obligatoriedad de los servicios en esa materia.
Enrique Ochoa (PRI) defendió la reserva con el argumento de que en la
elaboración de las leyes secundarias se debatirán las definiciones
técnicas, que llevará al Presupuesto de Egresos de la Federación,
mientras la bancada del PAN multiplicó sus reclamos de que no habrá
recursos para ese efecto.
Roberto Garduño y Néstor Jiménez
Periódico La Jornada
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