Por: Emma Martínez
(20 de marzo, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- En 2008 comenzó una
ola de traslados forzados, por parte de connacionales, derivado de la
violencia extrema que comenzó a vivirse en los estados del norte del
país. En el caso de Chihuahua, fueron cerca de cien mil mexicanos
quienes se vieron obligados a dejar su residencia, para reconstruir su
vida en alguna ciudad cercana del país vecino.
“A partir de ese momento nos constituimos como un colectivo de
‘Mexicanos en el exilio’, quienes luchamos y denunciamos las injusticias
de un mal gobierno de derecha (ya sea PAN o PRI), que en medio de la
protección de sus intereses personales, abandonan a toda la sociedad
civil que son quienes les dieron el trabajo, para cuidarlos y
protegerlos, no para venderlos o permitir las muertes de inocentes.
En 2013 ‘Mexicanos en el Exilio’ se manifestó frente al Consulado de
México en El Paso, Texas, para anunciar que se presentaría una demanda
en contra del Gobierno de este país, ante Cortes Internacionales para
que se nos retribuyera todo lo que dejamos atrás cuando escapamos del
país, porque en medio de la desesperación por salvar nuestras vidas,
perdimos mucho de lo que éramos.
Exigimos lo que venimos pidiendo desde aquellos años; la localización
de las personas desaparecidas en Chihuahua y una justicia para los
seres queridos secuestrados y asesinados. El ‘Vivos se los llevaron,
vivos los queremos’, ya se gritaba y, por mi parte, creía que con el
priismo nuevamente en el poder la situación de millones se volvería aún
más trágica y así fue. Porque hoy, como ayer, muchos están
desaparecidos, otros escaparon porque estaban a punto de ser asesinados,
aún siendo civiles inocentes.
Pero al priismo la gente no le importa, a ellos les importa los
votos, los nombres, las credenciales para votar, todo aquello que le
signifique números a su favor, números de cualquier tipo. Y siendo el
gobierno de este partido, no le importa fallarle al pueblo si tiene
mejores ganancias, a los mexicanos los pueden asesinar frente al
presidente y es capaz de decir ‘él fue un gran priista’”, asevera a este
medio Roberto Reyes, integrante de la organización y quien a inicios de
2013 tuvo que abandonar su casa, la cual quedó intacta, por negarse a
pagar un ‘derecho de piso’, por lo cual era casi un hecho lo asesinarían
y secuestrarían a su hija de siete años.
‘Mexicanos en el exilio’, nuevamente se unen para denunciar que en
Chihuahua, el PRI está “pasando por encima del dolor de las familias, el
sufrimiento y la desgracia, padecimientos propios de la negligencia del
gobierno de dejar en libertad a los criminales y proteger a sus
soldados y otras fuerzas armadas, y usa a nuestra gente como sus
militantes, esto va más allá de lo inhumano”, afirma Reyes.
La organización pide castigo a directivos del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) en el estado de Chihuahua, y para todos aquellos
funcionarios de Gobierno involucrados en el robo de identidad de
personas muertas y desaparecidas, todo esto por medio de una
manifestación realizada el jueves pasado en las afueras del Consulado de
México en el Paso, Texas, donde se anunció que demandarán al partido
por dichas acciones.
La denuncia es la segunda que realiza la ciudadanía en Chihuahua,
luego de lanzar una campaña en redes sociales titulada ‘Bájate del PRI’,
donde se dio a conocer un caso emblemático, de un familiar de una
persona desaparecida que luego de tres años de no conocer su paradero,
dicho partido usó su identidad para afiliarla.
A este caso se le suma el de Rosa Mejía, quien dice que “me siento
triste, me siento defraudada, nosotras no sabemos nada de nuestros
familiares desaparecidos y cómo es posible que ya los hayan hasta
afiliado al partido del PRI. Pues si se siente uno defraudada y triste’,
ella padeció la desaparición forzada de dos familiares, entre febrero y
marzo del 2012.
Hoy la organización afirma que dicha acción del PRI no es más que un
fraude por parte de un partido “que como está en el poder se siente
impune, desde siempre esto pasa, en los años ochentas y todavía en los
noventas, lo que se acostumbraba era afiliar a los muertos, habían
familias que aseguraban que sus padres o abuelos ya fallecidos habían
contado como votos para ese partido que solamente se ha encargado de
matar, desaparecer y torturar a nuestro pueblo”, afirma a este medio
Diego González, un mexicano en el exilio que perdió a su madre en un
fuego cruzado entre Ejército y un grupo de narcotraficantes y que hoy
asegura que ella se encuentra en el padrón de militantes del PRI.
Otros de los participantes denunciaron que “jamás estaríamos en ese
partido, es el peor de nuestros males y motivo por el cual perdimos todo
y dejamos lo que con esfuerzo y trabajo digno obtuvimos, pero ahora
resulta que somos militantes”.
“Estamos frente a un partido que provoca asco, por tanto cinismo al
usar a nuestros familiares y nuestro dolor. Esta protesta fue para
exhibir de manera internacional los desmanes de un grupo gigante de
nefastos y corruptos políticos que tienen militantes muertos y
desaparecidos, porque los que seguimos en pie, jamás nos afiliaríamos
por voluntad propia”, puntualiza Reyes.
El próximo domingo, en las instalaciones de la oficina del abogado
Carlos Spector, quien ha fungido como el representante legal de todas
estas personas que han dejado México derivado de la violencia, tendrán
una reunión donde exigirán tener “el mismo tratamiento que se da en
otros 16 consulados instalados en Estados Unidos para obtener el
documento oficial mexicano. Aquí aún no se puede, además se planteará la
problemática y buscarán la manera en que se solucione su “falsa”
militancia en el PRI, a fin de poder desentenderse de ese partido. Ellos
se dirigirán con líderes y funcionarios de partidos de oposición y
Gobierno.
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