A Miguel Ángel Granados Chapa
MÉXICO, D.F. (apro).- Los cuatro personajes clave del Partido Acción Nacional (PAN) posan sonrientes para la cámara en medio de un festejo: Felipe Calderón es abrazado por su cuñado Juan Ignacio Zavala y su amigo Héctor Villarreal Ordóñez, en cuyo hombro se posa el brazo de Germán Martínez Cázares.
A juzgar por el “bíper” que porta Zavala en el cinturón, aparato que entró en desuso hacia el 2000, la fotografía fue tomada entre 1996 y 1999, cuando Calderón presidió el PAN, y Martínez la incluyó en un folleto de su campaña como candidato único a dirigir ese partido, en 2007, de cuya gestión Villarreal fue director general de comunicación social en la catástrofe electoral de 2009.
Ahora Calderón pretende que Villarreal sea el director de Notimex, la agencia de noticias del Estado mexicano, por un periodo de seis años, un cargo transexenal que, sin duda, operará en beneficio del PAN y del suyo propio si la Cámara de Senadores no objeta ese nombramiento, como es su facultad y deber.
En lo que es un asunto de enorme relevancia para México, el propósito de Calderón de nombrar a Villarreal director de Notimex contraviene los Principios Rectores de la Ley que crea la agencia de noticias del Estado mexicano, aprobada en diciembre de 2005 y promulgada en junio de 2006, y de manera específica lo que ordena el artículo 6:
“Toda información que genere o transmita la agencia por cualquier medio de comunicación deberá realizarse con absoluta independencia editorial frente a cualquiera de los Poderes de la Unión o de las entidades federativas, y bajo los principios de veracidad, imparcialidad, objetividad, pluralidad, equidad y responsabilidad. Los servidores públicos de la agencia deberán observar estos principios en el desempeño de su empleo, cargo o comisión.”
La trayectoria y desempeño de Villarreal Ordóñez lo inhabilitan para ser director de la agencia de noticias del Estado mexicano que se concibió, por ley, para dotar de información veraz a la sociedad mexicana y evitar el uso político en provecho de un gobierno, un partido o una facción, como ocurrió con los gobiernos priistas, panistas y con Calderón de manera transexenal.
No hay manera de que Villarreal garantice con el mandato del artículo 6 de la ley si se toma en cuenta su militancia en el PAN, de por lo menos tres lustros, como acredita la fotografía aludida: Fue subdirector de Comunicación Social del CEN cuando Calderón lo presidía y su jefe era el cuñado de éste, Juan Ignacio Zavala, y luego, entre 1999 y 2000, se hizo cargo de la misma área en la campaña de Santiago Creel a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Miembro del equipo de transición de Vicente Fox, en 2000, Villarreal se convirtió en vocero de Creel en la Secretaría de Gobernación, hasta el 2003, cuando saltó a la dirección de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) y cerró el sexenio como coordinador de Radio y Televisión de la Presidencia de la República.
Calderón lo hizo director general del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), de diciembre de 2006 a enero de 2009, cuando se sumó como director general de comunicación social del PAN presidido por Martínez –cuyo estratega de propaganda fue Zavala–, que derivó en la peor derrota de ese partido en su historia.
Tras la debacle de su partido, Villarreal cayó para arriba: Calderón lo nombró subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, donde se trama castigar o premiar a los medios con propaganda gubernamental, y ahora lo propone para ocupar, por seis años, la agencia Notimex, en una maniobra con claro propósito electoral y político.
El Senado tiene el deber de hacer respetar la letra y el espíritu de la ley que convirtió a Notimex en una agencia de noticias del Estado y objetar a Villarreal antes de 30 días, contados a partir de que, el 11 de octubre, Calderón envió esa propuesta.
“Vencido este plazo sin que se omita resolución al respecto, se entenderá como no objetado el nombramiento del Ejecutivo federal”, advierte el artículo 16 de la ley sobre Notimex, que durante el sexenio de Fox tuvo como directores a José Antonio Díaz García, Francisco Ortiz Ponchetti, Enrique Aranda Pedrosa y Aurelio Bueno.
Ya como agencia de Estado, que no depuso la dinámica facciosa a favor del PAN –en particular lo relacionado a la “guerra” que ha provocado más de 50 mil muertos, el ocultamiento de la pobreza y la rampante corrupción–, Calderón propuso a Sergio Uzeta, cuya gris gestión de cuatro años concluyó en agosto.
Por el bien de la República, el control transexenal de Notimex que pretende Calderón no debe prosperar.
Apuntes
El desdén o la omisión del fallecimiento del periodista Miguel Ángel Granados Chapa, ocurrido la tarde del domingo 16, no es sólo falta de rigor periodístico, sino un homenaje que la mezquindad rinde a la honradez.
Comentarios: delgado@proceso.com.mx y Twitter @alvaro_delgado
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