El gobernador de Guerrero se fabricó con rapidez sus expiatorios ángeles caídos. Uno, dos, tres: el procurador, el secretario de Seguridad Pública y el subsecretario encargado de cumplir las órdenes de limpieza que dice haber recibido del mandatario en fuga y que considera haber cumplido con eficacia. Carretera limpia le habían pedido y carretera limpia entregó el general Arreola, ahora cesado. Pero el hilo de las responsabilidades se rompe por lo más delgado del organigrama y, para no dejar duda de que el fuego rozó las alturas y mantiene viva la amenaza, el entrampado Ángel Aguirre Rivero se deshizo con prontitud de tres de sus principales compañeros de viaje administrativo.
A diferencia de las maniobras de aligeramiento de equipaje tóxico que hizo el ex priísta habilitado como izquierdista, el calderonismo siempre complacido no movió ni una ceja ante las evidencias videográficas, aportadas por el mismo aguirrismo despechado, de que policías federales habían golpeado a estudiantes y habían avivado el encono en el escenario explosivo de Chilpancingo y los estudiantes normalistas en constante y aguerrida protesta. Sin embargo, más allá de los pleitos entre niveles de gobierno y las consecuencias que cada bando busque en términos partidistas y electorales, aún no se conoce con precisión el motivo por el cual se produjo una reacción a todas luces excesiva, con tiradores vestidos de civil y protegidos o cuando menos tolerados por policías de uniforme. ¿Qué fue lo que generó tan impresionante capacidad de fuego, disparos directos a la cabeza de los dos muertos, persecución y golpes? ¿Una decisión cupular de asestar un castigo ejemplar a los manifestantes frecuentes? ¿Provocación e infiltración?
Otro ser con pretensiones celestiales sigue asomado al abismo. El maniquí habilitado por el PRI como virtual candidato presidencial continúa atorado en el retén insalvable de las preguntas sin guión preparado. Producto inflado, con saborizantes y conservadores artificiales, que debe mantenerse bajo protección en lugares ajenos a la discusión intelectual, el cosmético Enrique Peña Nieto sigue recibiendo tunda tras tunda en razón de viejos, nuevos y anunciadamente venideros tropezones o dislates, como él con gran ternura le ha llamado a la escandalosa demostración pública de ignorancia continua e irremontable que va haciendo en cuanta entrevista no arreglada le es posible.
Ayer tocó el turno del destazamiento al escritor Carlos Fuentes, a quien Pena (sí, con ene) Nieto confundió con Enrique Krauze como autor de un libro que decía el aspirante priísta que había leído. Fuentes dijo que el ex gobernador del estado de México tiene derecho a no leer determinados libros ni conocer a sus autores, pero no a querer ser presidente de México desde la ignorancia.
Tal vacuidad no es algo que pueda tolerarse en quien aspira a gobernar un país con tan grandes y graves problemas como México, pero el PRI y el propio Pena Nieto prefieren acomodarse bajo la sombrilla de fácil adquisición que adjudica a oposiciones partidistas y electorales el asombro, enojo y temor que provoca la perseverante campaña del mencionado Enrique contra sí mismo a través de la autoflagelación intelectual. Con prisa que sigue demostrando la increíble incapacidad del gaviotismo para remontar una crisis de más de 10 días atrás, el candidato que no es la señora de la casa trata de convertirse en víctima de complot cuando, en realidad, lo es día tras día de sí mismo.
En San Lázaro están tratando de aparentar responsabilidad y eficacia a marchas forzadas. Pero, en realidad, lo que buscan es filtrar a última hora, con el sopor de temporada encima, aprobaciones en temas polémicos que no pudieron sacar adelante en plazos ordinarios. Muy peligroso es, desde luego, el intento de aprobar a empujones la controvertida reforma a la Ley de Seguridad Nacional, que facultaría al encargado de la Presidencia de la República a poner en práctica mecanismos de virtual estado de sitio. Sin tales modificaciones, Calderón ha convertido al país en un gran cuartel y con soldados, marinos y policías federales ha tomado (o tratado de tomar; los resultados son otra cosa) el control de regiones enteras.
Ahora, con la nueva letra legal, estaría en condiciones excepcionalmente favorables para hacer más o menos lo que le dé en gana, siempre y cuando invoque perturbaciones a la paz interior y cumpla con ciertos trámites burocráticos. Los priístas de San Lázaro, bajo el mando del copete en jaque, están en favor de esas reformas porque quieren dar esas facultades autoritarias a quien creen enfilado inevitablemente a Los Pinos, sin reparar en que esas mismas modificaciones de hoy podrían ser la llave maestra para que el calderonismo en armas cancele, altere o cometa otro fraude en las próximas elecciones.
En la misma Cámara de Diputados se aprobó ayer la Ley de Asociaciones Público-Privadas, que servirá para que los detentadores actuales del poder público, de sus contratos y privilegios, hagan negocio no solamente de fin de sexenio, sino de una transexenalidad por definirse. En un país escandalosamente lleno de ejemplos de uso de las atribuciones gubernamentales para favorecer a camarillas empresariales, que a su vez retribuyen económicamente a los funcionarios amables, se está institucionalizando la manera de colocar el erario al servicio de intereses privados. Sólo votaron en contra la bancada del PT y una parte de la del PRD. El ebrardista Armando Ríos Píter, por ejemplo, estuvo en favor, y Alejandro Encinas en contra. Año de Hidalgo que durará de aquí a diciembre de 2012, pero mediante convenios y arreglos de largo plazo seguirá dando réditos a los funcionarios salientes muchos años después.
Y, mientras los diputados nombran a los tres consejeros faltantes del IFE, sin cumplir con la obligación de la consulta ciudadana y a través de angustiado y apresurado arreglo entre cúpulas, ¡hasta mañana, en esta columna en busca de posada cacahuatera!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
juliohdz@jornada.com.mx
A diferencia de las maniobras de aligeramiento de equipaje tóxico que hizo el ex priísta habilitado como izquierdista, el calderonismo siempre complacido no movió ni una ceja ante las evidencias videográficas, aportadas por el mismo aguirrismo despechado, de que policías federales habían golpeado a estudiantes y habían avivado el encono en el escenario explosivo de Chilpancingo y los estudiantes normalistas en constante y aguerrida protesta. Sin embargo, más allá de los pleitos entre niveles de gobierno y las consecuencias que cada bando busque en términos partidistas y electorales, aún no se conoce con precisión el motivo por el cual se produjo una reacción a todas luces excesiva, con tiradores vestidos de civil y protegidos o cuando menos tolerados por policías de uniforme. ¿Qué fue lo que generó tan impresionante capacidad de fuego, disparos directos a la cabeza de los dos muertos, persecución y golpes? ¿Una decisión cupular de asestar un castigo ejemplar a los manifestantes frecuentes? ¿Provocación e infiltración?
Otro ser con pretensiones celestiales sigue asomado al abismo. El maniquí habilitado por el PRI como virtual candidato presidencial continúa atorado en el retén insalvable de las preguntas sin guión preparado. Producto inflado, con saborizantes y conservadores artificiales, que debe mantenerse bajo protección en lugares ajenos a la discusión intelectual, el cosmético Enrique Peña Nieto sigue recibiendo tunda tras tunda en razón de viejos, nuevos y anunciadamente venideros tropezones o dislates, como él con gran ternura le ha llamado a la escandalosa demostración pública de ignorancia continua e irremontable que va haciendo en cuanta entrevista no arreglada le es posible.
Ayer tocó el turno del destazamiento al escritor Carlos Fuentes, a quien Pena (sí, con ene) Nieto confundió con Enrique Krauze como autor de un libro que decía el aspirante priísta que había leído. Fuentes dijo que el ex gobernador del estado de México tiene derecho a no leer determinados libros ni conocer a sus autores, pero no a querer ser presidente de México desde la ignorancia.
Tal vacuidad no es algo que pueda tolerarse en quien aspira a gobernar un país con tan grandes y graves problemas como México, pero el PRI y el propio Pena Nieto prefieren acomodarse bajo la sombrilla de fácil adquisición que adjudica a oposiciones partidistas y electorales el asombro, enojo y temor que provoca la perseverante campaña del mencionado Enrique contra sí mismo a través de la autoflagelación intelectual. Con prisa que sigue demostrando la increíble incapacidad del gaviotismo para remontar una crisis de más de 10 días atrás, el candidato que no es la señora de la casa trata de convertirse en víctima de complot cuando, en realidad, lo es día tras día de sí mismo.
En San Lázaro están tratando de aparentar responsabilidad y eficacia a marchas forzadas. Pero, en realidad, lo que buscan es filtrar a última hora, con el sopor de temporada encima, aprobaciones en temas polémicos que no pudieron sacar adelante en plazos ordinarios. Muy peligroso es, desde luego, el intento de aprobar a empujones la controvertida reforma a la Ley de Seguridad Nacional, que facultaría al encargado de la Presidencia de la República a poner en práctica mecanismos de virtual estado de sitio. Sin tales modificaciones, Calderón ha convertido al país en un gran cuartel y con soldados, marinos y policías federales ha tomado (o tratado de tomar; los resultados son otra cosa) el control de regiones enteras.
Ahora, con la nueva letra legal, estaría en condiciones excepcionalmente favorables para hacer más o menos lo que le dé en gana, siempre y cuando invoque perturbaciones a la paz interior y cumpla con ciertos trámites burocráticos. Los priístas de San Lázaro, bajo el mando del copete en jaque, están en favor de esas reformas porque quieren dar esas facultades autoritarias a quien creen enfilado inevitablemente a Los Pinos, sin reparar en que esas mismas modificaciones de hoy podrían ser la llave maestra para que el calderonismo en armas cancele, altere o cometa otro fraude en las próximas elecciones.
En la misma Cámara de Diputados se aprobó ayer la Ley de Asociaciones Público-Privadas, que servirá para que los detentadores actuales del poder público, de sus contratos y privilegios, hagan negocio no solamente de fin de sexenio, sino de una transexenalidad por definirse. En un país escandalosamente lleno de ejemplos de uso de las atribuciones gubernamentales para favorecer a camarillas empresariales, que a su vez retribuyen económicamente a los funcionarios amables, se está institucionalizando la manera de colocar el erario al servicio de intereses privados. Sólo votaron en contra la bancada del PT y una parte de la del PRD. El ebrardista Armando Ríos Píter, por ejemplo, estuvo en favor, y Alejandro Encinas en contra. Año de Hidalgo que durará de aquí a diciembre de 2012, pero mediante convenios y arreglos de largo plazo seguirá dando réditos a los funcionarios salientes muchos años después.
Y, mientras los diputados nombran a los tres consejeros faltantes del IFE, sin cumplir con la obligación de la consulta ciudadana y a través de angustiado y apresurado arreglo entre cúpulas, ¡hasta mañana, en esta columna en busca de posada cacahuatera!
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La imagen de muchacho de la película que ha venido transmitiendo Televisa a lo largo de los últimos años se está haciendo talco. Y no porque los partidos rivales lo estén cuestionando; ni siquiera ha sido necesario que le saquen sus muchos trapitos al sol, como los millonarios contratos de obra pública a sus amigos y la protección al tío, don Raturo. El precandidato priísta Enrique Peña Nieto se ha encargado de mostrarse ante la opinión pública como realmente es y su verdadero rostro dista mucho de la imagen televisiva. Parece afectado por el síndrome de la paloma: a cada paso que da… deja sucio el piso. Ahora se metió con las señoras, con las familias, las agredió sin ninguna explicación. Le preguntaron cuánto cuesta el kilo de tortilla y contestó: No soy la señora de la casa. En millones de hogares la compra del mandado es tarea compartida de la pareja, incluso de la familia entera. Cuando llega la quincena las vemos con su carrito de compras recorriendo los pasillos del súper, porque no alcanza el dinero. Fue una metida de pata doble del ensoberbecido precandidato: por un lado, ofendió a las familias, y por otro, desaprovechó una oportunidad de oro para darle un sofocón al gobierno panista. Su respuesta debió haber sido enfocada al aumento del precio de la tortilla. Cuando Fox llegó al gobierno en el año 2000 el kilo costaba 2.50 pesos, al terminar el infausto sexenio calderonista es de 15 pesos en algunas regiones del país. Sin embargo, para formular una respuesta así, Peña Nieto necesitaría estar informado y ser una persona distinta a la que se está mostrando.
Las joyas de la corona
Algunos bancos europeos, bajo la presión de las autoridades regulatorias para que levanten capital fresco, están vendiendo algunas de las joyas de la corona. Banco Santander, de España; KBC Groep NV, de Bélgica, y el alemán Deutsche Bank aceleran sus planes para desprenderse de operaciones fuera de sus mercados nacionales, aun cuando comprometen utilidades futuras. Santander, por ejemplo, necesita 5.2 mil millones de euros de capitalización y vendió su unidad en Colombia a la empresa chilena Corpbanca por 1.16 mil millones. Deutsche Bank está considerando diversas opciones que incluyen la venta de su unidad de gestión de activos y KBC tiene la mira puesta en deshacerse de sus operaciones en Polonia.
El moreirazo español
A los muchos problemas que ocupan los pensamientos de los españoles ha venido a sumarse otro: un escándalo en la corte real. Uno de los yernos del rey Juan Carlos, el marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, duque de Palma, de repente se ha visto envuelto en un escándalo. Es el centro de una trama de empresas que desviaron presuntamente fondos públicos. Es el Moreira del momento allá, en Madrid, pero por una suma mucho menor a la del coahuilazo. Y el suegro le ha prohibido que ponga un pie en la Zarzuela. Ya no podrá concurrir a las reuniones públicas y privadas de la familia real, al menos hasta que aclare la situación. Su abogado dice que hay que respetar la presunción de inocencia que consagra la Constitución. El yerno vive en Washington, tiene un empleo en Telefónica. La infanta Cristina todavía no ha dado a conocer si está del lado de su marido o de su papá. Ya dejó algo bueno el escándalo. La casa del rey confirmó de manera oficial que a partir de ahora hará públicas sus cuentas, algo a lo que se había negado, a diferencia del protocolo que siguen otras familias reales.
Las joyas de la corona
Algunos bancos europeos, bajo la presión de las autoridades regulatorias para que levanten capital fresco, están vendiendo algunas de las joyas de la corona. Banco Santander, de España; KBC Groep NV, de Bélgica, y el alemán Deutsche Bank aceleran sus planes para desprenderse de operaciones fuera de sus mercados nacionales, aun cuando comprometen utilidades futuras. Santander, por ejemplo, necesita 5.2 mil millones de euros de capitalización y vendió su unidad en Colombia a la empresa chilena Corpbanca por 1.16 mil millones. Deutsche Bank está considerando diversas opciones que incluyen la venta de su unidad de gestión de activos y KBC tiene la mira puesta en deshacerse de sus operaciones en Polonia.
El moreirazo español
A los muchos problemas que ocupan los pensamientos de los españoles ha venido a sumarse otro: un escándalo en la corte real. Uno de los yernos del rey Juan Carlos, el marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, duque de Palma, de repente se ha visto envuelto en un escándalo. Es el centro de una trama de empresas que desviaron presuntamente fondos públicos. Es el Moreira del momento allá, en Madrid, pero por una suma mucho menor a la del coahuilazo. Y el suegro le ha prohibido que ponga un pie en la Zarzuela. Ya no podrá concurrir a las reuniones públicas y privadas de la familia real, al menos hasta que aclare la situación. Su abogado dice que hay que respetar la presunción de inocencia que consagra la Constitución. El yerno vive en Washington, tiene un empleo en Telefónica. La infanta Cristina todavía no ha dado a conocer si está del lado de su marido o de su papá. Ya dejó algo bueno el escándalo. La casa del rey confirmó de manera oficial que a partir de ahora hará públicas sus cuentas, algo a lo que se había negado, a diferencia del protocolo que siguen otras familias reales.
Surgen señales de desintegración del sistema financierista a los dos lados del Atlántico Norte (USA Watchdog, 12/12/11), mientras Jon Corzine, anterior director del vilipendiado Goldman Sachs (GS) y ex gobernador de Nueva Jersey, en forma desvergonzada (después de haber quebrado a la empresa MF Global por mil 200 millones de dólares) declaró desconocer dónde se encuentra el dinero (Financial Times, 12/12/11).
Lo más interesante es que Gary Gensler, anterior empleado de GS y quien ahora preside la vigilancia financiera de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés), se rehúsa a perseguir penalmente al indiciado defraudador Corzine. Todo queda (en)cubierto entre los colegas cleptomaniacos de GS.
Lo más interesante es que Gary Gensler, anterior empleado de GS y quien ahora preside la vigilancia financiera de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés), se rehúsa a perseguir penalmente al indiciado defraudador Corzine. Todo queda (en)cubierto entre los colegas cleptomaniacos de GS.
Carlos Fernández-Vega: México SA
La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos se quedó varada en el tiempo. Año tras año determina un incremento –por llamarle así– al mini ingreso totalmente alejado de la realidad social del país, y aún más retirado a lo que establece la Constitución. En 2011 su presidente, Basilio González Núñez, cumple dos décadas en el puesto y en ese periodo el salario mínimo reporta un aumento nominal acumulado de 540 por ciento, mientras que la inflación general reporta un avance, también acumulado, de 700 por ciento, con lo que el deterioro del poder adquisitivo es más que notorio.
Pero el citado organismo no sólo olvidó recuperar el poder adquisitivo del mini ingreso, sino que de plano se quedó varado en el tiempo. Por ejemplo, el 12 de julio de 2001 el presidente de la Comisión anunció que “el salario mínimo no desaparecerá, pero es necesario que este indicador deje de funcionar como piso o tope para la fijación de los sueldos contractuales y en la cotización de multas y créditos. A más tardar el próximo 12 de agosto (de 2001) la comisión especial para modernizar el sistema de los salarios mínimos –en la que participan líderes sindicales, empresarios, académicos y otros especialistas del sector laboral– presentará sus conclusiones, que incluyen una recomendación para que de manera paulatina se eliminen las diferencias entre las zonas económicas A, B y C con base en las cuales se paga el mini salario en nuestro país. Uno de los principales objetivos de la comisión será dotar al salario mínimo de una política independiente para que éste no sea más una referencia incluso en la fijación de las percepciones de trabajadores al servicio de los gobiernos locales, estatales y federal” (La Jornada, Fabiola Martínez, 13 de julio de 2001). En ese entonces, el salario mínimo real era de 10.71 pesos, de acuerdo con la estadística de la propia CNSM.
Una década y meses después, el 9 de diciembre de 2011, la Secretaría del Trabajo informó que los sectores obrero y patronal que integran el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (la misma que por dos décadas ha presidido González Núñez), con el gobierno federal, hacen un público manifiesto y acuerdan promover que se realicen estudios que analicen la viabilidad de desvincular la figura del salario mínimo utilizada en las diversas disposiciones legales como unidad de cuenta, base o medida de referencia (para las multas, pues), es decir, lo mismo que se dijo 10 años atrás. Ahora, el salario mínimo real es de 9.98 pesos, según la misma fuente de información. Para 2012, la CNSM y el llamado consejo de representantes (integrado por representantes de la iniciativa privada y el gobierno federal, más líderes obreros) repitieron la dosis: un aumento de 2.4 pesos por día al salario mínimo, con lo que el poder adquisitivo del mini ingreso se reducirá aún más, si ello es posible.
¿Cuál es la consecuencia inmediata de decisiones como las descritas? El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), mediante su índice de tendencia laboral de la pobreza (tercer trimestre de 2011) lo aclara: cada día que pasa es mayor el número de mexicanos que no puede comprar la canasta básica alimentaria con el ingreso de su trabajo. Tal índice permite medir el deterioro del poder adquisitivo del ingreso laboral en el país; un incremento en el indicador es igual a más mexicanos sin acceso pleno a la alimentación.
En su más reciente reporte sobre el particular, con cifras al cierre del tercer trimestre de 2011, el Coneval precisa que en ese periodo el citado índice aumentó 4.7 por ciento anual. Del primer trimestre de 2005 (cuando inició su medición) al tercer trimestre de 2011 la proporción de mexicanos sin posibilidad de comprar la canasta básica alimentaria se incrementó 20.3 por ciento a nivel nacional (29 por ciento en las zonas urbanas, en las que habita 75 por ciento de la población del país). Por el contrario, el ingreso laboral per cápita (descontada la inflación) registra una pérdida acumulada de 22.8 por ciento en igual periodo, o lo que es lo mismo, el ingreso de la mayoría está en el peor nivel desde que se publica el citado índice.
Sobre esta dramática realidad, el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM realiza un ilustrativo ejercicio, cuyos resultados son espeluznantes: en la década de los 30 del siglo pasado, un trabajador mexicano con salario mínimo requería laborar 13 horas para tener acceso íntegro a la canasta básica alimentaria. Veinte años después, en la década de los 50, y para el mismo fin requirió laborar 22 horas.
En la década de los 60 comenzó a cambiar el panorama. Explica el CAM que en ese periodo el trabajador requirió laborar 10 horas para comprar íntegramente la citada canasta; a mediados de los 70 la proporción se redujo a poco más de cuatro horas, de tal suerte que además de la canasta básica alimentaria el trabajador tenía algo de dinero para adquirir otros satisfactores. De la crisis de 1976 en adelante, más la política de topes salariales, se revirtió la situación y el deterioro del poder adquisitivo ha sido permanente. Para 1994 el trabajador de salario mínimo requirió laborar 16.4 horas para adquirir la canasta básica alimentaria. Al finalizar el quinto año de Felipe Calderón, ese trabajador requiere laborar 24 horas y 12 minutos para el fin señalado, siempre y cuando tenga empleo.
Como se observa la situación es socialmente explosiva, pero a la CNSM y el denominado consejo de representantes, y todo lo que representan, les vale una pura y dos con sal.
Las rebanadas del pastel
Enrique Peña Nieto volvió a resbalar: no sabe cuánto cuesta un kilogramo de tortilla, tampoco el monto del salario mínimo y falta por ver. Pero no hay de qué sorprenderse, pues el precandidato tricolor no es la excepción, sino la regla. Así es la gloriosa clase política nacional, a la que lo menos que le interesa es conocer cuál es la condición real de los mexicanos que dice representar… Preparaos, mexicanos creyentes, que hoy arriba a México el poderoso grupo de asesores electorales contratado por Felipe Calderón, que no es otro que el organizador de la visita papal al país, la cual se concretará justo en marzo de 2012, o lo que es lo mismo justo a la mitad del proceso electoral. ¡Qué santa casualidad!
cfvmexico_sa@hotmail.com
El Correo Ilustrado
Carta de Wilfrido Robledo
Sr., Dr. y Dip. Juventino Víctor Castro y Castro
Desde hace ya algunas semanas, o meses quizá, el señor Calderón desató una campaña para dar respiración artificial a su partido y, de pasada, a su candidato. A imagen y semejanza de su antecesor en el puesto, se lanza a los medios para proporcionar bases y empuje, ciertamente requeridos con urgencia, a sus endebles aspirantes presidenciales. Una, dos, tres veces o más apariciones por noticiero al día pueden hasta parecerles pocas a sus asesores de imagen. Aseguran que, cuantos más golpes de rating puedan conseguir, mejor será el posicionamiento ante la cautiva y vasta audiencia. Y ahí lo tenemos en las pantallas con motivo de cualquier boda, bautismo, inauguración, aniversario o sepelio. Máxime cuando este último pueda ser engalanado con crespones y cañonazos en el Campo Marte. La receta parece infalible: una toma nítida, bien encuadrada y unas cuantas frases positivas de adorno les parecen adecuadas para lograr el cometido. Las mediciones de apoyo popular a la gestión presidencial, muchas facilitadas desde arriba, lo registrarán de inmediato, ¡faltaba más!
Antes que partenogénesis de algún gobernante metido a redentor (como diría un patético ropavejero de la historia de México), los fundamentos de la novísima Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) fueron posibles gracias a la amplitud de miras del grupo de estadistas que hoy impulsan hoy la integración y solidaridad de nuestros pueblos, sin el ominoso y frustrante poder disuasivo de las corporaciones imperialistas de Estados Unidos y Canadá.
Dice que ha leído la Biblia. No toda, pero sí algunas secciones de ella. Enrique Peña Nieto, en su ya famosa declaración en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, declaró a los reporteros que uno de los libros que han marcado su vida es la Biblia. Con grandes dificultades dio otros dos títulos, pero confundió a los autores.
La reunión sobre cambio climático (COP17) en Durban concluyó con un resultado fatídico: ya no existe algo que se pueda llamar un régimen global sobre cambio climático. En esta conferencia se desmanteló lo que quedaba del Protocolo de Kioto. Ese tratado adolecía de muchos defectos, pero por lo menos consagraba el principio de obligaciones vinculantes para los países que más han contribuido a generar el problema del cambio climático. El PK expira el año entrante y no tenemos ya nada con qué remplazarlo.
Alos 16 años le gustaba el rock and roll, el cine y ya había escrito su primera novela que festejó Juan José Arreola, quien además se la publicó. Tiene talento, le dijo en 1963, usted es un escritor.
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