Me dejaron un toro viejo, echado y mañoso, aseguró en Durango
▲ El presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió ayer con tepehuanos, coras, huicholes y mexicaneros en El Mezquital, Durango.
Mezquital, Dgo., De gira para encontrarse con los tepehuanos, huicholes, coras y mexicaneros en una de las regiones más pobres de la entidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que ha terminado el tiempo de cacicazgos.
Hay algunos a quienes no les gusta, pero que se vayan acostumbrando: ahora manda el pueblo, no los caciques.
En el inicio de un nuevo recorrido por comunidades indígenas, a dos semanas de cumplir su primer año de gobierno, López Obrador señaló:
Y no crean que ha sido fácil, porque nos dejaron un toro viejo, echado, reumático y mañoso; eso era el gobierno. Así que pidió que lo ayuden a levantar el toro y combatir la corrupción.
El técnico anticorrupción es el pueblo, es el que tiene que estar pendiente para que no haya robadera. ¿Ustedes me van a ayudar para levantar al toro?, preguntó a los asistentes.
El Presidente apeló a las remembranzas históricas para identificar, en el pasado, la exigencia popular por la justicia social, de José María Morelos a Francisco I. Madero y la inevitable exaltación de Benito Juárez. Entonces prometió saciar el hambre y sed de justicia del pueblo, como dijo Madero –a partir de una cita bíblica– cuando enfrentó a Porfirio Díaz:
Así estamos ahora, vamos a ir saciando el hambre y sed de justicia del pueblo. Poco a poco, porque son muchos grandes y graves problemas nacionales.
Paciencia para recibir apoyos
Pidió paciencia a las comunidades indígenas y ofreció los apoyos con la nueva premisa de su gobierno de priorizar a la gente con mayores carencias. Les habló de las becas escolares, la ayuda a niños discapacitados y otros programas, pero advirtió que no hay que abarcar mucho,
porque el que mucho abarca poco aprieta, por lo que sólo hay 50 planes sociales para concentrar todos los recursos.
A manera de recepción, Olga Santillán, presidenta del consejo de vigilancia de la comunidad de Santiago Teneraca, resumió un conjunto de carencias y necesidades para superar la condición de las comunidades. Pidió al Presidente una reforma legal que asegure el respeto a la justicia indígena y a sus formas de organización,
que se destine presupuesto para garantizar nuestro propio desarrollo y se entregue de manera directa a los órganos de representación comunal, mayor representación en el Congreso.
López Obrador escuchó a la representante indígena, y en respuesta ofreció a las comunidades un trato especial, primero los pobres, los más necesitados:
la justicia es eso.
Recordó que se han asignado los recursos a los programas sociales sin necesidad de incrementar los impuestos, decretar gasolinazos o aumentar el endeudamiento del país. Todos, insistió, son recursos provenientes de la austeridad gubernamental y de la lucha contra la corrupción.
Anunció que los recursos alcanzarán porque se ha combatido la corrupción y se han reducido los excesos gubernamentales:
Miren cómo vengo al Mezquital. ¿Dónde están los guardaespaldas?Describió gran parte de sus acciones gubernamentales:
Todo eso hemos hecho en un año, pero apenas estamos empezando. ¿Ustedes aprueban al gobierno o no lo aprueban?
Foto Presidencia
Alonso Urrutia
Enviado
Periódico La Jornada
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