Diário Liberdade
Traducido del portugués por Anisio Pires |
Para
hablar de Venezuela, y de los ataques que viene sufriendo del
imperialismo representado por EEUU y sus aliados, algunos días tal vez
no serían suficientes. Por eso, hago un recorte del tema a partir de
algunos elementos que expuse en el Foro de las Mujeres del Mercosur
(Regional de Rio Grande del Sur) el 22 de marzo de este año en la ciudad
de Porto Alegre. Este relato es el fruto de mis experiencias personales
después de haber visitado Venezuela en varias oportunidades y de las
nuevas vivencias a las que estoy asistiendo ahora que me encuentro una
vez más en esta hermosa tierra. Podría ser resumido como la lucha de las
mujeres venezolanas por la Paz, la Justicia y la Igualdad.
Comenzaré usando la que considero la más bella expresión de la
Revolución Bolivariana que da título a este texto: “La patria es una
mujer”.
Para nosotras, brasileñas y brasileños que aprendimos, o
que nos vimos forzados, a relacionar la palabra "patria" y los "símbolos
patrióticos" a la cruel dictadura militar vivida en nuestro país, suena
extraño. Pero para la Revolución Bolivariana, el termino patria tiene
un significado de engrandecimiento y de amor que transciende, y mucho,
cualquier concepto encontrado en el diccionario. Es tierra que produce
vida, que cuida y que debe ser respetada, es amor, es soberanía que no
acepta injerencia de ningún tipo. Es libertad, pero también lealtad y
fidelidad de principios. En Venezuela se dice que la revolución sólo
puede ser una revolución, si es feminista.
Al ingresar a la página del Ministerio del Poder Popular para las Mujeres e Igualdad de Género en internet, (http://www.minmujer.gob.ve) encontramos esa expresión como nombre del programa dirigido a las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama y cuello uterino.
Entre
los muchos programas de promoción de los derechos de las mujeres y la
igualdad de género, se destaca el Plan Nacional de Capacitación
Feminista Argelia Laya (1926-1997) en homenaje a una de las mujeres más
importantes de la historia de Venezuela. Mujer afrodescendiente,
profesora, política, filósofa y activista que, durante el siglo XX, fue
una precursora de la lucha por la igualdad racial y de género. Era
conocida también como “Comandante Jacinta”, pseudónimo que adoptó en la
década de los 1960, cuando participó del movimiento guerrillero.
El Plan “Argelia Laya” se propone como una estructura conceptual
feminista, teórica y socialista para "la construcción de programas de
formación dirigidos a la diversidad de mujeres y hombres, en aras de
garantizar la despatriarcalización, la igualdad de género y la no
discriminación."
Los diversos programas estructuran las
políticas públicas para las mujeres y, siendo de las mujeres, son de
todo el país, materializándose en lo cotidiano y en la política.
Durante
mis visitas a Venezuela pude participar de varias actividades y eventos
públicos. Vi de cerca el poder popular actuando directamente en las
diferentes instancias de participación. En todas ellas, se destaca la
acción protagónica de las mujeres. En las defensorías comunales, en el
funcionamiento de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción
(CLAP), en los legislativos y en los ejecutivos, de todos los niveles,
hay una fuerte y significativa presencia femenina. También en los
movimientos de la juventud, jóvenes mujeres ocupan posiciones de
liderazgo.
Seria imposible citar cada una de las
protagonistas de esa revolución en movimiento, por eso hago algunos
destaques. La secretaría general de la Juventud del Partido de Gobierno,
el PSUV, es comandada por una mujer, la lideresa juvenil Robetxa Poleo.
La Alcaldía de Caracas es comandada por Erika Farías, una mujer que
estuvo siempre al frente de las luchas por la igualdad de género y por
la valorización de la diversidad sexual.
El Ministerio de
Poder Popular para los pueblos indígenas, es encabezado por Aloha Núñez,
una mujer de ascendencia wayú, una etnia indígena venezolana. En la
vicepresidencia de la República está una mujer, Delcy Rodríguez,
expresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Cilia
Flores, abogada que defendió al Comandante Chávez cuando estuvo en la
prisión y ex-líder de la bancada del PSUV en la Asamblea Nacional, está
casada con el presidente Nicolás Maduro; sin embargo, marcando el tono
feminista de la revolución, jamás ha sido llamada de "primera dama".
Desde el primer día, y de forma oficial, es reconocida como "La Primera
Combatiente".
Las mujeres también están presentes, en un
número significativo, en las llamadas “milicias populares” y pueden ser
vistas como soldadas de la patria en la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB). En la, cúpula de la institución armada hay todavía
una hegemonía masculina que debe ser problematizada en busca de la
igualdad defendida por la revolución bolivariana, sin embargo
importantes cambios ocurrieron. Fue el propio Comandante Chávez quien
nombró en el 2013 a la actual gobernadora del estado Lara, Carmen
Meléndez, al puesto de Almiranta en Jefe de la FANB, siendo la primera
mujer en la historia de Venezuela en alcanzar ese puesto. En el mismo
año, ella se convertiría en la primera mujer Ministra de la Defensa.
Es importante notar que en mis viajes a esa patria acogedora, que
proclama el amor y que busca la paz, a pesar de la cruel guerra
económica que enfrenta, nunca vi una persona siquiera viviendo en las
calles. No puedo afirmar categóricamente que no haya personas en esa
condición, pero cuando veo imágenes recientes de la pobreza en las
calles de los Estados Unidos o cuando enfrento la triste realidad de las
calles de Porto Alegre, idéntica a la de los grandes centros urbanos de
Brasil, me pregunto, ¿Cómo osan hablar de “crisis humanitaria en
Venezuela”?
Uno de los programas más orgullosos de la
Revolución Bolivariana, la “Gran Misión Vivienda Venezuela”, es tal vez
(en porcentaje) el mayor programa popular de construcción habitacional
del mundo. Desde que comenzó en el 2011 hasta hoy, construyó más de 2
millones 600 mil casas confortables y de calidad, en un país que tiene
cerca de 30 millones de habitantes. Eso sería equivalente en Brasil, con
sus aproximados 200 millones, a más de ¡17 millones de viviendas!
Mucho
se habla sobre el presidente Maduro. Lo que vi fue un líder empeñado en
defender a su país de los ataques del imperio. Sensible a las fallas
detectadas en la prestación de servicios y demostrando una clara
disposición para combatir la ineficiencia, la burocracia y la
corrupción, el presidente informó semanas atrás que presentaría al país
una "profunda reestructuración de los métodos y del funcionamiento de
gobierno Bolivariano”.
Cumpliendo su palabra, el presidente
Maduro convocó la "Asamblea de los Pueblos" los días 4, 5 y 6 de mayo
para responder de manera participativa y protagónica la siguiente
interrogante: "¿Qué debemos cambiar en nuestras prioridades, métodos y
resultados como Revolución para afrontar el bloqueo y proteger la
democracia, la soberanía y la dignidad de nuestro pueblo?". Otra vez las
mujeres estuvieron en la línea de frente, participando y presentando
sus críticas y propuestas para volver a darle, desde las bases, un nuevo
reimpulso a la Revolución Bolivariana y construir la patria-matria
socialista y feminista soñada por el comandante supremo Hugo Chávez
Frías.
Destaco como latino-americana que no se trata de que te
guste o no el gobierno del presidente Maduro o de apuntar,
especialmente en este momento, si existen o no problemas de cualquier
tipo en la Revolución Bolivariana. Eso solo le corresponde
exclusivamente al pueblo venezolano en el ejercicio de su soberanía y de
su democracia participativa plena. A nosotros, los "outsiders", nos
corresponde el deber de ser solidarios con su pueblo, denunciando los
intentos viles de EEUU y de sus aliados en tratar a ese país, y a la
América Latina y Caribeña, como su “patio trasero”, siendo Venezuela su
trofeo bañado en oro y rellenado de petróleo (Venezuela posee la cuarta
reserva de oro certificado y la mayor reserva de petróleo del mundo).
Más
allá de toda nuestra solidaridad, debemos valorizar y defender el bravo
pueblo venezolano que resiste a la agresión con fortaleza y bravura,
pero también con ternura y alegría. Y como no hay nada más fuerte,
brava, tierna y alegre que una madre, aprovecho la ocasión para
compartir mi relato con las madres de Venezuela ahora que se acerca el
Día de las Madres. Es algo nuevo para mí como madre pues vengo de una
tradición esquiva a valorar ese día por su carácter eminentemente
comercial. Venezuela no escapa a esa tendencia pero en revolución han
aprendido a resignificar esta y otras fechas desde una perspectiva de
lucha. Es por eso que el 12 de mayo le rendirán homenaje a las madres
combatientes. Como ustedes me han hecho sentir una de ellas celebraré
también nuestro día. ¡Arriba las madres que luchan por la paz, la
justicia y la soberanía!
Para concluir, nada mejor que
terminar en “clave feminista”, citando la consigna que ha aglutinado al
pueblo venezolano en estas últimas semanas de ataques y agresiones
imperiales:
¡Leales siempre, traidoras nunca!
* Soraya da Silveira Franke es profesora, Pedagoga (UFRGS), Psicopedagoga Institucional e Clínica (FAPA)
Fuente: https://gz.diarioliberdade.org/artigos-em-destaque/item/287163-venezuela-a-patria-e-uma-mulher.html
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