Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
En la autodenominada clase política abundan los que suponen que éste es un país de desmemoriados y, en consecuencia, el trato que dan a las mayorías es de una subestimación que raya en considerarlas tontas. Pero a veces se la aplican a sus pares, y éstos como la diputada federal panista Margarita Licea, no perdonan.
Ocurre que durante la comparecencia del secretario de Hacienda en la Cámara de Diputados, la que en el mejor de los momentos reunió a 260 de los 500 diputados (La Jornada), el otrora legislador mexiquense y hombre fuerte del entonces gobernador mexiquense Enrique Peña en San Lázaro, usó la ocurrencia de explicar a los legisladores que con las 11 reformas estructurales “no habrá resultados instantáneos”, “reformar no es hacer magia”, cuando ya transcurrieron 21.4 meses de este gobierno, y además la reforma a la Ley Federal del Trabajo se ejecutó hace dos años.
Ante la incapacidad manifiesta, ignoro si intelectual o condicionada por el gris panorama del capitalismo global en el que México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos que más crecerá en su producto interno bruto durante 2014, o bien una combinación de ambos, el grupo gobernante y sus intelectuales que laboran en la duopólica televisión, postulan: “No ven resultados de las reformas en un mes y ya las consideran equivocadas”.
A fines de mayo escuché una explicación de un analista de la banca trasnacional que domina México con muy malos y costosos servicios, después de una reforma estructural por cierto, consistente en que si la reforma energética no funcionaba, no daba buenos resultados, se debería al retraso de 75 años con que se realizó.
De ese tamaño es el cinismo para no asumir responsabilidades políticas e intelectuales por el curso en que se introdujo al país con el Pacto por México, a cargo de una troika partidista que es premiada en su vertiente perredista con las presidencias de ambas cámaras para Miguel Barbosa y Silvano Aureoles, quienes desde allí pujan por las gubernaturas de Puebla y Michoacán.
Pues resulta que la jalisciense Licea alteró “la tersa” sesión (Excélsior) de seis horas y recordó al poderoso secretario que en 2010 la economía mexicana creció 5.5 por ciento y Videgaray como diputado y presidente de la Comisión de Presupuesto lo juzgó “mediocre”. Y vino la pregunta: “¿Cómo califica usted el crecimiento de 2013, de 1.1 por ciento, y el de 2014, de 1.7? Nosotros, de deplorable y desastroso. ¡Muevan a México, pero no hacia la crisis y a estallidos sociales!”
Donde de plano no se midió el titular de la SHCP o bien todas las compras se las realizan sus ayudantes, o también goza de un sueldo tan espléndido que vive en la elite mexicana, “no hay rastro de daño en la economía familiar por el aumento a los impuestos aprobado para este año”.
A Nikita Sergueievich Jruschov, el fracasado reformador soviético que falleció un 11 de septiembre pero de 1971, le atribuían a fines de la década que para medir el pulso a la economía de su país no se limitaba a las estadísticas, recomendaba “visitar los mercados populares”.
Dudo que alguno de los integrantes del primer círculo gubernamental visite los mercados o súper mercados, entre otros motivos porque no saldrían en hombros. Y con tal desapego de la terca realidad, Videgaray defendió el uso del déficit como mecanismo de financiamiento y panistas y perredista le recordaron que Hacienda propuso un déficit de 2.5 por ciento, superior en medio punto a lo permitido por la Ley Federal de Presupuesto, y 1.5 arriba de lo comprometido por el gobierno de Peña Nieto para 2015.
Acuse de recibo
“El caso Coppel dejó en evidencia total que el grupo ‘antisecuestros’ de la Procuraduría del DF estaba –¿está?– infiltrado por cómplices de secuestros. Dos pundonorosos agentes fueron acribillados cuando irrumpieron en el inmueble donde estaba secuestrada la señora Coppel, cuando un comandante, después de acribillar al jefe de la banda y a la víctima, asesinó a mansalva a sus compañeros. Sobre el caso de García Luna, recuerdo que cuando en el Zócalo, Sicilia pidió la renuncia de aquél, hacía 24 horas que la Policía Federal había capturado a los asesinos de su hijo. Fue una muy rara forma de agradecimiento”. El comentario, de Gustavo Cortés, es sobre Tortura y malos tratos fuera de control (8-IX-14)… En tanto que Laura Cervantes dice: “Desde Chile 1973, cuando el ‘friedmanismo’, se sirvió del uso de la tortura para imponer los ‘mercados libres’, la estrategia se usa para ‘choquear’ a la población donde el hoy neoliberalismo quiere sentar sus reales para servirse de los recursos de esa nación. Lo grave es que no se practica la libertad de los mercados, sino, mediante la globalización, se empodera a las trasnacionales que hoy gobiernan el mundo y controlan mercados. Amnistía Internacional ha atacado los síntomas (tortura, malos tratos, desapariciones…) y no ataca el mal de fondo: la aplicación de la ‘terapia de choque’ neoliberal al país víctima”.
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