LABORAL
Por presión social, no dejan cuidados del hogar y la familia
Portada
del libro “Mujeres en transición: reflexiones teórico-empíricas en
torno a la sexualidad, la pareja y el género”, publicado por la UI
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- Las mexicanas ahora pueden acceder a más educación y por lo tanto a mejores empleos; sin embargo aún no pueden desprenderse de la idea de que ellas deben hacerse cargo del hogar, lo que las lleva a asumir una doble jornada de trabajo que repercute en su salud física y mental.
La doctora Cinthia Cruz del Castillo, académica del departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana (UI), realizó el estudio “Mujeres trabajando, ¿por amor o por independencia?”, en el que afirma que las mexicanas, más allá del grado académico, todavía ponderan la crianza y el cuidado de las y los hijos.
En declaraciones a Cimacnoticias, Cruz consideró que los resultados son un acercamiento para conocer cómo viven las mexicanas de esta generación (que están entre los 20 y 40 años de edad), y a quienes definió como “mujeres en transición”.
Debido a los cambios sociales e históricos –que las propias mujeres han empujado–, ahora algunas mexicanas tienen la posibilidad de adquirir un mayor grado académico, pero aún no pueden desprenderse del rol de género que las coloca como únicas responsables de los cuidados del hogar, por lo que deben mediar su vida entre ambas ideas.
La investigación realizada entre 100 mujeres con edad promedio de 40 años, arrojó que cuando ellas deciden no ejercer su labor de madres y sólo dedicarse a la academia son constantemente cuestionadas, “pues no se considera que puedan realizarse plenamente como mujeres”.
“Intentan realizar otras actividades, involucrarse en cuestiones culturales y políticas, sin embargo en la mayoría de los hogares mexicanos hay una presión cultural y familiar que cuestiona todo el tiempo porque no se es madre o cuidadora”.
A su vez, las mujeres que deciden ser madres y no abandonar su desempeño laboral y desarrollo académico se enfrentan a cargas más pesadas de trabajo y a cuestionamientos sobre si su labor de madre no es bien realizada.
De acuerdo con la investigadora, además de su empleo fuera del hogar, las mujeres deben regresar a su casa a realizar las labores domésticas y estar al pendiente de las y los hijos (actualmente tienen entre uno y dos hijos).
Se les pide que realicen ambas tareas de manera perfecta, lo que es prácticamente imposible. Cuando “fallan”, aunque sea mínimamente en alguno de los dos ámbitos, son inmediatamente cuestionadas, puntualizó Cruz.
Esta situación les genera culpabilidad y pensamientos constantes en los que ellas mismas cuestionan su desempeño, esto a la vez repercute en su autoestima.
Cinthia Cruz también señaló que por lo general presentan más elevados índices de ansiedad y estrés.
Sumado a ello, a decir de la también docente de la UI, su alimentación llega a ser deficiente “pues no tienen tiempo”, duermen poco “porque comúnmente se llevan los problemas a la cama”, lo que a la larga repercute en su salud física.
Añadió que en algunas ocasiones su empleo les brinda la oportunidad de poder pagar a alguien más que realice el trabajo domestico, pero generalmente es una mujer “por lo que volvemos a lo mismo: se cree que el cuidado del hogar es una labor propia y exclusiva de las mujeres”.
Las mujeres con mayor grado académico comúnmente establecen relaciones de pareja con hombres con las mismas características, y que tienen “cierta flexibilidad de pensamiento”, agregó.
Puntualizó que estos hombres “ayudan” en las labores domésticas y “piensan que son especiales porque apoyan a las mujeres”, pero el problema es que persiste la idea de que ellos deben solamente “ayudar”, cuando la realidad es que es responsabilidad de ambos.
Finalmente consideró que para lograr por completo la transición de pensamiento y de los roles de género se debe trabajar en la educación de las nuevas generaciones, para que se comprenda que “la casa no es responsabilidad de las mujeres”, y que tanto a niñas y niños se les deben asignen de manera indistinta actividades a realizar.
La investigación forma parte del libro “Mujeres en transición: reflexiones teórico-empíricas en torno a la sexualidad, la pareja y el género”, publicado por la UI.
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