5/29/2013

Los periodistas pal cafe . . . .


En un arrebato de circunstancia deportiva, uno de los hombres más poderosos del país llevó su emotividad al extremo descuadrado de quitarse la camisa, hincarse frente a una parte de la tribuna ocupada por los seguidores de su equipo, el América, y hacer reverencias con ambos brazos en alto llevados luego en señal de sumisión hacia el césped del estadio Azteca (para ilustrar el caso, http://bit.ly/173dCzT, aunque esas y otras escenas fueron difundidas ampliamente en su momento por los propios canales de Televisa que transmitieron el partido).
Aun cuando fue más grotesca la celebración del director técnico de la escuadra (Miguel Herrera, apodado El piojo, gesticulando y moviéndose como si hubiera ganado un torneo intergaláctico del que dependiera la sobrevivencia de la especie humana: http://bit.ly/1115c3H ) que de manera muy meritoria ganó uno de los campeonatos anuales de la controlada, mercantilizada y mediana liga mexicana de balompié profesional, los excesos de Emilio Azcárraga Jean tuvieron mayores resonancia y crítica en función del destacado papel que juega en la conformación del poder político nacional, como promotor y defensor que ha sido del peñismo en campaña y ya en el gobierno, desde las pantallas que controla; como parte de una elite que se especializa en dar espectáculos de juniorismo excesivo y prepotente y como beneficiario ofensivo de privilegios y ganancias que lesionan el interés colectivo.
Azcárraga no supo moderar su explicable júbilo deportivo e incluso llegó a tomar una de las frases del americanismo, ódiame más, con las que se pretende confrontar con aires de altivez a quienes repelen al equipo de Televisa por sus pretensiones de supremacía fundada sobre todo en el desmesurado gasto para la compra de jugadores y en el manejo tendencioso de los micrófonos y pantallas de sus diversos canales de comunicación para favorecer los intereses de casa. “Esto es el ‘ódiame más’, y espero que mañana nos odien un poquito más”, dijo el multimillonario mexicano en un tramo de su accidentado festejo dominical.
No odio, sino justicia, y no el descamisar, pero sí el transparentar, es lo que se necesita en referencia a la empresa que entre sus logros recientes ha tenido el de la condonación de pago de impuestos hasta por 3 mil millones de pesos, en una maniobra con fundamento legal que ha servido para escamotear a la administración pública fondos que ésta podría haber utilizado en obras y servicios que por su ausencia son denunciados por la justiciera televisora que luego extrae otros dineros públicos de los gobiernos federal y estatales para tareas filantrópicas como el famoso Teletón.
Astillas
Miguel Ángel Mancera y Rosario Robles se han metido en un denotativo duelo de vanidades. La secretaria de desarrollo electoral de la administración peñista no asistió recientemente a una reunión con cuatro delegados porque a ella no acudiría el jefe del Gobierno capitalino, aunque oficialmente la ex perredista dijo haber avisado con tiempo de su ausencia. Ayer, para avivar el punto, Mancera justificó no haber estado en la sesión de la discordia, que finalmente se canceló, porque había enviado en su lugar a un funcionario del mismo nivel que Robles. El fondo del asunto está en lo electoral: Mancera no desea abrir las puertas a lo que llaman el Caballo de Troya (con despensas) del asistencialismo rosarista sino manejar a través de su estructura, o bajo supervisión de ella, el reparto de bienes que genera agradecimiento clientelar a la hora de las urnas. Ayer mismo, por ejemplo, el GDF anunció su plan de atención alimentaria... La venganza del segundo salinismo en el poder va directa contra Ernesto Zedillo, el forzado sucesor de Luis Donaldo Colosio que llegado a Los Pinos se sacudió a quien aspiraba al maximato y lo mantuvo en una suerte de exilio, con el hermano Raúl como rehén. Ayer, un tribunal estadunidense rechazó la pretensión calderonista de que a Zedillo se le otorgara inmunidad ante la demanda presentada allá por el caso de los asesinatos de Acteal (asunto que salpica al actual secretario de Educación, Emilio Chuayffet, aunque éste goza actualmente de protección sexenal)... Que dice el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, puede contar con la más completa seguridad de que se le ayudará en la búsqueda y detención del priísta Andrés Granier, a quien se ha citado a declarar como indiciado en el ámbito estatal, luego del descubrimiento de fajos de billetes en una finca tropical... Cambios de temperatura: Gustavo Madero y Jesús Zambrano van mudando de ropaje conforme el termómetro político se mueve. De las cálidas cercanías con el PRI (que seguirá siendo el clima rector) están pasando a las apariencias distantes, dejando por allí el piyama y montándose prendas de presunta pelea. El panista ya tuvo sesión de ensayos bélicos a la hora de presentar una propuesta de reformas electorales, cuando criticó excesos priístas en varios estados de la República, contando con las réplicas adecuadas de César Camacho y Miguel Ángel Osorio Chong, para dar visos de credibilidad a la escena. Ahora ha tocado el turno a Zambrano, quien advierte que podría congelar la participación del sol azteca en el Pacto por México si no se cumplen algunas promesas de que el tigre asistencialista-electoral de tres colores se volvería vegetariano y haría meditación antes de las elecciones en 14 entidades del país... Y, mientras el sistema nacional de alertas, que propuso ayer Enrique Peña Nieto al instalar un consejo de protección civil, incluye las de tipo social, ante tantos focos rojos en el país (hasta golpes en el aeropuerto, por enojos contra la casi siempre impuntual y desatenta VivaAerobús: bit.ly/1aveSsJ), ¡hasta mañana, con el apagón analógico provocando protestas en Tijuana, donde hubo quienes se manifestaron irritados porque amanecieron sin servicio televisivo!
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Facebook: Julio Astillero


La gente que vive en los lomeríos de Tijuana pudo ver ayer sus telenovelas sin dificultad, a pesar del apagón. En su gran mayoría ya habían recibido sus cajitas decodificadoras. Fue el gran cambio tecnológico que tanto polvo levantó en los últimos tiempos. La Cofetel se fue por el camino fácil al escoger a Tijuana. Hay 430 mil hogares y calculó que menos de la mitad necesitarían un decodificador. Es un mercado segmentado. Muchos usuarios prefieren los canales de televisión (en español e inglés) de la vecina ciudad de San Diego. Otros son clientes de cable o de satélite. Así que había pocas posibilidades de dejar a oscuras a la clientela de la televisión gratuita. En noviembre de 2012, Cofetel había anunciado que eligió a la empresa Teletec México para que realizara los servicios de entrega e instalación de los aparatos. El pasado fin de semana, según la comisión, había cumplido con 98 por ciento de la meta. El contrato adjudicado a Teletec fue por 309 millones de pesos. Un precio muy alto, pero ya sabemos cómo se las gasta con el gasto Mony de Swaan. Una de las lecciones de Tijuana es que no se necesitarán los servicios de entrega a domicilio de los equipos cuando las siguientes ciudades sean digitalizadas; una campaña de medios bien dirigida a los usuarios, invitándolos a que ellos mismos pasen a recogerlos, daría el mismo resultado.
La productividad
Es una paradoja que al mismo tiempo que el presidente Peña Nieto convoca a los mexicanos –gobierno, empresas, trabajadores, universidades– a ser más productivos, la clase política, o al menos el atomizado PAN, convoque a pactar una nueva reforma política-electoral. Un caso clarísimo de improductividad. Ya son varias, han resultado incompletas, ¡y lo que han costado! Según Peña Nieto, ‘‘ser más productivo no significa trabajar más, significa trabajar mejor’’. Y ‘‘un trabajador más productivo no necesariamente es el que trabaja más horas. Es el que obtiene mejores resultados y, en consecuencia, va a ganar más por su trabajo’’. La realidad es otra. Los mexicanos son los ciudadanos de la zona OCDE, que agrupa a 34 de las principales economías, que más horas trabajan al año en promedio: más de 2 mil 200, casi 500 horas más que el resto. Y ganan menos, mucho menos, que un francés, un alemán o un italiano. Pero volviendo al tema de una nueva reforma política, una que sería bien vista por los ciudadanos tendría que incluir la desaparición de los diputados plurinominales, la disminución de los subsidios a los partidos políticos y bajar el presupuesto del IFE.
Red de lavado de dinero
Liberty Reserve, un servicio de Internet para transferir fondos prácticamente a cualquier lugar del mundo, está siendo investigado por lavado de dinero. Las autoridades de Estados Unidos sospechan que oculta tras su fachada a una red de criminales que trafican con todo, desde tarjetas de identidad hasta pornografía infantil. Calculan que en los últimos siete años lavó 6 mil millones de dólares alrededor del mundo. Las autoridades de 17 países han lanzado la mayor persecución de la historia para descubrir y detener a todos los eslabones de la red. Ya apresaron a uno de los fundadores, Vladimir Kats, en Brooklyn. En España fueron arrestados Arthur Budovsky, también fundador, y Azzeddine El Amine, uno de jefes. Allan Esteban Hidalgo Jiménez y Ahmed Yassine Abdelghani, encargados de las operaciones diarias, son buscados en Costa Rica. De acuerdo con información colectada de páginas web archivadas de Liberty Reserve, la compañía tuvo relaciones con al menos 35 empresas, algunas de las cuales utilizó para hacer las transferencias: PayPal, Western Union, MoneyGram, Visa, Mastercard, American Express y CitiBank Global Money Transfer. En México tienen a un representante, Mi-billetera.com. Le pregunté en Twitter sobre su relación con Liberty y el estatus con que operan en nuestro país.
Hola @galvanochoa. Éramos exchangers de Liberty Reserve, al igual que somos exchangers de #Perfectmoney #egopay y merchants #uKash
Hola @galvanochoa: estamos legalmente constituidos en México, lo invitamos a verificar nuestro registro, ya que es documento público.
Le pregunté si tiene registro de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y no recibí respuesta.



El mensaje presidencial fue más claro que el agua: trabajen ahora, cobren después. Los destinatarios fueron los mexicanos de a pie, quienes a duras penas sobreviven luego de tres décadas al hilo de un modelo económico, amén de fallido, salvaje, excluyente y voraz, cuyo logro más notorio tiene dos caras: fortunas de ensueño para los menos, pobreza para los más.
Sin embargo, para el inquilino de Los Pinos el responsable de tan aterradora situación no es el modelo económico, sino la falta de productividad en el país. Lo resumió así: si en los últimos años los índices de productividad hubiesen sido similares a los que ha tenido Corea, nuestro producto interno bruto sería cuatro veces mayor al que hoy tenemos. Y el número, y éste es el dato más importante, el número de mexicanos en pobreza sería 86 por ciento menor. Este es un dato para tenerlo ahí, para encontrar en ello respuesta de por qué no hemos logrado, no obstante, tener una condición macroeconómica sólida. El que estemos teniendo crecimiento, pero no a tasas mayores, por qué no hemos logrado revertir de manera real y no sólo con paliativos, la pobreza de nuestro país. La respuesta es muy simple. Porque no hemos sido suficientemente productivos, porque esta variable, la forma de medir la productividad en los últimos 30 años, ha decrecido.
He allí la razón, a los ojos del inquilino de Los Pinos. Fuera de su registro quedó el hecho de que la sistemática reducción de los niveles salariales ha sido, a lo largo de esas tres décadas fallidas, la política más notoria del gobierno federal y de la clase empresarial para lograr, el primero, reducir a un dígito el índice inflacionario y, la segunda, para bajar los costos de producción, aumentar la competitividad de sus negocios y hacer crecer sus fortunas como la espuma. Así, la tan presumida solidez macroeconómica no es resultado más que del permanente deterioro del ingreso de los mexicanos, de sus derechos constitucionales y, por ende, de su bienestar.
Dejó a un lado, también, el hecho de que las empresas han institucionalizado la contratación de mano de obra cada vez más barata (allí está el vertiginoso crecimiento del outsourcing, a la vista de la autoridad laboral), algo facilitado por la existencia de un nutrido cuan creciente ejército de desocupados, subocupados e informales, a los que –creen ellas– se les puede ofrecer migajas como ingreso, sin prestación alguna. No es gratuito que más de 65 por ciento de los mexicanos ocupados (31.5 millones de personas) obtenga un ingreso máximo de tres salarios mínimos, aunque el grueso va de cero a dos mini salarios.
No ha sucedido lo mismo en el caso de las ganancias del capital (depende del sapo, la pedrada). Diez mega empresarios concentran algo así como 15 por ciento del producto interno bruto; de esa proporción, la mitad corresponde sólo a uno de ellos, y en los últimos 30 improductivos años (versión oficial) sus respectivas fortunas han crecido vertiginosamente, al punto que nadie –cuando menos en América Latina– los alcanza.
Como ayuda de memoria vale mencionar que en 1980 (en vísperas de la imposición del nuevo modelo económico y cuando la economía creció a una tasa de 9.23 por ciento) la participación de los salarios en el producto interno bruto representó 36.04 por ciento del total, mientras la tajada para el capital fue cercana a 47.7 por ciento. Tres décadas después (2011, con información del Inegi), con una productividad decreciente y una tasa promedio anual de crecimiento económico de 2 por ciento, dicha relación fue de 27.6 y 62.4 por ciento, respectivamente. Es decir, la participación de los salarios se desplomó casi 24 por ciento, mientras el capital prácticamente se quedó con el pastel, pues su rebanada creció 73 por ciento. Y la productividad –de acuerdo con la versión oficial– fue de más a menos en el mismo periodo.
El presidente Peña Nieto dijo que después de una expansión considerable que México tuviera en los años 50, entre 1950 y 1980, la productividad desde entonces ha venido cayendo en las últimas tres décadas. Y, con ello, la posibilidad de elevar la calidad de vida de las familias mexicanas. Bien, pero se supone que paralelamente debió descender la calidad de vida de empresarios y empresas, algo que ni de lejos sucedió entre los integrantes del círculo dorado.
Así, para el inquilino de Los Pinos, “la fórmula es muy sencilla: a mayor productividad mayor prosperidad, y esto aplica para un individuo, para una empresa o para toda una nación. Con más productividad, yo estoy seguro que vamos a mover, pero lo más importante, estaremos transformando a México y, a partir de ahí, estaremos transformando la realidad en la que viven millones de familias mexicanas para ser más prósperas, para tener mejores ingresos y para lograr que su ingreso les alcance para más… eso a final de cuentas va a permitir que cada trabajador, insisto, no importando en el ámbito donde despliegue su actividad, tenga un mejor ingreso... Y esto va a ocurrir en el transcurso del tiempo”.
Entonces, la nueva directriz es trabajen ahora, cobren después, sean productivos y ya veremos, pero como bien plantea el editorial de La Jornada, difícilmente podrá resultar exitosa una estrategia de impulso a la productividad que no aliente en primer lugar las condiciones y la calidad de vida de la fuerza laboral nacional, condenada durante décadas a una depauperación sostenida e implacable. En esta perspectiva, la idea de esperar a que la productividad mejore para entonces elevar el nivel de vida de los trabajadores conlleva una aceptación implícita de una pobreza permanente e invariable y, lo más grave, de la perpetuación de una desigualdad social ofensiva y peligrosa de cara a la estabilidad institucional. Si, por el contrario, se empieza por el impulso a políticas de redistribución del ingreso, bienestar, seguridad laboral y social, educación de calidad gratuita y para todos y fortalecimiento del poder adquisitivo de los salarios, el incremento de la productividad será una consecuencia tan factible como virtuosa.
Las rebanadas del pastel
La OCDE asegura que los mexicanos son los que más horas laboran al año en promedio (2 dos mil 250) entre los trabajadores de los países que conforman esa organización, y quienes obtienen, también en promedio, salarios 3.5 veces menores al de los integrantes de esa institución, y así comparativos por el estilo que no ayudan mucho. Pero el dato más revelador –según la misma fuente– es que, a pesar de todo, los habitantes de este país están entre los ciudadanos más felices de la OCDE. ¿Será que, aparte de mudos, son ciegos y sordos?



El inicio de la transición de televisión analógica a digital, ayer en Tijuana, Baja California, provocó afectaciones a miles de televidentes de dicha localidad fronteriza. A la manifiesta falta de información sobre la medida –avalada por un polémico decreto presidencial en tiempos de Felipe Calderón Hinojosa– se sumó la manifiesta desorganización en que incurrieron las autoridades encargadas de ejecutarla, así como una actitud presumiblemente discriminatoria en su aplicación: muestra de ello son las denuncias de que más de un centenar de colonias tijuanenses –ubicadas en las zonas más marginales de la urbe– se quedarán sin señales de televisión a consecuencia del llamado apagón analógico.

También es indispensable democratizar sindicatos, opinan
Democratizar la productividad mediante un acuerdo cupular –patrones, líderes sindicales y gobierno– para que los trabajadores sólo lo apliquen es antidemocrático, por decir lo menos.

Hay veces en que una realidad es tan atroz que no dan ganas más que de darle la espalda (pastelero a tus pasteles). Me gustaría al menos tratar de dar cuenta de ese sentimiento.

Miniencuesta para subrayar las opciones que le parezcan razonables. Sugerencia: trate de evitar las medias tintas (no sé/no responde/quién sabe).

La forma priísta de ejercer el poder se ha filtrado a todo el entramado político partidista del país. Como la humedad, se mete por todas partes, en ocasiones de forma evidente y otras veces tan imperceptiblemente hasta que de súbito es visible.

José María Pérez Gay, el amigo querido de una larga vida fue un esforzado receptáculo de incontables y arraigados miedos. Fue, a vista del vasto mundo que lo rodeó, un miedoso que nunca pretendió disfrazar tal condición. Mantuvo, frente a esos demonios, un aguerrido y permanente pleito vital. Los sufrió y los llevó hasta con la galanura de un ágil bailarín de tap, oficio que siempre soñó ejecutar. Le dieron distintivo propio, inimitable y, en ocasiones, incomprendido. Con seguridad, sus miedos fueron un acicate básico a sus trabajos creativos. Al enfrentarlos, dio forma y sustancia a la obra que levantó para bien de muchos. Pero, al mismo tiempo, el acoso le sirvió de trampolín para sus variadas aventuras amorosas, filiales, políticas, filosóficas o literarias.

Hemos recibido muchas solicitudes de explicaciones más detalladas sobre el tema de las operaciones de los bancos. Esta expresión de interés es buena: un pensamiento político de oposición al neoliberalismo no podrá ofrecer alternativas sin una comprensión cabal del funcionamiento de una economía monetaria en el capitalismo contemporáneo.

 

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