7/22/2011

México DF. “Que no nos rescaten, que no nos maten. Queremos respeto y derechos laborales”

La Red Mexicana de Trabajo Sexual celebra su XIV Encuentro Nacional
Carolina S. Romero

Con quince años de trabajo diario, arduo y concreto en las calles de la nación, la Red Mexicana de Trabajo Sexual se ha expandido desde su base en el Distrito Federal hasta ser una red nacional con colectivos de trabajadoras sexuales en todos los estados de la República. Este año se llevó a cabo su XIV Encuentro Nacional y XV Taller de Presencia Ciudadana los días 19 a 21 de julio en un hotel en la Ciudad de México.

Decenas de trabajadoras sexuales del DF, Orizaba, Guadalajara, Tlaxcala, San Martín Texmelucan, Jojutla y Toluca se reunieron para analizar la crítica situación actual y elaborar un plan de acción para exigir sus derechos laborales y combatir los planes del gobierno de ser el “padrote más rico de la zona” y el “terminator” de las trabajadoras sexuales que “no cooperen”.

Sin organización y acción, dice la Red, las políticas y prácticas actuales de limpieza social, asesinatos, violaciones, razzias, extorsión y abuso policiaco serán aún más devastadoras cuando se aprueben las iniciativas de ley de seguridad y de trata de personas que el Congreso de la Unión acaba de decretar.

Llaman a hacer ruido por los asesinatos de Rafaela y Fabiola

El 29 de junio, el mismo día que el Congreso de la Unión aprobó los cambios draconianos a los Artículos 19, 29 y 73 de la Constitución, los cuales significan cárcel, desapariciones y muerte para miles de mexicanos, algo pasó en otra parte de la República que representa la falta de seguridad total y el desprecio a las vidas de las trabajadoras sexuales de México en particular.

Ese día, Rafaela Navarro, de 55 años, integrante del Colectivo Feminista Cihuatlatolli, fue degollada en el hotel ‘los Pascuales’ en Orizaba. Si no fuera suficiente, doce días después, el 10 de julio, Fabiola Orozco, de 22 años, quien tenía un embarazo de ocho meses, fue estrangulada en la habitación número 6 del hotel ‘El Paredón’. Las dos compañeras eran integrantes de la Red Mexicana de Trabajo Sexual

Ominosamente, el acto de odio y saña contra Fabiola ocurrió en una de las mismas habitaciones que habían sido señaladas por sus condiciones de insalubridad y de inseguridad en un reportaje de El Mundo de Orizaba el 4 de julio.

Entrevistada, la compañera Arlette del Colectivo Feminista Cihuatlatolli dijo que han organizado una marcha y otras actividades para exigir justicia para Rafaela y Fabiola y seguridad para todos los y las trabajadoras sexuales, especialmente en los hoteles.

Afirma que las dos compañeras habían gritado, pidiendo auxilio y que nadie respondió. Rafaela gritó fuerte cuando estaba bajando las escaleras del hotel pero ni el hotelero ni ninguna de las cinco patrullas cercanas se acercaron. En el caso de Fabiola, su habitación queda a seis metros de la recepción del hotel y el hotel no es de entrada libre. Es del tipo donde personal del hotel tiene que abrir la puerta con llave para que alguien entre o salga.

“Suponemos que tuvo que haber habido ruido en el asesinato de Fabiola,” dice Arlette, “porque su cara estaba prácticamente destrozada a golpes. Tenía una bolsa de plástico sobre la cabeza y el tipo le había ahorcado con un cabete. Pero el hotelero no se acercó”.

Ahora hay una mesa de diálogo con las autoridades del ayuntamiento y los hoteleros para exigir seguridad pero ningún avance concreto. Dice Arlette que ellas han recibido mucho apoyo de la Red y de los adherentes de La Otra Campaña en Orizaba pero que la sociedad civil no se ha mostrado en contra de los asesinatos, sino todo lo contrario. “Es común escuchar el comentario que ‘ellas se lo buscaban porque en eso trabajan’. Entonces es algo muy indignante y muy fuerte para nosotras el que no se respete el trabajo sexual. Algunas compañeras dicen ‘pues ya no podemos trabajar’. Hace falta que la gente se manifieste en sus distintos lugares y que haga el ruido suficiente para que nos volteen a ver”.

Las mesas de trabajo: reflexión orientada a acción

En el Encuentro, las participantes se agruparon en una serie de mesas de trabajo de 8-10 personas cada una para considerar temas que tienen que ver con la defensa de sus derechos y la elaboración de un plan de acción. Después de intercambiar opiniones y experiencias durante dos horas, cada grupo presentaba sus ideas a la plenaria, en la cual había más discusión.

En algunos casos se expresaron opiniones muy diversas y el debate estuvo ríspido. Un tema controvertido, por ejemplo, era si los dueños de los hoteles y bares eran los jefes de las trabajadoras sexuales o no. Otro era si los soldados eran igual de represores como los policías. Pero sea cual fuera el tema, existía un ambiente donde cualquier persona pudo expresarse sin temor a ser despreciada.

En las mesas de trabajo hubo un fuerte consenso que todas las trabajadoras sexuales no son esclavas sexuales o víctimas de la “trata”, sino personas que ofrecen el servicio de sexo por su libre voluntad. Decidieron que la explotación sexual ocurre cuando alguien está obligado a hacer algo en contra de su voluntad. Esto podría ser como consecuencia del rapto o de un acto de violencia, amenaza, intimidación o abuso de autoridad. Este es el caso, por ejemplo, con la venta y explotación sexual de las niñas y los niños.

En las mesas simultáneas, un tema importante era la implementación de la campaña contra la explotación sexual comercial infantil y la presentación de unas creativas historietas producidas por la Brigada Callejera sobre asuntos relacionados a la trata de personas. El tema de “Ruiseñores del Ensueño” es la falta de acceso a la planificación familiar mientras el de “El Tigre Floral” es la homofobia.

En otra mesa se consideró la campaña itinerante de atención primaria a la salud sexual y reproductiva, que llevará a diferentes ciudades los servicios de papanicolaou, colposcopia, ultrasonido pélvico y mamario, pruebas rápidas de detección de VIH/Sida, atención odontológica y psicológica, entre otros más. Cabe señalar que en varias ciudades, las pruebas de VIH/Sida son obligatorias y costosas.

La confianza se construye al proveer servicios relevantes

En entrevista, Edgar y Karla, dos representantes de Provicondones en San Martín Texmelucan, Puebla, explicaron su lucha para ofrecer servicios gratuitos de estos análisis. Dice Edgar que hace más de cinco años ellos conocieron a la Brigada Callejera, quienes los alentaron a promover el uso del condón igual que la educación sexual e información sobre los derechos sexuales y reproductivos. Fueron invitados al Encuentro este año para compartir sus experiencias.

Karla fue obligada a sufrir abuso en el negocio del sexo a la edad de 12, pero ahora se asume como trabajadora sexual que lucha por sus derechos. “Nosotras trabajamos para los dueños de los bares. Hay unos diez en San Martín Texmelucan. Yo tengo quince años trabajando ahí y nos arriesgamos bastante. Cuando los policías llegan a llevarnos a la cárcel, nos golpean, nos desnudan, nos humillan, nos quitan el dinero, nos quitan los teléfonos, y en muchos casos ha sido porque no tenemos dinero para pagar la requerida consulta médica o la prueba de Sida. Los dueños de los bares permiten que nos lleven y ni siquiera son dignos de decir ‘Oye, yo pago tu consulta’. Algunos lo hacen, pero la mayoría, no. Ellos ganan dinero debido a los servicios que nosotros ofrecemos y no nos pagan un sueldo. Nos ponen los horarios. Entramos y salimos a ciertas horas. Nos ponen reglas pero ellos no nos dan nada. Lo menos que deben hacer es pagar la consulta. El dueño tiene la obligación de apoyar a sus trabajadoras. Desgraciadamente las muchachas no tienen el conocimiento de sus derechos. Entonces muchas se dejan ultrajar”.

Edgar agrega: “Desde que empezamos a repartir condones en bares y hoteles y toda la zona, nos empezamos a dar cuenta de lo que está sucediendo con las chavas. Cuando empezamos a aplicar las pruebas de detección, empezaron a decir ‘Oye, nos está sucediendo esto, nos están cobrando’, pero sólo hasta ese momento. Antes de empezar a aplicar las pruebas no habíamos tenido el acercamiento. Lógicamente el ayuntamiento reaccionó y dijo que no iba a aceptar esa prueba, que no era válida. Empezaron las discusiones con ellos y sí, al final lo aceptaron, pero también era gracias a que las chavas empezaron a llamar y decir que cómo era posible que ellos les cobraran y nosotros les damos la prueba gratis y que no se las aceptaban. Ellas se organizaron para llamar a la radio y decir lo que estaba pasando. Entonces ahora aceptan nuestra prueba y ninguna chava tiene que ir a la cárcel por no poder pagar la prueba, pero ahora resulta que la que no pague su consulta médica de cada semana, se la llevan detenida”.

Karla da más detalles: “Sí, es cierto, si no pagamos los $75 pesos cada semana para la consulta, nos llevan detenidas. Y ahí es cuando viene el abuso de autoridad. Y aparte de estar detenidas, nos cobran una multa de $450 pesos para salir. ¿Cómo funciona esto? Pues, pasan al bar dos personas de Salubridad ––un veterinario y la doctora–– quienes nos revisan. Y va un policía en complicidad con ellos. Si no pagamos, el policía nos agarra brutalmente, nos esposa para atrás y nos lleva como delincuentes”.

“Ahora hay mucha inconformidad entre las chicas, y si nos apoyan acá yo les voy a platicar para que nos organicemos a salir de este sistema. Nuestro problema principal es el abuso de la autoridad. El Presidente Municipal es el culpable porque en el Ayuntamiento pone las cuotas y mandan esa gente para llevarnos a la cárcel. A veces no nos llevan inmediatamente, pero nos prohíben trabajar, y luego si nos encuentran tomándonos una cerveza con un cliente, nos sacan y nos llevan al bote. Entonces es imposible andar libremente”.

“Ha habido mucho abuso físico y psicológico. El ex jefe de Salubridad, un tipo que se llama Calpulapan, ha amenazado mucho a las chicas con palabras ofensivas, que nos iba a hacer no sé qué, etcétera. Hasta que ha amenazado a una dueña de negocios cuando él ya no era jefe. Aún así, pasaba a molestar a las chicas, y el Presidente Municipal actual no decía nada. Es un despapaye horrible. Queremos mejores condiciones y reconocimiento de nuestro trabajo, que nos traten con dignidad porque somos seres humanos. Este trabajo no es malo. Es nuestra única forma para sobresalir para nuestros hijos. Queremos respeto”.

Unos avances debido a la organización y al apoyo solidario Jojutla

En Jojutla, Morelos, las trabajadoras sexuales del Núcleo Cooperativista Rebelión, han sido parte de la Red durante varios años.

Una compañera del Núcleo afirma que “ahora yo y las otras muchachas trabajamos bien en el mercado ‘Margarita Mazo de Juárez’ y si alguien nos agrede tenemos el apoyo de los compañeros de la Red y la Brigada Callejera y los compañeros Miserables Libertarios. Venimos juntos con ellos aquí al Encuentro. Antes de ser parte de la Red nos iba muy mal. Los policías nos encerrábamos, nos hacían revisiones y si no aceptamos una revisión se nos llevaban a la cárcel. Teníamos muchos problemas con la policía. Ser parte de la Red nos ha ayudado mucho. Hemos salido a marchar y hemos ido a Derechos Humanos. Por eso ya no se meten con nosotras. Podemos trabajar a gusto”.

Un compañero de los Miserables Libertarios dice que “el trabajo que hemos hecho con las compañeras trabajadoras sexuales de allá es hacer un acompañamiento ya que antes de que se conformara el Núcleo Cooperativista Rebelión, había demasiado acoso de parte del Ayuntamiento, de los fiscales y de la policía municipal. Casi semanalmente se hacía uno o dos operativos en donde se levantaban a comerciantes ambulantes y a las compañeras del trabajo sexual. Les recogían sus cosas y se las llevaban al módulo de la policía municipal. Y ahí les cobraban cuotas para dejarlas salir. Y aparte, los fiscales les pasaban cada semana a cobrar cuotas para dejarlas trabajar. También provocaban peleas o rencillas entre ellas. Pero el apoyo de la Red y los talleres que dan han fortalecido al grupo y ahora no ha habido tanto acoso. Estamos trabajando con ellas para construir la autonomía en cuestiones de salud”.

El Colectivo Miserables Libertarios es un colectivo anarquista de jóvenes en su mayoría que también apoya otras luchas en la región como a campesinos, maestros y estudiantes. Actualmente apoyan a la comunidad de Tepepan contra el despojo de sus tierras. Desde hace un año realizan actividades dentro del Centro Social Comunitario Julio Chávez López incluyendo clases de matemáticas, español y escritura para niños, talleres de alebrijes y de reciclado, abonos orgánicos y proyecciones de video y distribución de documentales.

Otro compañero dice que después de sumarse a La Otra Campaña, el colectivo se acercó a las compañeras del trabajo sexual por un caso de represión. “Dos compañeras fueron encerradas por la policía. Se les quitó su dinero. Las golpearon. Nos enteramos de la situación e hicimos la denuncia ante los medios. Tener una relación de apoyo con ellas ha cambiado nuestra manera de ver las cosas. Nos dimos cuenta que la izquierda tradicionalmente ha echado a un lado estas luchas que desde el siglo pasado se habían librado en muchos lugares del mundo. Desgraciadamente, nosotros que luchamos para cambiar las cosas seguimos reproduciendo ciertos patrones culturales de conducta que son la herencia del patriarcado y del machismo. Entonces no hemos cambiado totalmente nuestra conducta pero muchos de nuestros esquemas se rompieron a la hora de solidarizarnos con esta lucha y con otras también”.

“Pensamos que las luchas son diversas y muy plurales y que es importante construir autonomías a nivel micro y de ahí ir creciendo desde adentro de un municipio, un barrio, una calle. Pensamos que el proyecto de la Brigada Callejera de fabricar su propio condón es una forma importante de auto-gestión. Lo que hemos aprendido de las comunidades indígenas es no imponer o dictar una línea, sino escuchar al pueblo, y todos somos este pueblo”.

· Guadalajara

Una compañera de Guadalajara quien ha sido parte de la Red durante unos seis años reporta que por el momento todo está tranquilo en la ciudad. “Estamos trabajando bien dentro de los hoteles. No nos molestan los policías y estamos tranquilas. Antes de unirnos a la Red, trabajábamos mucho en la calle, pero nos correteaban los policías, y cuando entrábamos en los hoteles, nos sacaban de los hoteles a jalones. Nos pedían cuotas. Desde que empezamos a asistir a estos encuentros de la Red Mexicana, nos dan clasecitas sobre nuestros derechos y aprendemos como defendernos mejor. Ahora sabemos hablar, antes no. Ahora no dejamos que nos intimiden. Antes nos amenazaban y no sabíamos que decir, por eso no decíamos nada, pero eso ya cambió. Si nos llegan a golpear, una responde. No se deja. Empezamos a ir a la Procuraduría, a Derechos Humanos, hemos organizado marchas, plantones, casi nos ponemos en huelga para que nos respeten nuestros derechos. La Red nos apoya mucho. Antes sí, teníamos miedo. Ahorita ya no. Ahora trabajamos a gusto”.

“El problema es que vienen los Juegos Panamericanos y supuestamente tienen pensado quitarnos de nuestros lugares durante los Juegos en octubre porque no quieren ver prostitución, no quieren que los turistas vean mujeres que trabajen en esto. Todavía no nos han dicho bien pero es un gran problema para nosotros porque a veces estas prohibiciones se vuelven permanentes y necesitamos nuestro espacio de trabajo. A estos nos dedicamos porque no tenemos estudios, no tenemos una carrera”.

“Es importante que las chavas que se dedican al servicio sexual siempre nos estemos apoyando unas a otras porque todas trabajamos en lo mismo. A veces si no nos apoyamos hay gente que nos agreden, que nos golpean, y es mejor organizarnos. Ojalá más chavas conozcan este Encuentro porque aprendes más cosas para que te puedas defender de la trata de blancas tanto de los padrotes y los policías”.

Dice Jaime Montejo de la Brigada Callejera que la Brigada y la Red Mexicana de Trabajo Sexual ayudaron en hacer un diagnóstico para el Alto Comisionado de Derechos Humanos en México y que una compañera de Guadalajara tuvo un papel clave en esto. “Logramos que su oficina recomendara al gobierno de México reconocer las obligaciones patronales de quienes contratan a trabajadoras sexuales. No todas están contratadas. Hay quienes trabajan por su propia cuenta. Entonces también dice que se legisle de una perspectiva de género a beneficios del sector, que se les dote de seguridad social, que se les dote de pensiones por vejez, por invalidez, hay muchas buenas recomendaciones que el gobierno de México debe implementar”.

La situación en el DF como espejo de la situación nacional

A pesar de estos importantes avances, el consenso del Encuentro es que la situación nacional está gravísima. Dice Jaime Montejo: “Se escucha que una trabajadora sexual aparece asesinada y la gente dice que ‘es normal’. Bueno, lo ‘normal’ que nosotros hemos visto por ejemplo aquí en la zona de La Merced y en Izazaga, que está pegadita; en San Pablo, que está pegadita; en Buena Vista, donde se amplia la zona un poquito y ahí por el metro Normal y el metro Colegio Militar ––en toda la zona hay un promedio de seis asesinatos al mes, y es lo mismo en cada estado de la república. Seis trabajadoras sexuales asesinadas cada mes en cada estado. Claro, todas las muertes no se reportan en los medios porque no se consideran importantes”.

Krisna, de la Red Mexicana en el DF recuerda la muerte de Gulmara Vilchis Sánchez, Presidenta de la cooperativa de trabajadoras sexuales que se llama “Por mejores condiciones de salud”, conocida por muchas personas como “Garibay”. Ella murió privada de su libertad después de ser detenida en una razzia supuestamente contra “la trata de personas con fines de explotación sexual”, en el Hotel Palacio, pero como en la mayoría de los casos, la mayoría de las personas detenidas no tenían nada que ver con “la trata”, menos que nadie Garibay, quien había hecho todo lo posible durante años para defender y apoyar a las demás trabajadoras sexuales. Se reportó que las causas médicas de su muerte eran “un paro cardíaco provocado por una trombosis y una parálisis cerebral”, pero varios testigos han dicho que ella murió por negligencia y abuso de autoridad. La Brigada Callejera responsabiliza al sistema penitenciario de su asesinato.

También se recordó el asesinato de Susy, una trabajadora sexual de Tlalpan, en el hotel San Antonio en febrero de 2010, en un momento cuando se realizaban operativos policiacos para buscar al “mataviejitas”. Destaca la Brigada Callejera que estos operativos son un pretexto del gobierno de Marcelo Ebrard para legitimar programas de limpieza social en el Distrito Federal.

Una compañera que trabaja en los bares de Izazaga reportó que muchos de los bares en la zona comenzaron a cerrar. “¿Por qué comenzaron a cerrar cuando otros abrieron? ¿Quiénes cerraron? Los lugares que no querían vender droga. Los bares donde teníamos prohibido tomar, teníamos prohibido drogar, teníamos prohibido vender droga, teníamos prohibido meter a personas a los camerinos a que se drogaran con nosotras. Entonces los lugares que comenzaron a sobresalir son los lugares en donde vendían droga, donde las trabajadoras se drogaban, donde se vendían droga ellas mismas, donde les pagaban con droga. Había muchas diferencias en los lugares que estaban envenenados por el crimen organizado. Y en los lugares que no querían cooperar, azuzaron a las familias de los empresarios, secuestraron a unos empresarios, y a muchos los decapitaron. Y estas empresas vinieron abajo. Y la verdad, ésta es una de las causas por las que estoy aquí. Porque lugares en donde yo antes trabajaba están cerrados y los otros están abiertos. Y son los lugares en donde a mí no me gusta trabajar”.

No olvidemos que hace un año la Procuraduría General del DF giró un citatorio a la directora de la Brigada Callejera, Elvira Madrid Romero para proporcionar datos sobre unas denuncias que la Brigada había hecho sobre las actividades de las mafias de Tlaxcala en la Tapo para llevar a mujeres y niñas a la zona del comercio sexual alrededor de la Merced. En ese momento, la Brigada denunció que el citatorio probablemente era “una medida de presión ante las constantes denuncias que ha hecho públicas en diferentes medios de comunicación, en torno a la complicidad de las autoridades capitalinas perredistas, con grupos de la delincuencia organizada, dedicada a la trata de personas con objeto de explotación sexual”.

Contra las estrategias del gobierno

Durante varios años la Brigada Callejera y la Red Mexicana de Trabajo Sexual han denunciado los planes del gobierno de Marcelo Ebrard para efectuar una limpieza social en el Distrito Federal y crear una zona de tolerancia. Las organizaciones destacan que estos planes violan los derechos laborales de las trabajadoras sexuales, promueven la violencia la policiaca contra ellas y les quitan sus espacios de trabajo. Aparte, hacen que el mismo gobierno sea el padrote de las trabajadoras sexuales.

Entrevistado, Jaime Montejo dice que estas zonas no han funcionado en varias ciudades del país porque han sido prácticamente destruidas por la actividad de varios carteles de droga y las guerras entre ellos para ejercer control. Aún así, ésta sigue siendo una estrategia de ‘limpieza’ en el DF y otros lugares. A cada paso, la Red Mexicana ha resistido la pérdida de espacios de trabajo y la violencia policiaca.

Jaime también habla de los programas federales que cada vez más estigmatizan el trabajo sexual. “En el programa de Derechos Humanos de Calderón, aparece una línea de acción que dice ‘erradicar la prostitución’, no sólo la prostitución infantil como en el sexenio de Fox. Ah que bueno, erradicar la prostitución, pero nunca habla de erradicar las causas de la prostitución…Y hay otra línea de acción que dice algo como ‘promover una cultura a través de los medios de comunicación para que la prostitución sea mal vista’. Y detrás de esta aseveración que hace que se genere una opinión pública en contra de la prostitución, se está generando una opinión pública en contra de las trabajadoras sexuales”.

Al hablar de los cambios a los Artículos 19, 20 y 73 de la Constitución, Jaime explica cómo nos perjudican a todos los ciudadanos y a las trabajadoras sexuales en particular. “El Artículo 19 incluye como delito grave que no alcanza fianza el delito de trata de personas y el de secuestro. Esto es muy peligroso para los grupos de trabajadoras sexuales y grupos de apoyo porque si estamos pidiendo la libertad de alguien que está detenido en contra de su voluntad por supuestamente estar involucrado en la trata, nos pueden acusar de ser cómplices de la trata y del secuestro aún cuando luchamos en contra de la trata infantil y la prostitución forzada”.

“Pero esto no es todo. La tan discutida Ley de Seguridad Nacional dice que puede ser detenida gente que comete delitos graves contra la seguridad de la nación y contra la salud. Entonces a su capricho, todas y todos podemos ser detenidos en la calle, en la casa, sin orden de aprehensión, sin orden de allanamiento”.

“El Artículo 20 dice que se va a resguardar la identidad de las víctimas, entonces van a poder acusar a cualquier persona y la persona no va necesariamente a saber quién la está acusando. Entonces será alguien sin rostro que te está señalando así como en la novela de Kafka ¿no? El Proceso”.

“La modificación que se hizo al Artículo 73 obliga a que la Cámara de Diputados y el Senado expidan hasta en seis meses una ley general contra el secuestro y una ley general contra la trata de personas. La ley actual no obliga a las legislaturas que tengan una ley estatal. Hay estados que no les interesa tener una ley contra la trata pero ahora cada estado tendrá que sacar una ley espejo”.

“La ley de trata de personas a nivel federal, estatal y municipal va a requerir un reglamento. Esto va a resultar en la clausura de muchos hoteles y bares que son sitios de trabajo. Y lo más probable es que la nueva ley va a penalizar al cliente, quien será multado o clasificado como depredador sexual. Esto va a afectar la oferta de sexo comercial, no sólo el sexo comercial esclavo ni el sexo comercial que fue objeto de trata de personas. Entonces son muchas cosas que están de por medio”.

“Lo que han dicho es que esta reforma constitucional está inspirada en el rescate de las víctimas y que una ley de la trata debe ser inspirada en los sentimientos de las víctimas. Pero resulta que el trabajo sexual no todas son víctimas. Entonces el asunto se pone más complejo porque si ahorita con la legislación actual, llevan a 20 o 30 mujeres al ministerio público en los operativos contra la trata y contra el lenocinio, con la nueva ley será mucho peor. La que no quiere declarar contra alguien, contra el dueño de un lugar, contra el presunto padrote, y cualquier pareja en un hotel se puede considerar padrote, quien no se asume como víctima es sospechosa. Y ser sospechosa es lo mínimo. Pero en una actuación judicial en el ministerio público, de llegar como presuntos testigo, puede salir arraigada y puede ir directo al reclusorio con una acusación directa sólo por no querer cooperar. Porque eres víctima o eres victimaria. No hay otra opción. Para las autoridades, todas las trabajadoras sexuales están en condición de esclavitud. Cada trabajadora sexual que entra con un cliente es violada”.

“Entonces hay cada vez más una estigmatización de organizaciones de grupos de trabajadoras sexuales y grupos de apoyo que apoyan a las trabajadoras sexuales. Quienes luchamos en contra de la prostitución forzada y en contra de la prostitución infantil empezamos a ser vistos como sospechosos. A cualquier de nosotros nos podrían acusar de la trata de personas”.

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