Las universidades privatizadas
2. En México –yo pienso que en el mundo-
mientras los pueblos vivan en la pobreza, la miseria y el hambre, jamás
podrán ir a las universidades. El 90 por ciento de su alumnado siempre
ha pertenecido a las clases altas y medias acomodadas; los hijos de los
indígenas, campesinos, obreros, apenas con sacrificios llegan al tercer
año de primaria o sólo el 50 por ciento que ingresa a la primaria la
concluye. El cinco o diez por ciento que alcanzamos brincar a la
universidad lo hacemos con grandes sacrificios y esfuerzos; la mayoría
de las veces con gigantescas dificultades para emplearnos. Así que nunca
más se acepte que ésta o alguna otra, es universidad del pueblo. Y
precisamente por ello todos los planes y programas benefician a la clase
dominante.
3. No olvidaré jamás las frases del escritor Alan
Riding de 1985: “México, orgulloso de su pasado indígena, parece
avergonzarse de su presente indígena… Pero lo indios mismos, los
descendientes directos de su “pasado glorioso” siguen siendo una raza
conquistada víctima de la peor pobreza y discriminación que se puede
encontrar en México hoy día. Han perdido la mayor parte de sus tierras
comunales, la “civilización” les ha robado su pasado. El México moderno,
que ha desenterrado sus raíces indígenas y elevado el indigenismo a
símbolo de identidad nacional, tiene poco espacio para los indígenas del
presente”. Sólo a partir del levantamiento indígena zapatista del EZLN
en 1994 que los indios se reivindicaron por lo menos en las ideas de los
mexicanos.
4. Las universidades hablan del pueblo pero están
totalmente apartados de él. Desde los noventas las investigaciones y los
programas de las universidades –que cada vez aceleran sus pasos a la
privatización de todo- están al servicio de las fundaciones yanquis
Rockefeller, Ford, Kellogg y demás, así como de los sectores
empresariales que les encargan trabajos pagando dinero extra y
surtiéndolos con computadores, becas y viajes al extranjero. ¿Para qué
quieren planes, carreras, materias como filosofía, historia, literatura,
antropología, en medio de un capitalismo salvaje, depredador y racista
donde sólo cuenta el dinero? ¿Para qué va a servir que “el estudio del
pueblo y la cultura maya sea una plataforma desarrollada por cinco
investigadores”?
5. La Universidad de Yucatán es una más –ni la
peor ni la mejor- de las universidades de los 31 estados de la
República. Las calificaciones que se otorgan a las Universidades por
diferentes instituciones, son absolutamente políticas. (Me recuerda a
“Mérida, Ciudad Mundial de la Cultura” que fue un título comprado con
objetivo de negocios turísticos). Lo que ha sucedido es que Yucatán ha
funcionado como un territorio único y aislado; encerrado en sus mitos y
tradiciones recordando que todo tiempo pasado fue mejor. No se integra a
los nacional y menos a lo continental para comprender la situación
económica, política, los problemas educativos y participar de esa
situación. Por ello ni siquiera busca enterarse y menos ser solidario.
6. Recuerdo al escritor Fernando Benítez que escribió en los sesenta:
“Los indígenas son los campesinos que viven en las peores tierras de un
país de tierras pobres. Pero el verdadero problema no es el indígena
mismo; es su relación con el sistema: el indígena y algo más –el
indígena y la tierra, el indígena y los bosques, el indígena y el café,
el indígena y el maíz y así sucesivamente. Todo lo que posee y produce
es sujeto de rapiña y fraude”. ¿Tendrá razón un tarahumara al decir que
“la peor peste que nos asuela son los mestizos? Dijo que nadie puede
hacer nada contra ellos porque son fuertes: roban, matan a nuestra
gente, esclavizan y violan a nuestras hijas, usan nuestras tierras para
cultivar droga, nos emborrachan”.
7. Así que cuidado con eso de
hablar de que la universidad es del pueblo. Qué más quisiéramos que por
lo menos sus profesionistas lo sirvan aunque ellos mismos sólo tengan
acceso en ridículo porcentaje que por cierto también se olvida de sus
orígenes. ¿No es acaso la universidad una fuente importante de empleo
con magníficos salarios que obedecen a la pirámide administrativa y
académica? A mí me encantaría que me probaran lo contrario, que
refutaran mis puntos de vista, después de vivir 50 años perteneciendo,
pensando y escribiendo sobre ella. (Recuerdo que en los setenta la
Universidad de Guerrero con los rectores Rosalío Wences Reza y Enrique
González Ruiz se habló de “Universidad Pueblo” pero se abrieron en los
pueblos muchas preparatorias campesinas. El gobierno las acabó
cortándoles subsidio y reprimiéndolas).
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
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