México, DF, 13 dic 11 (CIMAC).-Por cada 100 municipios del país, 40.8 tienen más del 75 por ciento de su población en condiciones de pobreza, son mil tres municipios.
En noviembre, Hermosillo, Sonora, y Mexicali, Baja California, registran una inflación mensual de 10.6 y 9.7 por ciento, respectivamente, y según Cepal en 2010 la pobreza disminuyó en América Latina, excepto México y Honduras.
De acuerdo con los resultados de la medición de la pobreza a nivel municipal para 2010 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el problema más agudo es la carencia de seguridad social.
En un universo de 2 mil 456 municipios, en 93 de cada 100 tienen más de la mitad de su población sin acceso a la seguridad social, debido a la precariedad laboral y el desempleo, las más afectadas son mujeres, jóvenes, y niñas y niños.
Las carencias de alimentación se presentan en cuatro de cada 10 municipios, con porcentajes mayores al 50 por ciento. En servicios básicos de la vivienda, 48 de cada 100 municipios también tienen más de la mitad de su población con carencias de estos servicios.
Según Coneval, la población en pobreza extrema es la que tiene tres o más carencias sociales y un ingreso menor a la línea de bienestar mínimo. La línea de bienestar se determina como la suma del costo de la canasta alimentaria y la no alimentaria; mientras que la de bienestar mínimo es el costo de la canasta alimentaria.
En agosto de 2010, el valor de la línea de bienestar fue de 2 mil 114 pesos mensuales por persona en las áreas urbanas, y de mil 329 pesos mensuales por persona en las áreas rurales. Conclusión: es terriblemente grave estar en situación de pobreza extrema.
Los estados con municipios que presentan el mayor porcentaje de población en estas condiciones son: Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Veracruz; hay una preeminencia significativa de pobreza extrema en los 257 municipios indígenas.
Sin embargo, los que presentan el mayor número de personas en condiciones de pobreza son: las delegaciones Iztapalapa y Gustavo A. Madero en el DF; Ecatepec, Estado de México, y dos ciudades fronterizas: Tijuana, Baja California, y Juárez, Chihuahua, donde la violencia contra las mujeres es galopante.
El caso del DF es particularmente importante porque entre otras cosas es lo más cercano a un Estado de Bienestar, dado el gran número de programas sociales con que cuenta; Iztapalapa tiene una proporción de población en condiciones de pobreza (34.8 por ciento), superior a la de Tijuana o Ciudad Juárez, pero no registra los niveles de violencia, inseguridad o descomposición del tejido social que existen en estas localidades.
CARENCIA DE SEGURIDAD SOCIAL Y SERVICIOS MÉDICOS
Al analizar la situación de los habitantes en cinco delegaciones capitalinas (Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tlalpan, Álvaro Obregón y Benito Juárez), se aprecia como una constante las carencias de seguridad social y servicios médicos, que claramente se muestra en la gráfica, ya que aún en las clases medias de Benito Juárez significan un problema de reducción en la calidad de vida. Son causa y efecto de pobreza, abriendo brechas de desigualdad.
Obviamente las condiciones más dramáticas están en Iztapalapa, la delegación más poblada de la Ciudad de México con 1.9 millones de habitantes, donde 51 de cada 100 son mujeres y el 30 por ciento de su población está en el grupo etario de 10 a 24 años.
Tiene el mayor número de población en pobreza extrema (63 mil 17 habitantes), de rezago educativo, y por supuesto de carencias por acceso a los servicios de salud y a la seguridad social; este último representa 70 de cada 100 habitantes, mismos que no cuentan con seguridad social y que asciende a un millón 140 mil 410 personas.
La población que carece de acceso a los servicios de salud son 41 de cada 100, 804 mil 277 personas, básicamente mujeres, y niñas y niños.
Ya en otra ocasión esta columna ha hecho referencia al tobogán por donde se deslizan las prestaciones de las y los trabajadores: van en caída libre, situación que se confirma con estas cifras de Coneval.
¿Dónde están el derecho universal de la salud, el Seguro Popular, el “Presidente del empleo” y de la salud? ¿Hasta dónde es responsable de esta situación la política social?
No está por demás recordar que durante 2010 se alcanzó una tasa de crecimiento en la economía de 5.5 puntos porcentuales, un desarrollo con pobreza y desigualdad. ¿Qué se puede esperar el próximo año con un crecimiento económico mucho menor, de tan sólo tres puntos?
Suponer que la respuesta está exclusivamente en los programas sociales o en una política social por muy acertada que sea es un grave error; hay que modificar sustancialmente la política económica para poder remontar la pobreza de las mujeres.
P.D.
El avance incontenible de los productos chinos, sin arancel alguno, bendecido por el acólito de la Secretaría de Economía, pone en grave riesgo la industria textil y del calzado y significa más desempleo para las mujeres. Desprotege la planta productiva nacional aceptando un comercio sin contraparte, con la errónea concepción de que esa dependencia existe para hacer “negocios”. Son las peras del olmo.
ramona_melendez@yahoo.com.mx
*Economista especializada en temas de género.
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