28. noviembre, 2012
Flor Goche
A principios de diciembre, Enrique Peña Nieto designará al director general del Instituto Politécnico Nacional para el periodo 2012-2015. Según fuentes allegadas al proceso, son 15 los candidatos que se han acercado al equipo del presidente electo con el objetivo de ser considerados para tal encargo. Tres de ellos han manifestado abiertamente su deseo de conducir esa institución educativa: Bustamante Díez, Rubén del Cano y Escárcega Navarrete. Así, el priísta se encuentra en la disyuntiva de elegir a alguien de su propio partido o de dar continuidad a la gestión de Bustamante Díez, cuya trayectoria en la función pública es producto de su cercanía con las gestiones panistas
Los
próximos días son cruciales para el Instituto Politécnico Nacional
(IPN), organismo de educación pública fundado hace 76 años con el
objetivo de cristalizar los postulados educativos y tecnológicos de la
Revolución Mexicana. Como ocurre cada 3 años, el director general de
esa casa de estudios será renovado. El próximo presidente de México
será el encargado del nombramiento, según lo establece la Ley Orgánica
del IPN.
A pesar de que a principios de
diciembre Enrique Peña Nieto hará pública su decisión al respecto, el
grueso de la comunidad politécnica desconoce los nombres de las
personas que mostraron su interés por encabezar esta institución
educativa para el periodo 2012-2015. Ignoran también el proyecto de
cada uno de los candidatos.
Según fuentes que son parte del
proceso y que solicitan el anonimato, 15 egresados del IPN se habrían
acercado al equipo del priísta Peña Nieto con el objetivo de ser
considerados para tal encargo.
Una de ellas, la única mujer, es
Yoloxóchitl Bustamante Díez, actual directora general del Instituto,
quien desde el pasado 10 de septiembre expresó públicamente su deseo de
ser reelecta. La normatividad del Politécnico lo permite; estipula que
el director general “durará en su encargo 3 años y que podrá ser
designado, por una sola vez, para otro periodo”.
Otros son Raúl González Apaolaza,
ingeniero electricista, quien fungió como secretario de Educación
Pública de Hidalgo de 2001 a 2006, periodo en el cual fue cerrada la
Escuela Normal Rural Luis Villarreal, conocida como El Mexe; Rubén del
Cano Ávila, contador público y secretario de Acción Política de la
Confederación Nacional Política de Profesionales Egresados del IPN,
afiliada al Partido Revolucionario Institucional (PRI); Marco Antonio
Flores Sánchez, contador público y quien además de desempeñarse como
subdirector de Información del Centro de Investigación y Seguridad
Nacional, ha ocupado diversos cargos educativos; Óscar Escárcega
Navarrete, médico cercano al grupo de José Narro Robles, actual rector
de la Universidad Nacional Autónoma de México, con quien colaboró en
los Servicios de Salud del Distrito Federal.
Además, Víctor Manuel Alcerreca
Sánchez, ingeniero químico industrial, exsecretario general del IPN y
exdiputado federal por el PRI; Feliciano Sánchez Sinencio, ingeniero en
comunicaciones eléctricas y electrónica, exdirector del Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados del IPN e integrante del Consejo
Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República; Joel Ortega
Cuevas, ingeniero electricista y quien ha desempeñado diversos cargos
públicos en el gobierno del Distrito Federal, entre los que destaca el
de secretario de Seguridad Pública; Jorge Maciel Suárez, secretario
académico del IPN durante la gestión de Diódoro Guerra Rodríguez,
exdirector del Politécnico cuestionado por sus supuestos vínculos con
organizaciones porriles; y Manuel Quintero Quintero, ingeniero aeronáutico y actual rector de la Universidad Abierta y a Distancia de México.
En la lista de aspirantes figuran
también personajes que desempeñan o han ejercido cargos durante la
gestión de Bustamente Díez. Se trata de Efrén Paradas Arias,
exsecretario general; Juan Manuel Cantú Vázquez, secretario general;
Daffny Rosado Moreno, secretario académico; Óscar Suchil Villegas,
secretario de Extensión e Integración Social; Jaime Álvarez Gallegos,
secretario de Investigación y Posgrado; y Fernando Arellano Calderón,
secretario de Gestión Estratégica.
Ahora Peña Nieto se encuentra en la
disyuntiva de elegir a alguien de su propio partido como conductor de
la institución rectora de la educación tecnológica pública en México o
de dar continuidad a Bustamante Díez, cuya trayectoria en la función
pública es producto del designio de las gestiones panistas. En 2005,
Vicente Fox Quesada la nombró subsecretaria de Educación Media Superior
y, cuatro años más tarde, Felipe Calderón Hinojosa la puso al frente
del IPN.
A propósito de la conformación de su
gabinete, a principios de septiembre pasado el presidente electo
Enrique Peña Nieto manifestó que en su gobierno estará “gente capaz,
probada, con experiencia, que esté a la altura de responder a los retos
y exigencias que tiene la sociedad mexicana”.
Asimismo, no descartó la posibilidad de que algún miembro de la actual administración federal integre su equipo.
De acuerdo con el artículo 12 de la
Ley Orgánica de esta casa de estudios, para ser director general se
requiere ser mexicano por nacimiento y mayor de 30 años de edad; poseer
título profesional de una licenciatura cursada en el Instituto
Politécnico Nacional, con antigüedad mínima de cinco años; gozar de
reconocido prestigio profesional y académico; así como tener solvencia
moral y estar identificado con los objetivos que le dieron origen a la
institución.
Entre críticas, Bustamante Díez busca la reelección
El
7 de junio de 2012, un grupo de politécnicos encabezados por el
Sindicato de Trabajadores del Instituto Politécnico Nacional (STIPN)
–que agrupa a unos 750 trabajadores académicos y de apoyo y asistencia
a la educación– marcharon hacia la residencia oficial de Los Pinos para
solicitar el Ejecutivo federal la destitución inmediata de Bustamante
Díez como directora general. Argumentan que el modelo educativo
desarrollado durante su gestión ha generado un rezago de conocimientos
y mermado el prestigio escolar.
A pesar de las críticas, la directora número 26 del IPN pretende reelegirse en su encargo. Su mayor carta,
asegura, es el trabajo que ella y su equipo han realizado durante estos
3 años al frente del Instituto. “Yo estoy con la tranquilidad de haber
cumplido con mi trabajo; ahí está la evidencia. Eso es lo que yo puedo
aportar”.
La ingeniera bioquímica niega,
tajante, haber buscado la venia de Elba Esther Gordillo, presidenta del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para repetir en su
encargo, como se asegura en los “pasillos” de la casa de estudios. Lo
que sí acepta es haber sostenido un par de encuentros con el equipo de
transición de Enrique Peña Nieto, al que le ha manifestado su interés
de seguir a cargo del IPN.
—¿Cómo fue recibida por quienes integran el equipo de Peña Nieto? –se le pregunta.
—Muy bien: atentos, escuchas,
interesados. Conocían poco del [Instituto] Politécnico, de tal manera
que fue primero una etapa de ponerlos al tanto de lo que somos, para
después llegar a hablar de lo que podemos llegar a hacer.
El 11 de diciembre de 2009,
Bustamante Díez tomó posesión de la Dirección General del IPN para el
periodo 2009-2012. Durante su gestión se aprobó el nuevo Reglamento
General de Estudios, basado en el modelo educativo que considera
“usuarios de servicios educativos” a los alumnos, promueve la migración
de los estudiantes más talentosos y faculta a la institución educativa
para “expedir certificados de competencias técnicas” o “títulos de
técnicos superiores” (Contralínea 207).
Reconocida como “la mujer del año”
2011 por su “destacada trayectoria” profesional y el ser la primera
mujer en ocupar la Dirección General del IPN, Bustamante Díez enfrentó
una demanda ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje por
presuntas violaciones a los principios de igualdad jurídica, libertad
al trabajo, libertad de disposición de salario y libertad de asociación
en contra de los afiliados al STIPN.
A decir de Silvio Lira Mojica,
secretario general del Comité Ejecutivo Nacional de esa organización
sindical, se trata de “la primer ocasión en la historia del IPN que un
sindicato demanda al titular del Instituto” (Contralínea 266).
De repetir en su encargo, Yoloxóchitl
Bustamante buscará, dice, mantener al Politécnico como una “institución
fuertemente creativa, innovadora; que consolide sus indicadores
académicos, sus procesos de internacionalización; que se mantenga
estable y trabajando; y que pueda crecer en cuanto a su matrícula para
contribuir a esa atención a la población, tanto media superior,
superior y posgrado”.
Juan Manuel Cantú Vázquez, secretario
General del IPN, se sonroja cuando se le pregunta respecto de sus
intereses de presidir la casa de estudios. “No hay nada”, asegura.
“Estamos trabajando. Estamos con Yoloxóchitl”.
Dos candidatos se destapan
Al cierre de esta edición, además de
Bustamante Díez, sólo dos personas habían hecho público su deseo de
dirigir el Politécnico para el periodo 2012-2015.
Uno de ellos es Rubén del Cano Ávila,
militante del Partido Revolucionario Institucional desde 1980. El otro,
Óscar Escárcega Navarrete, quien recientemente ocupó la Dirección
General de Desarrollo Integral para la Familia de Tlalnepantla de Baz,
municipio del Estado de México gobernado desde 2009 por el priísta
Arturo Ugalde Meneses.
En entrevista con Contralínea, Rubén del Cano, quien durante 39 años se ha desempeñado como docente del IPN, expresa su anhelo de dirigir su alma máter: una culminación de sus proyectos y no una “plataforma para escalar a algo más”, asegura.
El maestro en administración pública
enfatiza que el plan de trabajo que entregó a Luis Videgaray Caso,
coordinador general para la transición gubernamental del equipo de Peña
Nieto, se basa en los principales compromisos en educación planteados
por el presidente electo.
Así, su plataforma contempla ampliar
la cobertura en educación media superior y superior, fortalecer y
ampliar la oferta educativa, emprender una reingeniería del modelo
educativo con base en las necesidades del sector productivo y erradicar
la deserción estudiantil.
El maestro en administración pública
critica el Nuevo Reglamento General de Estudios, aprobado durante la
actual administración, al que considera una “plataforma de problemas”.
No obstante, dice que no se negaría a seguir aplicando el nuevo modelo
educativo en el IPN, en caso de que el presidente de la República se lo
pidiera. “Sí lo haría, aceptaría la imposición, sobre todo porque eso
significa ingresos y apoyos económicos, pero lo haría de una manera
transparente y consensuada”.
Cuestiona, asimismo, el hecho de que
Calderón, Fox, Bustamante Díez y Enrique Villa Rivera, este último
director general del IPN en el periodo 2003-2006, hayan aplicado las
directrices del Fondo Monetario Internacional en materia educativa al pie de la letra.
Sin embargo él también lo haría, “pero con planeación”, y lo aplicaría
tomando en cuenta las particularidades del Politécnico, dice.
A través de una amplia entrevista publicada el pasado 8 de noviembre en el Diario DF,
el médico Escárcega Navarrete reveló su intención de conducir el
Instituto Politécnico Nacional. “Todos han sido espléndidos directores
generales y la actual directora ha hecho un gran esfuerzo por llevar la
institución a mejores lugares, pero se avecina el cambio y a pesar del
trabajo de la directora general, yo levanto la mano
públicamente y creo que volvería, de nueva cuenta, a ser el único para
decir: ‘Yo quiero ser director general del Politécnico’. Sería la
llegada de una nueva corriente a la Dirección General, y sería la
llegada del humanismo al IPN”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario