Ayer fue clausurado el periodo ordinario del Congreso de la Unión. A partir de mañana sesionará la Comisión Permanente. Foto: Federico Xolocotzi / El Sol de México
En los “grandes eventos” históricos la Iglesia católica mexicana y, en especial, su jerarquía siempre se hacen presentes. En vísperas del inicio de la campaña presidencial del 2012 las piezas comienzan a moverse: mientras las reliquias de Juan Pablo II siguen viajando por las ciudades y las catedrales mexicanas, se oficializó la visita de Benedicto XVI, el ex jefe de la versión moderna de la Santa Inquisición, para el 23 y 26 de marzo del próximo año en Guanajuato, justo cuando esté en su punto de arranque el inicio de la contienda presidencial.
La cereza del pastel corrió a cargo de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, ampliamente dominada por la corriente que favorece a Enrique Peña Nieto, ex alumno del Opus Dei, al presentar una polémica reforma al artículo 24 constitucional. La enmienda constitucional que favorecerá la realización de eventos católicos en recintos públicos y abre la puerta para una mayor presencia en medios electrónicos (servicios públicos concesionados a particulares), fue aprobada este jueves 15 de diciembre, en una atropellada y larga sesión en San Lázaro, con los votos favorables de las bancadas del PAN y una parte de la bancada del PRD.
Los mercaderes del templo legislativo hicieron valer sus intereses inmediatos para que la reforma fuera aprobada por 199 votos a favor y 58 en contra. Una votación muy cerrada para una reforma constitucional que aún debe ser ratificada por el Senado y la mayoría calificada (tres cuartas partes) de los Congresos estatales.
El presidente de la Mesa Directiva, Emilio Chuayfett Chemor, ex gobernador del Estado de México y hombre del círculo cercano a Peña Nieto, así como el coordinador de la bancada del PRI, Francisco Rojas, también cercano al Grupo Atlacomulco y al Grupo Opus Dei, dieron línea para aprobar esta enmienda constitucional porque ambos están ganándose algo más que el cielo. Con esta reforma, pretenden obtener su pase automático al Senado en las listas del PRI para el 2012.
A su vez, el grupo de Nueva Izquierda en el PRD, mejor conocido por Los Chuchos por su afiliación no a Jesucristo sino a Jesús Ortega y a Jesús Zambrano, lograron con sus votos dentro de la bancada colocar a Guadalupe Acosta Naranjo, otro miembro de la religiosa cofradía, como próximo presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para los próximos 4 meses.
La mayor parte de la bancada del PAN, proclive a Josefina Vázquez Mota, la preferida en las encuestas y en las altas cúpulas religiosas para ser la abanderada de su partido en la contienda del 2012, también se sumó a la reforma que fue promovida en los grandes medios como una “actualización” de la Constitución mexicana al derecho a la libertad religiosa y a los tratados internacionales suscritos por México.
A nadie le queda la menor duda que la nunciatura y la Arquidiócesis de México prepararon bien el terreno, incluyendo a un grupo de reporteros que cubren la “fuente” legislativa de San Lázaro. Apenas el miércoles 14 de diciembre, como una demostración de lo que significará esta reforma, acudió a la sala de prensa de la Cámara de Diputados el sacerdote José de Jesús Aguilar García, subdirector de Radio y Televisión del arzobispado de la Ciudad de México.
Don Aguilar García fue a bendecir bajo el rito católico la sala de prensa. Lanzó bendiciones a los periodistas y con el apoyo del director de Comunicación Social de San Lázaro, Octavio Mayén (también cercano al peñanietismo priista) lanzó una oración en un recinto que debiera ser el más laico de todos:
“Oremos, señor Dios nuestro, al reunirnos gozosos para bendecir este local queremos unir nuestra alegría a la acción de gracia de todos tus beneficios especialmente en este año que está por terminar”.
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