El fenómeno se intensificó en cuatro estados: experto del IPN
Este gobierno ha contribuido con 20% de la cifra en cuatro años
Martes 19 de julio de 2011, p. 2
Actualmente hay unos 56 millones de mexicanos –50 por ciento de la población total– en pobreza patrimonial, ya que de 2008 a 2010 entre 4 y 5 millones de personas pasaron a vivir en esa condición. De esa población en pobreza, unos 23 millones no cuentan con lo suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria, indicaron expertos.
De acuerdo con la emisión 2010 de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH), en la que se reporta una caída de los ingresos de las familias, economistas estimaron que cuando el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dé a conocer los datos oficiales de la medición de la pobreza, deberá reportar un aumento del número de personas en miseria.
El alza de la pobreza patrimonial en los dos últimos años fue de casi 5 millones de personas, por lo que ahora hay unos 56 millones de personas en ese nivel, pues en 2008 había 50.6 millones, señaló Genaro Aguilar, investigador de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Dijo que con base en la ENIGH se puede observar un aumento de 35 por ciento en la intensidad de la pobreza en Chiapas, Guerrero, Veracruz y Tabasco.
Para el lapso 2006-2008 el Coneval reportó un incremento de la pobreza patrimonial en 5.9 millones de personas para llegar a 50.6 millones, a las cuales ahora los investigadores prevén que se sumarán unos 5 millones de mexicanos del periodo 2008-2010. Así que serán casi 10 millones de personas las que se agregaron a la pobreza en esta administración.
Afectación generalizada
En los resultados de la encuesta que el Inegi divulgó el viernes pasado se observa que la afectación sobre el ingreso de las familias fue generalizado y se puede ver que los niveles medios y altos son los que más vieron retroceder sus percepciones, pero es evidente que los más pobres tuvieron una afectación significativa, sobre todo las familias rurales, en las cuales cayó su ingreso 40 por ciento
, sostuvo en entrevista José Luis de la Cruz, director del centro de investigación en economía y negocios del Tecnológico de Monterrey campus estado de México.
En términos relativos, dijo, es más delicado porque su ingreso es menor y va dirigido a gastos de primera necesidad. Lo que la encuesta refleja es una reducción en alimentación, cuidado de salud, educación y transporte, elementos que inciden sobre el nivel de bienestar de la gente. Esto se observará que incidirá de manera definitoria en los niveles de pobreza que se difundirán. Se espera que haya un aumento significativo de ella.
Indicó que se ve claro que ni la política económica aplicada en el contexto de la crisis económica ni los programas de atención al bienestar social evitaron que los ingresos de las familias más pobres tuvieran una importante reducción, y ésta los lleva a niveles inferiores a los de 2006, incluso a niveles de hace 10 años. Las políticas públicas no fueron exitosas para contener los gastos que los mexicanos enfrentan y que llevan a una década perdida
.
De acuerdo con la medición de pobreza por ingresos, se podría presentar un aumento que afectaría a 55 millones de personas, mientras a la pobreza alimentaria (quienes no alcanzan a comprar la canasta básica), en la cual hasta 2008 había 19.5 millones, se sumarían otros 3 millones, para llegar a casi 23 millones, detalló. En cuanto a la pobreza multidimensional, que incluye las carencias sociales, las personas en este índice podrían llegar a 52.5 millones.
El argumento del gobierno federal de que la crisis vino de fuera es parcialmente correcto, pero el retroceso en niveles de pobreza tiene que ver con falta de crecimiento económico; no se genera riqueza y hay menos ingresos para la población. México tiene cifras de crecimiento inferiores a 2 por ciento, hay una mala distribución de la riqueza; los sectores económicos no pagan mejor a sus trabajadores y eso daña al mercado interno
. Indicó que, aunque los datos corresponden a 2010, este año, con el incremento de los precios en alimentos, la pobreza se mantendrá en niveles similares a los que dará a conocer el Coneval.
De acuerdo con un análisis del centro de investigación en economía y negocios del Tec, la caída de los ingresos de 12.3 por ciento calculada para el periodo 2008-2010 no es coyuntural, solamente atribuible a la crisis de 2009. En el lapso 2006-2008 los ingresos también habían disminuido en 1.6 por ciento. La problemática que lo anterior sintetiza es que a partir de 2006 los hogares mexicanos han enfrentado un entorno económico adverso, que afecta de manera directa su bienestar
.
En este sexenio la miseria se ahonda y los más ricos ganan más, indica estudio
Martes 19 de julio de 2011, p. 3
Nueve de cada 100 habitantes en México vive de las transferencias que recibe de instituciones del gobierno, privadas o de otros hogares; en tanto que sólo 4.7 por ciento de su población percibe más de seis salarios mínimos, indicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El universo de personas que reciben transferencias para sobrevivir, principalmente gubernamentales, está integrado por casi 10 millones 239 mil individuos, una magnitud de beneficiarios que prácticamente duplica al grupo de perceptores con ingresos mayores a seis salarios mínimos, el cual está constituido por 5 millones 360 mil personas.
Sobre una población total de 112.7 millones de habitantes, el organismo encontró que hay 66.2 millones de perceptores
, es decir, personas que reciben ingresos de manera regular por remuneraciones a su trabajo, subordinado o independiente; transferencias y rentas. El número de perceptores representa 58.7 por ciento de la población total del país, mientras el universo de personas que reciben transferencias implica a 15.4 por ciento de los habitantes de ingresos más o menos regulares.
Según la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), la pobreza por bajos ingresos se ha extendido y profundizado durante este gobierno. Los más pobres ganan menos y los más ricos ganan más.
En la ENIGH de 2006, el ingreso percibido por la población más acaudalada rebasaba 14.1 veces el de la población más pobre. En 2010 la diferencia fue de 18.2 veces, como resultado de un ingreso corriente de 118 mil 428 pesos en promedio trimestral, percibido por la población más rica, y otro de 6 mil 163 pesos que recibe cada integrante del estrato más pobre de México.
Medida en salarios mínimos, la distribución de los ingresos es la siguiente, de acuerdo con la ENIHG 2011: casi 40 millones de personas, que representan 60.3 por ciento de los perceptores y 35.5 por ciento de la población del país, sobreviven con hasta dos salarios mínimos, o sea, con 3 mil 500 pesos o menos al mes; otros 20.9 millones, una quinta parte de la población o 31.6 por ciento de los perceptores, tienen un ingreso de entre dos y hasta seis veces la mínima remuneración legal.
En el vértice superior de la pirámide de ingresos hay 5.4 millones de mexicanos, 4.7 por ciento de los habitantes del país u 8.1 por ciento de quienes reciben ingresos, los cuales perciben más de seis veces el salario mínimo.
Dentro de un universo de 49.8 millones de perceptores, en las zonas urbanas de 2 mil 500 habitantes y más hay casi 6.7 millones de personas que reciben transferencias de instituciones de gobierno, de organismos privados o de otros hogares. Aquí, algo más de la mitad de los perceptores, 53.3 por ciento, sobreviven con dos salarios mínimos o menos y reciben 15.8 por ciento del ingreso corriente monetario; en tanto que en el otro extremos, 9.9 por ciento de quienes reciben ingresos, perciben más de seis veces la mínima remuneración legal y concentran 40.5 por ciento del total.
Por las zonas de menos población, con predominio del ámbito rural, el universo de receptores de transferencias es de 3 millones 558 mil. En estas zonas la disparidad en la distribución del ingreso se agrava.
Según la ENIGH 2011, más de cuatro quintas partes de los perceptores, 81.7 por ciento, cuentan con hasta dos salarios mínimos, y absorben en conjunto 37.1 por ciento del ingreso corriente monetario. Con más de dos y hasta seis veces el salario mínimo se encuentra 15.8 por ciento de los perceptores, quienes concentran 40 por ciento del ingreso total, mientras que en el extremo, 2.5 por ciento de 16.3 millones de perceptores concentra 22.9 por ciento del ingreso y reciben como tal más de seis salarios mínimos cada uno.
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