8/07/2012

Saqueo arqueológico en la impunidad

 

México se ha convertido en un paraíso para los saqueadores: objetos arqueológicos e históricos son robados, traficados ilícitamente, dañados y destruidos año con año. Pese a que los incidentes denunciados involucran al menos 4 mil 235 piezas muebles y 106 inmuebles dañados, durante los gobiernos panistas la PGR ha iniciado únicamente 181 averiguaciones previas, apenas la cuarta parte de las que asegura el INAH que fueron abiertas durante el mismo periodo en la Procuraduría. En 12 años, ningún detenido a pesar de que hasta en internet se ofertan las piezas saqueadas 

El primer sitio en América Latina por robo de arte sacro lo ocupa México, al que además se le ubica a nivel mundial como uno de los que más sufre robo y venta ilegal de objetos con valor arqueológico, artístico e histórico. Tanto que se le compara con países en conflictos armados, como Irak, Afganistán y Colombia, de acuerdo con información de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por su acrónimo en inglés) y la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol, por su acrónimo en inglés).
 
Las figuras, objetos o documentos que los traficantes obtienen de los sitios arqueológicos mexicanos y de las iglesias y museos se ofertan por internet. Mercado Libre, Binoche Renaud Giquello, eBay y Sotheby’s son algunas de las casas de subastas que ofrecen bienes culturales en sus catálogos, sin que quede claro el origen legal de las piezas, pues en México todas se consideran patrimonio de la nación.
 
Además del tráfico ilegal de bienes culturales, el patrimonio es afectado por demoliciones; maquinaria pesada; proyectos carreteros, habitacionales y petroleros; daño a petrograbados; pintas, trabajos sin autorización o trabajos fallidos de restauración; incendios e inundaciones, revela la información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) publicada por Contralínea (edición 283 http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2012/05/06/destruccion-robo-del-patrimonio-arqueologico-nacional/).
 
Pese al elevado número de incidentes (de los cuales al menos 722 –que involucran 4 mil 235 piezas muebles y 106 inmuebles dañadas– han sido formalmente denunciados), la Procuraduría General de la República (PGR) inició únicamente 181 averiguaciones previas por violaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos Artísticos e Históricos,  durante casi 12 años de gestiones panistas.
 
De acuerdo con el órgano judicial, de las 181 investigaciones, 96 se iniciaron por denuncias del INAH y una por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), mientras que 84 se derivaron de denuncias hechas por particulares.
Sin especificar el delito, la PGR refiere que del total de denuncias iniciadas por el Instituto de Antropología, nueve están relacionadas con arte sacro, dos con documentos históricos, tres con inmuebles históricos, 10 con monumentos, seis con zonas arqueológicas, cuatro “desconocidas” y 63 con piezas arqueológicas.
 
No obstante, la cifra representa apenas el 37 por ciento de las 481 indagatorias que el Instituto Nacional de Antropología e Historia asegura que se abrieron durante el mismo periodo en la Procuraduría por violaciones a la ley.
 
Información obtenida por Contralínea a través de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental demuestra que las más de 400 averiguaciones que el INAH afirma que se iniciaron involucran 4 mil 235 piezas muebles y 106 inmuebles dañados.
 
Para Blanca Paredes, de la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas de ese Instituto, la diferencia numérica del 220 por ciento entre el número de averiguaciones previas que el INAH asegura están abiertas en la Procuraduría y las que refiere la PGR persigue, es resultado de la falta de comunicación entre las dos instituciones “corresponsables” y de la falta de control.
 

Sin detenidos

 
Aunque la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo manifestó que 57 personas fueron “sancionadas” por robo o daño de piezas históricas de 2002 a 2011, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales asegura en su respuesta para este semanario que en 12 años –periodo en el que han gobernado los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón– ninguna persona ha sido consignada o sancionada.
 

México, asolado por los saqueadores

 
Hasta 2011, el INAH tenía registro de 43 mil 855 sitios arqueológicos en el territorio nacional. Chichen Itzá, Monte Albán, El Tajín, Teotihuacán forman parte de las 181 zonas que permanecen abiertas al público y que representan menos del 1 por ciento del patrimonio.
 
Más de 40 mil sitios son apenas una pequeña parte de la cantidad de zonas que se calcula existen en el país, pues a decir de Bolfy Cottom, antropólogo e investigador en la Dirección de Estudios Históricos del INAH, la nación en su totalidad es una “gran zona arqueológica”.
 
La riqueza histórica, artística, arqueológica y paleontológica de México, aunada a la negligencia de las autoridades e instituciones y la impunidad generada por esta situación, ha hecho del país un territorio asediado por los saqueadores.
 
Pinturas, esculturas, vasijas, fósiles, cerámica, metales, documentos, sellos, figurillas, instrumentos, ornamentos de oro, plata, cobre, caracoles, huesos y dientes; u ornamentos, como máscaras, pectorales, colgantes, orejeras, collares y cuentas talladas en jade y otras piedras verdes son algunos de los objetos que año con año son sacados del país y vendidos ilegalmente, sin que hasta ahora se castigue a los responsables.
 
Blanca Paredes, también arqueóloga y profesora en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, señala que este país es un gran atractivo para quienes lucran con los bienes culturales. Atribuye este hecho a la falta de presupuesto asignado a las zonas que reciben visitas del público; y respecto de las que no están abiertas, a la carencia de recursos para la investigación de las zonas, para los planes de manejo y las actividades encaminadas a su protección y difusión.
 
Según estimaciones del gobierno de Argentina, el tráfico ilícito de bienes culturales ocupa el tercer sitio en el ranking mundial de los mercados ilegales, sólo después del tráfico de drogas y de armas.
 
En el marco de la campaña de lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales que inició ese país latinoamericano en 2008, Diego Marquis, entonces director de Comunicación de la Secretaría de Cultura de Argentina, aseguró que el delito genera 6 mil millones de dólares por año en el mundo.

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