Un inmigrante mexicano de 20 años,víctima de una paliza en Nueva York que le causó muerte cerebral, fue desconectado hoy de la respiración asistida, luego de que su familia tomara la decisión debido a su condición de salud.
Los padres de Fausto Armenta llegaron a Nueva York desde el estado de Guerrero (México) el pasado sábado con una visa humanitaria para estar junto a su hijo y con la esperanza de que éste despertara.
Sin embargo, debido al diagnóstico de los médicos que le atendían en el hospital Elmhurst de Queens de que había “pocas esperanzas” decidieron desconectarlo del equipo,señala El Diario/la Prensa en su edición digital.
“Le saludé, pero no dijo nada, no hablaba, no se movía”, dijo su madre, Margarita Sabino, a los medios, mientras su progenitor, Rodolfo Armenta, pidió saber qué pasó con su hijo. ”Queremos saber qué pasó, por eso estamos acá”, afirmó.
El joven Armenta fue encontrado inconsciente en una calle el pasado 30 de mayo y con múltiples golpes, un día después de que saliera a ver a su novia, mexicana, a quien su familia no conoce.
Los padres, que regresarán el sábado a México, donaron los órganos de su hijo, cuyos restos velarán en Nueva York el próximo viernes.
No obstante, la familia Armenta aseguró que fueron presionados para que donaran los órganos del joven, que emigró a Nueva York cuando tenía 14 años y quien trabajaba en un restaurante.
La tía del joven, Berta Rojas, aseguró a El Diario/la Prensa que los médicos “nos dijeron que donáramos los órganos, siempre estuvieron presionando”.
Juan Armenta, hermano de Fausto, dijo al rotativo que sus padres tomaron la decisión de desconectarlo “porque no había nada que hacer para evitar el sufrimiento” y aseguró también que la familia fue presionada para que donaran los órganos, lo que fue negado por la Corporación de Hospitales Públicos de la ciudad y aseguró que ninguno de sus centros sanitarios tiene autoridad para hacer tal petición.
(Con información de EFE)
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