La diputada critica que se impida a mujeres ocupar cargos
Por Patricia Briseño, corresponsal
Oaxaca, 8 jun 11 (CIMAC).- La presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del estado, Eufrosina Cruz Mendoza, consideró que las disposiciones constitucionales para garantizar el derecho de las mujeres a votar y ser votadas en elecciones de los municipios que se rigen por el sistema de usos y costumbres son “letra muerta”.
Entrevistada por Cimacnoticias, la legisladora panista lamentó que algunos funcionarios de la administración estatal, concejales, alcaldes y algunos partidos políticos, entre otros, se resistan a garantizarle a todas las mujeres el acceso a cargos de elección popular, particularmente en los ayuntamientos, que es la unidad básica del gobierno.
Del mismo modo, dijo, incumplen con el artículo 112 y 113 del Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales del Estado de Oaxaca (CIPPEO), el cual establece que son electores de los municipios de usos y costumbres "todos los hombres y las mujeres mayores de 18 años que residan habitualmente en los mismos, en pleno uso y goce de sus derechos y obligaciones constitucionales".
En particular se refirió a los casos de los municipios de San Juan Lalana, Choapam; La Pê, Ejutla de Crespo; y Emiliano Zapata, agencia de San Juan Cotzocón, donde Evic Julián Estrada, Thelma Adriana Chávez Chonteco y Evitalia Pacheco Ramírez, respectivamente, quienes a pesar de haber sido electas como autoridad municipal en asamblea comunitaria, su servicio se ha visto impedido por distintos sectores.
La modificación a la Constitución local aprobada por los diputados y las diputadas de la LX Legislatura, anterior a la actual, obedeció a la denuncia pública que en 2007 presentó Eufrosina Cruz Mendoza, originaria de Santa María Quiegolani, descalificada en esa fecha como candidata a alcaldesa de esa municipalidad, bajo el argumento de que "las mujeres no votan".
"Quise soñar con el derecho de mandar obedeciendo la voz de las familias de mi pueblo. Soñé con ser presidenta municipal de Quiegolani y la realidad me arrebató mi sueño", recordó. Insistió que su triunfo le fue arrebatado "por ser mujer"
A los 11 años de edad, Eufrosina huyó de su pueblo natal por miedo de "ser entregada" a un hombre que ni conocía como aún se acostumbra en la zona chontal de Oaxaca. Durante la adolescencia, Eufrosina estudió el bachillerato en Salina Cruz. Por sus altas calificaciones tenía una "beca alimentaria". Luego se graduó como contadora pública en la Universidad Autónoma Benito Juárez.
Uno de sus primeros trabajos fue como supervisora escolar del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológico (Cecyte), también fue la primera mujer que se sentó a la mesa en una asamblea comunitaria y la primera en entrar a la sacristía del templo de Quiegolani, un lugar donde sólo podían entrar los hombres.
Por la violación a sus derechos, en su momento, la indígena zapoteca recurrió a diversas instancias, entre ellas el Instituto Estatal Electoral, el Congreso local y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde no obtuvo ninguna respuesta a su favor.
También pidió la intervención del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), pero no le hicieron caso. La queja de Eufrosina prosperó ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, órgano que concluyó que se violaron los derechos de igualdad y participación política.
La cuarta visitaduría de la CNDH exigió a la pasada Legislatura local detectar y subsanar lagunas legales que discriminaban a las mujeres, principalmente indígenas.
En el 19.6 por ciento de los 418 municipios oaxaqueños que se rigen por el sistema de usos y costumbres (152 abanderados por partidos políticos), las mujeres no tienen derecho a elegir ni a ser electas en comicios municipales.
Son 92 municipios semiurbanos, rurales e indígenas, donde las mujeres no tienen voz ni voto durante la asamblea, pero sí tienen responsabilidad en las actividades de la comunidad.
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