La historiadora y
Antropóloga del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Raquel
Padilla Ramos, será recordada por siempre al ser colocadas una parte de sus cenizas
en la Sierra de El Bacatete, ubicada en territorio Yaqui, al sur del estado de
Sonora.
Quien fuera
privada de la vida el pasado 7 de noviembre por su pareja sentimental, fue
considerada parte de la familia yaqui, al haber convivido, no sólo a través de
sus estudios etnográficos, sino poniendo sus conocimientos al servicio de las
causas incluso legales de la etnia.
Raquel Padilla
realizó peritajes antropológicos en conflictos diversos en defensa del
territorio yaqui, el cual ha sido constantemente amenazado por mega proyectos
que lo atraviesan, y que tienden a devastar los recursos naturales y a profanar
sus sitios sagrados.
Reconocida por la
defensa de los Derechos Humanos de luchadores ambientalistas yaquis, la también
divulgadora científica descansará, como fue su voluntad, en la Sierra de El
Bacatete, bastión de resistencia ancestral de la etnia yaqui.
Compañeros del
INAH, yaquis y mayos de Cajeme, Hermosillo y Arizona, estarán presentes para
una ceremonia de reconocimiento y homenaje a quienes consideran personajes
importantes y trascendentes, “Los Yo’owe” o mayores”, explicó el antropólogo y
compañero de trabajo de Raquel Padilla, Alejandro Aguilar Zeleny.
El antropólogo
abundó en el significado que tiene el hecho de que a ella se le integre a un
selecto grupo de yaquis, quienes durante horas harán reverencia y en honor a ellas
y ellos realizarán ceremoniales, danzas, cantos y rezos.
Es la primera vez
que ese alto honor se otorga a alguien que no es yaqui o indígena, es decir a
un “yori” como ellos le llaman, según los registros con que se cuenta en la
investigación sobre la cultura yaqui, en la cual profundizó como especialista
la misma Raquel.
Esto incluye a las mujeres por su
doloroso y conocido sacrificio, luchaban, desde soldaderas, se encargaban de
arreglar rifles, alistar el parque y en un momento hasta con piedras
defendieron el territorio yaqui, explicó Aguilar Zeleny.
Hay referencias históricas muy
dramáticas de mujeres yaquis que se lanzaron al vacío con sus hijos en brazos,
antes que morir aprisionadas.
Y también eso como una defensa a
las atrocidades que acostumbraban hacer los militares contra las mujeres,
contra niños, contra niñas, bebés y otros. Esa es la grandeza y tristeza que
representa ese bastión de su existencia.
La hermana de la
destacada investigadora del Centro INAH Sonora, Miriam Padilla Ramos, quien estará
presente en la ceremonia comentó a Cimacnoticias:
“Yo me siento muy orgullosa de que
le rindan homenaje de esa manera. Se lo ganó a pulso pues Raquel no sólo
investigó sobre la etnia yaqui, sino que luchó y los acompañó defendiendo todas
las injusticias que han sufrido. Por eso los yaquis la consideran como ‘una de
ellos´”, expresó.
“La sierra de El Bacatete fue
lugar de refugio, el lugar que les dio alimento, protección y guarida, en
tiempos de persecución, muerte y exterminio”, describió la propia Raquel
Padilla Ramos en el documental “Bacatete, donde se oye la guerra” de Mónica
Luna.
Por ello la importancia y
trascendencia que abran el espacio de lucha y batalla para que descansen sus
restos, esparcidos en esa tierra sagrada para los yaquis tal como ella lo
deseaba.
Aguilar Zeleny
precisó que este viernes se hará un homenaje a la resistencia yaqui, a los
mayores hombres y mujeres que lucharon para defender su territorio,
especialmente en batallas tan cruentas como la del Masocoba, donde murieron
alrededor de cuatrocientos indios, y en la que antes que rendirse, muchas
mujeres optaron por lanzarse al vacío para morir libres.
Hace algunos meses
se acordó hacer un homenaje a los “Jo ‘owes” o mayores, y la doctora Raquel
Padilla colaboró en la organización del evento.
A raíz del
asesinato, mucha gente yaqui consideró muy importante incluirla como parte de
este homenaje por lo que ha representado como mujer, como académica, como
investigadora, y también como amiga de la tribu yaqui, explicó.
Durante los
funerales de Raquel llegó a Hermosillo una comitiva de la tribu yaqui de los
pueblos de Potam y Vícam, a pedir en forma respetuosa a su familia, le
permitieran llevar una parte de sus cenizas a la sierra de El Bacatete para
hacerle un homenaje como maestra jo’owe, como maestra mayor.
Aguilar Zeleny
agregó que es un gran reconocimiento al esfuerzo y trabajo que ella hizo, para
lo cual saldrá una comitiva desde el Pueblo de Potam. Llegarán autoridades
tradicionales y religiosas, como un maestro rezador de Pascua Yaqui, Arizona,
donde también cultivó amistades.
“Es un ejemplo del
cariño que se ganó con su trabajo y dedicación y como compañeros del INAH
estamos muy tristes, pero muy agradecidos por esta deferencia, pues no hay
antecedentes de inclusión de personas yoris o no indígenas”, finalizó al
antropólogo Zeleny.
En su tesis doctoral Raquel Padilla narró: “La sierra del Bacatete es
un punto geográfico emblemático para casi cualquier sonorense. Para los
yaquis significa mucho más que eso, es tierra sagrada, depositaria de
su historia de resistencia, y es morada de héroes”.
Hermosillo, Son.
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