5/28/2013

Narcóticos, despenalización y frivolidad



Utopía


Eduardo Ibarra Aguirre

A pesar de los esfuerzos en buena medida publicitarios y discursivos del grupo gobernante, el de “la democracia de resultados”, para diferenciarse del “gobierno del empleo” y “del estado de derecho”, surgen cada vez más rasgos que los empatan hasta en líneas secundarias frente a problemas tan complejos y debatibles como es la creciente exigencia de franjas de la sociedad para despenalizar el consumo, la comercialización y la producción de la mariguana.

Soportada por múltiples voces de la opinión pública y publicada, la propuesta despenalizadora fue descalificada por Enrique Peña desde Cali, Colombia, no desde México como sería deseable esperar de un político que afronte la diversidad de sus gobernados, y no con simplificaciones salpicadas de frivolidad:

“Me parece que para algunos ésta puede ser una posición o una forma fácil o quizá y hasta falsa eventualmente de combatir con mayor eficacia al crimen que está muy vinculado al narcotráfico y a la venta de drogas”.

¿Quién en su sano juicio, que no esté como Emilio Azcárraga en el Estadio Azteca, el domingo 26 tras el triunfo del América frente al Cruz Azul, puede establecer una sola línea de acción contra el narcotráfico y no programas y políticas multilaterales de corto, mediano y largo plazos?

Volvemos a los viejos trucos de Felipe Calderón que desacreditaba una propuesta simplificándola y atribuyéndole propósitos inalcanzables. Pero lo más sorprendente es que lo hace Peña Nieto, el mexiquense que puja por diferenciarse de su antecesor, sólo que no obtiene buenos resultados, sino más bien un respaldo ciudadano demasiado bajo para un gobierno de apenas seis meses. Y esto es así porque la ciudadanía ya ubica los asuntos económicos como centro de sus preocupaciones y el primer semestre del año fue de desaceleración de la economía.
La disciplinada alineación de la televisión duopólica y la radiodifusión oligopólica con la guerra de Calderón Hinojosa fue sustituida en un santiamén. Y como pregonan como máxima “Lo que no aparece en televisión no existe”, pues la violencia criminal según ellos casi despareció, pero no las miles de víctimas mortales, aunque el colombiano Óscar Naranjo –elogiado por su jefe porque “enriqueció la visión oficial”– presenta cifras de éxito que no guardan correspondencia ni con las de la Secretaría de Gobernación.

El titular del Ejecutivo federal tuvo la pertinencia de aclarar que “En lo personal, y lo he expresado públicamente, nunca he estado en favor de la despenalización del consumo de drogas ni de la legalización de las mismas”. El problema estriba en que fue a Cali no a titulo personal y que la repercusión de sus mensajes tiene que ver con la función pública que desempeña. Es respetable su opinión, pero poco importa y menos aún si no la fundamenta, pero sí frivoliza.

Para nadie es fácil nada. Y menos aún para los mexicanos que ponen los muertos, ajenos a las élites dominantes, y todo para sellar la frontera sur de Estados Unidos desde el lado norte de México, esto es, para hacerle el trabajo sucio a Washington, incluso con los indocumentados de Centroamérica.

Pese a la cerrazón y hasta frivolidad del mexiquense de Atlacomulco, recalcó estar abierto para que se dé un amplio debate sobre el tema. Pero igual que Felipe del Sagrado Corazón de Jesús no da ningún paso, en México, en esa insoslayable dirección.

Es recomendable que los asesores presidenciales revisen el estudio de la Organización de Estados Americanos, El problema de las drogas en las Américas, y hagan una síntesis para que Peña se aleje a la brevedad posible de las simplificaciones, porque de lo contrario México las pagará y caro.

Acuse de recibo

Un colega reporta que desde la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado de México, a cargo de Erasto Martínez, “se dictan las políticas de publicidad: a éste sí, a éste no” que condujeron a la desaparición del periódico local Reforma… En el Grupo María Cristina nos quedamos con las ganas de comer y conversar con José María Pérez Gay --el comprometido escritor, diplomático y traductor--, tanto el 8 de junio de 2007 como el 31 de octubre de 2008. De la segunda ocasión reza su disculpa: “Don Eduardo: (…) deberemos posponer nuestra comida en el María Cristina, porque viajo el martes 25 de octubre a Buenos Aires a un evento que tenía agendado el 7 de noviembre. Gracias.” Lo mismo sucedió con doña Julieta Campos, quien en espera de una mejor oportunidad que no fuera el 24 de junio de 2005, la muerte le ganó la partida… Registra Difunet que “La serie de homenajes por los 50 años de literatura de René Avilés Fabila, en los que se involucran varias universidades públicas, iniciará este jueves 30 (a las 12 horas) en el Patio Central del Edificio A de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, con la presencia del rector de la UAM, Alfonso Fernández Fassnacht; el director de la unidad Xochimilco, Salvador Vega y León; de la también escritora María Luisa La China Mendoza, de Martha Fernández y Hugo Enrique Sáez A”.

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